miércoles, 20 de junio de 2012

William James Sidis, un atormentado joven con una prodigiosa inteligencia


Muchos son los expertos que se atreven a asegurar categóricamente que William James Sidis fue sin lugar a dudas la persona más inteligente que ha existido; algo difícil de certificar, si tenemos en cuenta que no hay pruebas que determinen cuál era su cociente intelectual real y, sobre todo, el de otros ilustres personajes que han habitado el planeta a lo largo de toda la historia. 


La vida de J. Sidis está llena de altibajos e incertidumbres, muy común en las personas que han sido dotadas de una prodigiosa inteligencia, y desde la cuna ya demostraba tener una sorprendente capacidad que lo convertiría en un niño superdotado.

A pesar de poseer esa capacidad de aprendizaje, haber cursado a lo largo de su vida siete carreras universitarias y hablar a la perfección cerca de 40 idiomas, los 15 libros escritos y 40 artículos publicados no sirvieron para dejar un importante legado que lo hiciese pasar a la posteridad como una de las mentes más privilegiadas.



El empeño de sus progenitores en criar un hijo con una mente privilegiada ayudó a conseguir el efecto contrario, convirtiendo a William en un joven que, a pesar de sacarse títulos universitarios con una facilidad espantosa, se sintió frustrado y sin encontrar su sitio en el mundo.
Pero William tenía otras inquietudes que estaban muy por encima de los estudios, y su descubrimiento del socialismo lo llevaron a intervenir en manifestaciones callejeras en la ciudad de Nueva York, siendo arrestado y aconsejado su internamiento en una institución especial.

Su conflictiva adolescencia lo llevó a ser recluido durante más de un año bajo la supervisión de su padre, Boris Sidis, un excéntrico psicoanalista de origen ruso que intentó por todos los medios crear un superdotado que pasase a la posteridad como el ser humano más inteligente de la historia.

Tras el periodo de aislamiento en California, a su vuelta a la costa este decidió romper con todo aquello que había interferido en su vida, por lo que se alejó de sus padres, de los que no quiso saber nada más, de la prensa que había publicado multitud de artículos sobre su don, pero que también fue un azote para él durante el caso de la detención y, sobre todo, con el plan de estudios y formación que le habían marcado desde pequeño.

Se alejó de las matemáticas y comenzó a matricularse en aquello que más le llamaba la atención, dejando más de una carrera sin terminar, debido al aburrimiento que le causaba.

Para subsistir se empleó en trabajos de poca categoría y que estaban muy por debajo de su capacidad intelectual, y en los años posteriores no destacó en ninguna disciplina, debido a que todo lo que empezaba lo dejaba inacabado.

En 1944, a la edad de 46 años, falleció solo en su apartamento debido a un derrame cerebral, y ahí acabó la vida de uno de esos personajes que podrían haber llegado muy alto, pero al que no se le trató o educó acorde con su capacidad e inteligencia.
Alguien que con tan solo seis meses de vida ya había sido capaz de articular sus primeras palabras, con ocho meses comer por sí solo, con un año y medio leer el periódico The New York Times. Un niño que llegó a dominar el inglés, francés, ruso, alemán, armenio, latín, griego, hebreo y turco a la perfección, y con ocho años a inventar su propio idioma: el vendergood.



A pesar de que las primeras pruebas del test de CI se comenzaron a realizar en 1912, William James Sidis jamás realizó ninguno, pero los expertos estiman que podría superar los 250, lo que lo convertiría el ser humano más inteligente de la historia.

En la actualidad el destacado honor de ser la persona con el cociente intelectual más alto del mundo le corresponde a la norteamericana Marilyn Vos Savant con 228.

lunes, 18 de junio de 2012

La caverna de los gigantes pelirrojos





Muchas tribus nativas del noreste y el suroeste todavía relatan leyendas de los gigantes de pelo rojo y de cómo sus antepasados lucharon prolongadas y terribles guerras contra los gigantes al encontrárselos por primera vez en América del Norte hace casi 15.000 años.
Otros, como los aztecas y los mayas registran sus encuentros con una raza de gigantes hacia el norte cuando se aventuraron a salir en expediciones de exploración.
¿Quiénes eran estos gigantes de pelo rojo que los libros de historia han pasado por alto? Sus lugares de enterramiento y restos han sido descubiertos en casi todos los continentes.
En los Estados Unidos han sido desenterrados en Virginia y en el estado de Nueva York, Michigan, Illinois y Tennessee, Arizona, y Nevada.




Encuentro Español - Aproximadamente 1768?




Y es en el estado de Nevada que la historia de las guerras de los nativos Paiute contra los hombres gigantes pelirrojos pasó de ser un mito local a una realidad científica en 1924, cuando fueron excavadas las Cuevas Lovelock.
Hubo un tiempo en que la cueva de Lovelock (Lovelock Cave) fue conocida como la cueva Herradura, debido a su interior en forma de U.
La caverna - situada a unos 20 kilómetros al sur de la moderna ciudad de Lovelock, Nevada, es de aproximadamente 40 pies de profundidad y 60 pies de ancho. (Lea "Lovelock, Nevada - An Explanation"
Es una cueva muy antigua que pre-data a los humanos en este continente. En tiempos prehistóricos estaba debajo de un gigantesco lago interior llamado Lahontan que cubría la mayor parte del oeste de Nevada.
Los geólogos han determinado que la caverna fue formada por las corrientes del lago y la acción del oleaje.


La leyenda
Los Paiutes, una tribu de indios norteamericanos originaria de partes de Nevada, Utah y Arizona, le contaron a los primeros colonos blancos sobre las batallas de sus ancestros con una feroz raza de gigantes blancos, de pelo rojo. Según los Paiutes, los gigantes ya estaban viviendo en el área.
Los Paiutes llamaron a los gigantes "Si-Te-Cah", que literalmente significa "comedores de tule." El tule es una planta de agua, fibrosa de la que los gigantes tejían balsas para escapar de los continuos ataques de los Paiutes. Ellos utilizaban las balsas para navegar a través de lo que quedaba del lago Lahontan.
Según los Paiutes, los gigantes de pelo rojo eran tan altos como de 12 pies y eran un pueblo cruel, inaccesible que mataba y se comía a los Paiutes capturados como alimento. Los Paiutes le contaron a los primeros colonos que después de muchos años de guerras, todas las tribus en el área finalmente se unieron para deshacerse de los gigantes.
Un día, mientras que perseguían a los pocos enemigos de pelo rojo restantes, los gigantes, escapándose se refugiaron en una cueva. Los guerreros tribales exigieron a su enemigo que saliera y luchara, pero los gigantes se negaron rotundamente a abandonar su santuario.
Frustrados por no derrotar a su enemigo con honor, los jefes tribales hicieron que los guerreros luego le prendieron fuego a la entrada de la caverna con un cepillo, en un intento para forzar a los gigantes a salir de la cueva.
Los pocos que salieron fueron muertos instantáneamente con andanadas de flechas. Los gigantes que se mantuvieron dentro de la caverna fueron asfixiados.
Más tarde, un terremoto sacudió la región y la entrada de la cueva colapsó dejando solamente espacio suficiente para que entraran los murciélagos de hicieran de ella su hogar.




Stan Nielsen en la cueva Lovelock




La excavación
Miles de años después, la cueva fue re-descubierta y se encontró que estaba llena con guano de murciélago de casi 6 pies de profundidad. El guano de murciélago en descomposición se convierte en salitre, el principal ingrediente de la pólvora, y era muy valioso.
Por lo tanto, en 1911, fue creada específicamente una empresa para la explotación del guano. Al progresar la operación minera, se fueron encontrando esqueletos y fósiles.
El guano se extrajo casi 13 años antes de que los arqueólogos fueran notificados acerca de los hallazgos. Desafortunadamente, para entonces muchos de los artefactos habían sido accidentalmente destruidos o simplemente desechados.
Sin embargo, lo que los investigadores científicos pudieron recuperar fue asombroso: más de 10.000 artefactos fueron desenterrados, incluyendo los restos momificados de dos gigantes de pelo rojo - una hembra de 6,5 metros de alto, un hombre de más de 8 pies de altura.
Muchos de los artefactos (pero no los gigantes) pueden verse en el pequeño museo de historia natural localizado en Winnemucca, Nevada.


La confirmación del mito
A medida que la excavación de la cueva progresaba, los arqueólogos llegaron a la ineludible conclusión que el mito Paiutes no era ningún mito, sino que era verdad.
Lo que los condujo a darse cuenta fue el descubrimiento de muchas flechas rotas que habían sido disparadas a la cueva y una capa oscura de material quemado debajo de las secciones del guano superpuesto.
Entre los miles de artefactos recuperados de este sitio de un pueblo desconocido es lo que algunos científicos están convencidos es un calendario: una piedra con forma de rosquilla con exactamente 365 muescas talladas a lo largo de su borde exterior y 52 muescas correspondientes a lo largo del interior.
Pero eso no iba a ser el capítulo final de los gigantes de pelo rojo en Nevada.
En febrero y junio de 1931, dos esqueletos de gran tamaño fueron encontrados en el lecho del lago seco de Humboldt, cerca de Lovelock, Nevada.
Uno de los esqueletos midiendo 8,5 metros de altura y fue más tarde descrito como habiendo sido envuelto en una tela cubierta de goma, similar a las momias egipcias. La otra medía cerca de 10 pies de largo. [Revista Nevada Review-Miner, 19 de junio de 1931.]








FUENTE


Bueno hasta aquí esto me parecía otra leyenda urbana de internet y comenzé a averiguar si había algo mas... sorprendentemente me encontré con esto...






Aparentemente los restos oseos de los gigantes están en el museo del que se hace referencia (Museo de Humboltd, Winnemuca, Nevada, USA), por lo que parece los mismos no estan a la vista del publico y debe solicitarle al Curador la autorización para poder verlos... como se menciona en esta página


Aquí un compilado en PDF (ingles) para el que le interese el tema...


Gracias por pasar


Fuente

Una terrible guerra contra extraterrestres en la antigüedad



Algunos escritos antiguos de China anteceden a su calendario tanto como 300 años, las cuales sugieren que las regiones del norte fueron invadidas por fuerzas extraterrestres. Estos ejércitos de extraterrestres construyeron pirámides, esclavizaron a la gente y lucharon contra los desafiante caudillos de Asia.



Sin embargo otra raza, indígena de la misma zona en ese momento, intervino en la batalla. Gigantescos hombres, de 3.6 metros de alto con el pelo color rojo llameante y trajes de cuero como armadura, ayudaron a repeler contra los intrusos extraterrestres. Era un tiempo donde los feroces gigantes vagaban por la tierra. Ellos salvaron China — y quizás al mundo, conduciendo a las hordas de extraterrestres hacia las profundidades ilimitadas del vacío...

Zecharia Sitchin habló de los Annunaki y otros investigadores hablaron de la terrible guerra aérea y nuclear que se libró hace 25.000 a 30.000 años entre dos avanzadas ciudades-estado ubicadas en lo que hoy es el norte India y el gran desierto de Gobi de Mongolia.

Pero pocos en Occidente están familiarizados con otra guerra que se desencadenó entre los primeros pueblos de China, los despiadados extraterrestres y los legendario gigantes pelirrojos de los gélidos territorios del Norte: La increíble Guerra entre Chinos y Extraterrestres.


Restos antiguos apuntan a la guerra
entre gigantes y extraterrestres



Una terrible guerra

Restos de información y mitos entre algunos pueblos del norte de China y Siberia meridional refieren a la historia de una terrible invasión procedentes del cielo cuando descendieron los malvados dioses y hicieron esclavos al hombre y a la bestia.


Trozos de información acerca
de la guerra siguen existiendo


Aunque los primeros registros de la guerra que duró centurias fueron talladas, en arcaicos caracteres Jiaguwén — un lenguaje escrito que la moderna caligrafía china desarrolló — en las escápulas de buey y pilastrones de tortuga con los acontecimientos históricos no han sobrevivido hasta los tiempos modernos.


Artefacto Jade: las caras de
los maestros extraterrestres


Pero la esencia de los acontecimientos y las consecuencias fueron transmitidas y los restos de algunos de los primeros documentos escritos sobre papel de arroz aún sobreviven.


Los enojado 'dioses' invadieron
la indefensa China ancestral



Reconstrucción de la invasión

Naves de otro sistema estelar llegaron al norte de China años antes de que los chinos crearan su calendario. De acuerdo con investigadores asiáticos, el calendario Chino se originó durante el siglo 14 A. C. Sin embargo, otros insisten que un emperador llamado Huang inventó el calendario mucho antes. Leyendas afirman que fue inventada hacia el año 2.637 A. C.


Desaparecido fragmento de
un antiguo manuscrito hace
referencia a una batalla


El calendario oficial parece estar de acuerdo con esta última versión y celebra el año occidental de 2012 como el año chino de 4710. Siguiendo hacia atrás desde ese número el calendario comenzó en el siglo 27 A. C.

La invasión extraterrestre, la subyugación y la posterior guerra comenzaron en algún momento durante el siglo 30 A. C.

Aunque no hay restos del registro de Jiaguwén de ese período de tiempo, una roca tallada de 3.000 años representando a los invasores señores extraterrestres todavía existe. Un científico chino recientemente había descubierto la asombrosa roca tallada cerca de Guangdong, una provincia en la costa del mar de China meridional. La roca tallada se ajusta como otra pieza del rompecabezas de participación renuente de China en una guerra interestelar.


Científico señala que el tallado del extraterrestre
tiene aprox. 3.000 años de antiguedad


La representación de los extraterrestres también corresponde a los antiguos registros: los extraterrestres eran altos, delgados, vestían a menudo un aparato respiratorio (cascos) si estaban fuera de sus naves durante largos periodos de tiempo y los cascos tenía dos o tres antenas que eran descritos como delgados brotes de bambú por los escribas que grabaron la guerra.


Antiguo disco chino representa
guerra extraterrestre


Después de que los extraterrestres llegaron, los pueblos de la región fueron forzadas rápidamente a ser mano de obra esclava para servir a sus nuevos amos extraterrestre. A diferencia de los Annanuki de Sitchin -- que afirmó que los sumerios y otras antiguas culturas mantuvieron registros de su esclavitud por parte de los dioses del cielo y fueron obligados a trabajar en las minas de oro -- el pueblo de lo que más tarde se convirtió en China se vieron obligados a construir pirámides y se les enseñó a fabricar tubos diseñados para succionar algún elemento misterioso desde las profundidades de la tierra.


Científicos chinos dicen que estas
pirámides es de origen extraterrestres


Cientos de pirámides cruzado China. Algunos científicos de universidades chinas creen al menos que varias de las pirámides tienen decenas de miles de años. Las estructuras son misteriosas como la antigua cultura asiática que no fue el único que habría construido pirámides, como los egipcios y más tarde lo hicieron las culturas mesoamericanas, y las pirámides no servían para algún propósito religioso, no tenía ninguna relación con la industria única y verdadera de aquella época.

Muchos murieron durante la ocupación extraterrestre y de acuerdo a lo que puede extrapolarse de los escritos dispersos, tallados y mitos regionales que todavía persisten, una serie de levantamientos ocurrieron al intentar derrotar a los amos extraterrestres, pero cada revuelta fue brutalmente aplastada.


Los vikingos también tenían
leyendas de los gigantes



Gigantescos salvadores aparecen desde el noroeste

Una antigua raza de gigantes, cuyos pies pueden haber pisado el suelo de todos los continentes durante los días de la antigüedad, vino al rescate de los esclavos oprimidos. Sus huellas, incluso esqueletos, momias y artefactos de los gigantes existen hasta el día de hoy.


Restos momificados de un gigante
pelirrojo en el Museo chino


Ellos eran conocidos en las Américas, a lo largo de Asia, Siberia y Europa: los gigantes Guerrero pelirrojo que llevaban la armadura de batalla de cuero y eran tan alto que alcanzaban los 3.6 metros.

2012: Extraterrestres envían mensajes reales




link: http://www.youtube.com/watch?v=ub3SsoV512M&feature=related


Según el mito que sobrevive -- ningún registro escrito existe -- los gigantes aparecieron desde el noroeste y rodearon a la región sorprendiendo y enfrentándose con los extraterrestres. Los gigantes se dice que fueron sobrenaturalmente fuertes, podían levantar a los extraterrestres y romper sus espaldas y generalmente aterrorizaron a los místicos invasores con actos de ferocidad, terror e intrepidez física.


Una alianza entre asiáticos y
gigante alejó a los extraterrestres


Aunque los extraterrestres tenían avanzado armamento, la fiereza y la temeridad de los gigantes pelirrojos, agregado a la ira de los rebeldes esclavos asiáticos, finalmente obligaron a los soberanos a irse.

En los 5.000 años desde el final de la guerra, los extraterrestres no han retornado y los aldeanos todavía hablan fervientemente de las antiguas batallas, esperando que los extraterrestres nunca más regresen...


domingo, 17 de junio de 2012

LAS PINTURAS DE TASSILI

El desierto del Sáhara que se extiende desde las cordilleras del Atlas al Norte, hasta el Sudán al Sur, y desde Egipto al Este, hasta el Océano Atlántico al Oeste. Con 8 millones de kilómetros cuadrados, es un lugar realmente difícil para cualquier tipo de investigación arqueológica o científica por su clima, con temperaturas de más de 50º centígrados y en donde las arenas, que invaden todo lo que la vista alcanza, ocultan cientos de misterios de difícil explicación. A principios de 1933, arqueólogos y geógrafos franceses pudieron observar algunos apuntes de las pinturas tomados por el teniente Charles Brenans, que era el responsable del puesto de Tassili n’Ajjer, zona situada en el desierto del Sáhara. Macizo montañoso con una extensión de 800 km. de largo por poco más 60 km. de ancho, que se encuentra en la frontera del sur de Argelia con Libia. Brenans al llevar a cabo un reconocimiento con su escuadrón de camellos, descubre en las paredes rocosas de las cavernas de un valle denominado Ighargharen, todo un enorme grupo de inverosímiles pinturas hechas sobre la piedra. Ante sus ojos había representaciones de animales y figuras humanoides. Brenans había descubierto las pinturas rupestre de Tassili.La emoción se proclamó rápidamente puesto que hasta aquel entonces, se creía que aquellas zonas de África nunca fueron habitadas. La comunidad científica quedó asombrada al divisar aquellas representaciones de la vida material, espiritual y religiosa de los pueblos del paleolítico del Sáhara. Algunos científicos ya afirmaban que el desierto del Sáhara había sido una zona de rebosante vida hace 4000 años, cosa que quedó totalmente demostrada gracias a estas pinturas.Después de varios años, un pequeño grupo de especialistas del Sáhara, recorrieron las montañas de Tassili para realizar un estudio más profundo sobre la situación de las pinturas. La guerra impidió que se pudiera llevar a cabo un estudio en profundidad y serio de las pinturas, por lo que el grupo de especialistas tuvo que recurrir al ejército francés. Entre estos especialistas se encontraba una persona de carácter excepcional y amante del desierto por encima de todo, el etnólogo y arqueólogo francés Henri Lhote.





Henri Lhote era huérfano desde niño, comenzó a trabajar a los 14 años, años mas tarde sufre un grave accidente que truncó su carrera de aviador militar. A los 20 años, ansioso de aventuras, busco la forma de vivir y trabajar en el desierto. Obtuvo un trabajo que trataba de combatir la langosta en el desierto, para ello recibió 2.000 francos, con los que Henri Lhote compró un camello y varios libros sobre la langosta, con este equipamiento y sin nada de experiencia a sus espaldas emprendió un viaje hacia el desierto sin saber los peligros de ese inmenso mar de arena.

Estuvo más de tres años en el desierto del Sáhara, alejado de cualquier núcleo urbano y civilización. Recorrió el desierto más grande del mundo varias veces en todas direcciones, lo que en su viaje sumó más de 80.000 km y entabló amistad con los Tuaregs, gentes que pueblan la región de los ríos secos en el macizo de Ahaggar. Gracias a los conocimientos que ganó sobre el desierto, la universidad de París lo premió con un doctorado. Gracias a este destacado nombramiento, su pasión por el desierto se vio intensificada aún más, lo que lo llevó a preparar una expedición para investigar las pinturas rupestres de Tassili, expedición que no se realizó puesto que estalló La Segunda Guerra Mundial.
Cuando estaba de servicio, una gravísima lesión de columna vertebral lo dejó totalmente incapacitado y estuvo diez años tendido de espaldas. El destino se interponía en su sueño de plasmar en papel aquellos tesoros de arte paleolítico.
A principios de 1956, obtuvo ayuda del gobierno francés y de algunas entidades científicas para poder organizar por fin la expedición a la meseta de Tassili n’Ajjer. Tanto el viaje como la inmensa zona de desfiladeros presagiaban toda clase de riesgos. Pero Henri Lhote jamás retrocedió un solo paso, quería cumplir su sueño a toda costa.






En febrero, el equipo de Henri Lhote se puso en marcha hacia el peligroso desierto, la expedición contaba con treinta camellos, un guía tuareg, dos auxiliares y los especialistas:
- George Le Poittevin (43 años) pintor y otro apasionado del Sáhara.
- Claude Guichard (23 años) especialista en frescos.
- Jaques Vilet (20 años) alumno de la escuela de artes aplicadas.
- Phillippe Letellier (20 años) fotógrafo y cineasta de la expedición.
- Irene Montandon, diplomada en lengua Bereber, vivía entre los tuaregs y participó durante tres meses en la expedición.
Los días fueron agotadores, a partir de Yanet empiezan a aparecer desfiladeros en las montañas. La meseta de Tassili se encuentra a mas de 700 metros de altura sobre el nivel del mar. El propio Lhote describió el ascenso a dicho lugar:
“Las bestias tienen cortado el aliento por el esfuerzo, la rampa es cada vez más empinada y la mole de pedruscos se va haciendo más imponente. Algunos camellos se desploman bajo la carga que cae rodando torrentera abajo; los hombres deben acudir a todas partes. En los guijarros se perciben huellas de sangre, pues sin excepción todos tienen despellejadas las patas y se han dañado las pezuñas en las aristas cortantes de las rocas. El animal que lleva las grandes cajas con los tableros de dibujo acaba de desplomarse bajo su carga que ha dado contra una peña y está claro que jamás podrá incorporarse. Mando sacar los tableros y tomo la decisión de que nos los carguemos al hombro. Cada uno recibe su parte y aquí comienza el calvario para todos, pues aún no se divisa la cima y el sendero se encrespa más y más bajo nuestros pies…”
Después de incontables esfuerzos, se cumplió la hazaña, y cada día que pasaba en la meseta de arenisca equivalía a más sorpresas; cuevas, acantilados, abrigos en las rocas. Las cuevas de las pinturas estaban dispersas por el terreno.
La región en la que se encontraban la expedición se asemejaba a un paisaje lunar, nos decía Lhote:
“Lo deforme y lo fantástico de sus contornos finge graneros desfondados, castillos de ruinosos torreones, decapitados gigantes en actitud de súplica. Atraviesan ese dédalo y en él se entrecruzan desfiladeros de piso arenoso, angostos como callejas medievales. Quien allí se aventura cree hallarse en una ciudad de pesadilla.”
Henri Lhote y su equipo llegaron a su meta, y Lhote comenzó el trabajo de calco y coloreado de las pinturas. En cada laberinto de roca aparecían nuevas colecciones de arte rupestre paleolítico. Las pinturas eran muy extrañas, cazadores, arqueros, grandes escenas de la vida cotidiana, pequeñas gacelas o los descomunales y amenazantes “dioses” que se localizaban en superficies cóncavas o convexas. Para poder calcar los dibujos centímetro a centímetro era necesario estar de rodillas o tumbado en los deformes salientes de rocas.
De este modo, se registraron cientos de paredes e imágenes, Lhote escribió:
“Estábamos literalmente trastornados por la variedad de estilos y de temas superpuestos, en suma, nos tocó enfrentarnos con el mayor museo de arte prehistórico existente en el mundo y con imágenes arcaicas de gran calidad, pertenecientes a una escuela desconocida hasta el presente.”






Después de explorar la región de Tan-Zumaitak y la de Tamir, Henri Lhote y su equipo se dirigieron al pequeño macizo de Yabbaren. “Cuando veas Yabbaren -le había dicho su viejo camarada Brenans- te quedarás estupefacto”. Y no mentía cuando lo dijo, Yabbaren en el lenguaje de los tuaregs significa “Los Gigantes”, en este lugar es donde están representados los supuestos cosmonautas, son unas pinturas inmensas y desconcertantes. “Cuando nos encontramos entre las cúpulas de areniscas que se parecen a las aldeas negras de chozas redondas- dice Lhote- no pudimos reprimir un gesto de admiración hasta el punto el caos es salvaje e impresionante”. Esta zona parece como una pequeña ciudad, con sus calles y demás elementos urbanos, todas las paredes están cubiertas por estos seres de “cabezas redondas”, imágenes de gran tamaño pintadas entre el 7.500 o el 8.000 antes de cristo.
Estas pinturas no solo reflejaban a los habitantes de las tribus que habitaron la meseta de Tassili, sino también a supuestos cosmonautas que llegaron a la tierra durante el periodo paleolítico. Tal vez representen a seres superiores que descendieron en la meseta y que ante el temor de los nativos, pasearon por esa región montañosa del sur de Argelia observando la convivencia, evolución y técnica de los primeros grupos humanos. El propio Henri Lhote después de observar al “Gran Dios Marciano” de Yabbaren, escribió:
“Hay que retroceder un tanto para verlo en conjunto. El perfil es simple, y la cabeza redonda y sin más detalles que un doble óvalo en mitad de la cara, recuerda la imagen que comúnmente nos forjamos de un ser de otro planeta. ¡Los marcianos! Qué título para un reportaje y qué anticipación. Pues si seres extraterrestres pusieron alguna vez pie en el Sáhara, hubo de ser hace muchísimos siglos ya que las pinturas de esos personajes de cabeza redonda del Tassili, se cuentan, entre las más antiguas. Los “marcianos” -prosigue- abundan en Yabbaren y hemos podido trasladar no pocos frescos espléndidos referentes a su estatura. Brenans había señalado algunos pero las mejores piezas le habían pasado por alto pues son prácticamente invisibles y para volverlas a la luz había sido menester un buen lavado de las paredes con esponja.”
Entre estos descubrimientos hay un gran fresco en el que la figura central es “El Dios Astronauta” al que Henri Lhote consideraba de un periodo anterior al de “El Dios Marciano”. Lhote clasificó los dibujos en distintos grupos y periodos, muchos de los dibujos datan de más de 10.000 años de antigüedad, y en los que se podía apreciar seres con escafandra, guantes, botas, casco, extraños equipos e indumentarias. 
Estableció los siguientes grupos:
A) Seres de cabeza redonda y cuernos de pequeño tamaño.
B) Diablillos.
C) Dibujos del Período Medio con hombres de cabeza redonda.
D) Hombres de cabeza redonda evolucionada.
E) Período decadente de las cabezas redondas.
F) Hombres de cabeza redonda muy evolucionada.
G) Período de los Jueces de Paz o terminal.
H) Hombres blancos longilíneos del período prebovidense.
I) Hombres cazadores con pinturas corporales del período bovidense antiguo.
J) Estilo bovidense.
K) Período de los carros.
L) Período de los caballos montados o de los hombres bitriangulares.
Según los expertos, en las cavernas de Tassili se encontro “la más importante colección de arte rupestre conocida”. Es el Parque Natural, galardonado como Patrimonio de la Humanidad y está considerado como “la capilla sixtina del arte rupestre”. Están catalogadas 15.000 pinturas prehistóricas aunque es posible que en su totalidad asciendan a 80.000. 
Estas pinturas rupestres datan de 10 a 15 mil años de antiguedad; las pinturas de esa época solian tener una sola tonalidad de color, en cambio, las de Tassili usanban mas tonalidades, lo cual las hace mas especiales aún. La gran mayoría de las imagenes son de animales: jirafas, avestruces, elefantes, bueyes, yacarés e incluso hipopótamos, lo cual demuestra que en la antiguedad esa región estuvo llena de vida, Tassili quiere decir “plataforma o meseta de los ríos”. 
Para los pueblos nómadas, las cavernas ofrecian óptimas posibilidades de asentamiento humano. Un buen aislamiento térmico. Y según las pinturas, aquel lugar disponía de ríos cercanos y selva, con todos sus animales y plantas, por lo visto, se encontraban muy cerca de esas cavernas. Hoy en día, gran parte del Tassili se encuentra atravesada por wadis, ríos secos que recorren el territorio, dándonos una idea clara de lo que fue aquella inmensidad en tiempos remotos. Las pinturas reflejan por orden de edad las ocupaciones de los pueblos que allí vivieron: caza y pesca (7.000 a.c.), cria de ganado (4.000 a.c),
cria de caballos (1.700 a.c.).






Los pueblos que vivieron en la meseta de Tassili dejaron grandes misterios, el primero es que no hay enterramiento alguno, lo cual es raro y el segundo, las extrañas pinturas de seres con casco y escafandras parecidas a la de los actuales astronautas.
Llegados aquí, se debe aclarar que los hombres de la pre-historia no tenian capacidad para imaginar, es decir, estas pinturas no son fruto de la imaginación de estas culturas puesto que ellos retrataban lo cotidiano y sus vivencias diarias. Ante todo, eran “realistas”. Movidos por un impulso creador, ellos retrataban en sus cavernas escenas reales. Si ellos no inventaban, no hacían alegorías y no imaginaban cosas, entonces ¿qué son aquellas figuras humanoides con extraños cascos en la cabeza, escafandra, guantes, botas, en algunos casos antenas,tubos en la espalda, algunos midiendo hasta seis metros de altura, flotando en las curvas de las paredes de las cavernas?¿Los hombres de la Pre-Historia representaban cosmonautas? ¿Es probable que extraterrestres hallan visitado la Tierra hace 10 mil años? Esa es la opinión del arqueólogo ruso Alexei Kazantsev cuando visitó Tassili en 1962, divulgó algunas fotografias de estos seres que llamó “Los Marcianos de Tassili”.
La aparición de algunos símbolos junto a los frescos, han hecho suponer a varios investigadores la posible existencia de algún tipo de escritura hace 5.000 años, lo cual es un duro golpe para las tesis oficiales en las que se mantienen que Mesopotamia es la cuna de la civilización y de la escritura.
Estos presuntos “extraterrestres” se repiten también en las regiones de Azyefú, Ti-n-Tazarif y en Sefar. En Ananguat, dentro de un fresco de distintos estilos, se puede distinguir a un extraño personaje que se encuentra con los brazos extendidos hacia delante y sale de un extraño objeto ovoide. Lhote escribió acerca de este fresco lo siguiente:
“Más abajo, otro hombre emerge de un ovoide con círculos concéntricos que recuerda un huevo, o más problemáticamente un caracol. Toda prudencia es poca para interpretar semejante escena, ya que nos hallamos ante unos temas pictóricos sin precedentes.”
Esas son las palabras de Henri Lhote, el etnólogo y explorador que rescató el patrimonio artístico de remotos pueblos que habitaron este maravilloso lugar. Los “Dioses de cabezas redondas” refuerzan la fascinante hipótesis con múltiples indicios de distintas partes del mundo referentes a la posible intervención de seres del mas lejano espacio en el remoto pasado del planeta tierra.
Aun hoy, en la meseta de Tassili n’Ajjer, el “Gran Dios Marciano” permanece imborrable en la roca del macizo argelino. Estas pinturas son quizás un testimonio mudo de la visita de seres que llegaron de las estrellas, seres de inteligencia superior provenientes de algún rincón del universo. Nuestras mentes no están preparadas para asimilar lo que allí aconteció hace milenios, solo están preparadas para percibir un pequeño fragmento de esta fascinante historia.
En 1976, una expedición de investigadores españoles viajaron a esta zona del Sahara para investigar mejor estas maravillosas cavernas de Tassili n’Ajjer, la expedición contó con diversos problemas con las autoridades Argelinas puesto que se encontraban al borde de una guerra con Marruecos. También tuvo bastantes problemas con las tempestades de arena de estas zonas, pero después de un duro trabajo, estos españoles realizaron el mejor trabajo fotográfico de las cavernas de Tassili.
Este equipo se fijó en que las imagenes podian ser tratadas como una historia correlativa que según ellos quedaría así:
“Seres extraterrenos posaban regularmente en el Tassili y establecían contactos con sus habitantes. En una de esas veces, ellos secuestraron varias mujeres de su tribu para el interior de la nave y partieron. Y las mujeres fueron devueltas con la semilla de la nueva raza.”
De todas las pinturas la más interesante, por ser las más extraña, es la que se ve a una especie de buzo con su traje completo y escafandra con ranuras en su parte frontal que refleja tener un torpe movimiento dando la impresión de levitar o volar atado a algo mediante un cable largo.
A este dibujo, de seis metros de altura, Henry Lhote lo llamó “el gran dios marciano”.
Otra pintura muy interesante, es la que fue bautizada como “la mujer estriada” y representa una figura femenina (que parece está flotando) con largos brazos extendidos hacia atrás, remolcando a otro ser puesto de rodillas y encorvado hacia delante con gesto indiferente a la escena, mientras que otro aparece saliendo de un extraño disco. Curiosamente hay muchos discos realizados en diferentes colores y todos parecen estar flotando.
Tassili ha sido declarada por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad y para algunos expertos es "la Capilla Sixtina del paleolítico", con unas pinturas que en algunos casos alcanzan los 10.000 años de antigüedad.
Pero... ¿qué significan todos estos dibujos? ¿son las prueba de una cultura extraterrestre? Todo esto son preguntas que ni los más esotéricos han podido responder, salvo para los creyentes en abduciones... esta es la prueba de que hay extraterrestres y de que nos visitan.
Sea o no la prueba de vida extraterrestre, las pinturas de Tassili son un fantástico enigma que puede plantear muchas teorias.



La verdad sobre la red de túneles de Escocia a Turquía

tuneles
Hace unos días ha resurgido una noticia del año pasado, en la que se realizaban afirmaciones extraordinarias sobre una red de túneles creadas hace 12.000 años, que conectan Escocia con Turquía, insinuando que incluso transcurren por debajo del Canal de la Mancha.
El arqueólogo alemán Heinrich Kush ha descubierto una red de túneles subterráneos de 12000 años que conectan Escocia y Turquía. Este descubrimiento podría revolucionar el campo de la arqueología y dar lugar a una revisión de la historia antigua. El hallazgo ha sido publicado en el libro “Los Secretos de la Puerta Subterránea hacia un Mundo Antiguo” escrito por Kush.
La existencia de un túnel subterráneo excavado en la roca por debajo del nivel del mar, es innegable que hay varios tramos de túneles que datan, según los estudiosos, hasta el Neolítico. Los expertos consideran esta arquitectura del Neolítico como una forma de refugio para la población, ¿Pero sin conductos de aire? ¿Y para protegerse de qué?.
Exociencias
El origen de esta historia proviene de un artículo que apareció en el periódico Daily Mail, que se ha traducido erróneamente al castellano, y que posiblemente también fue mal traducido al inglés desde el alemán. Por ejemplo la frase:
Stone Age man created a massive network of underground tunnels criss-crossing Europe from Scotland to Turkey, a new book on the ancient superhighways has claimed.
debería entenderse como
El hombre de la edad de piedra creó una extensa red de túneles subterráneos a lo largo de toda Europa, desde Escocia a Turquía.
Pero se ha traducido como “una extensa red de túneles cruzan Europa desde Escocia a Turquía”.
Otra frase controvertida es:
They do not all link up but taken together it is a massive underground network.
No todos los túneles están interconectados. De hecho muy pocos lo están. El artículo se publicó el 4 de agosto de 2011 y no está firmado. Tiene todo el aspecto de ser uno de esos engendros de becario cubriendo turno de vacaciones, que en ocasiones vemos durante los meses estivales.
Pero el libro y el autor existen en realidad. La obra se puede adquirir en amazon.


kusch


En este libro, el Dr. Henry Kush, prehistoriador y profesor de la Universidad Karl-Franzen en Graz, junto con su esposa Ingrid analiza la intrincada red de túneles ubicada en la región de Stiria, en Austria, cuya finalidad sigue siendo un misterio.
Si bien es cierto que ninguna explicación sobre su función es completamente satisfactoria, existen pruebas de radiocarbono realizadas sobre material orgánico encontrado en los túneles que los datan entre los años 950 y 1050. Por lo tanto, la afirmación de los Kusch que los llevan al final de la edad de hielo, es errónea y exagerada.
Hay más de 700 túneles en Baviera y 500 más en Austria, siendo en su mayoría de una longitud entre 20 y 50 metros. Los pasajes más grandes son lo suficientemente altos como para que la gente puede caminar a través de ellos en una posición encorvada, pero otros son tan pequeños que los exploradores tienen que moverse a gatas. Muchas galerías están conectadas a lugares de asentamiento antiguos. Las entradas de los túneles a veces se encuentra en las cocinas de los antiguos caseríos, cerca de las iglesias y cementerios, o en el medio de un bosque. Fueron construidos por personas que sabían lo que hacían. No se utilizaron vigas, y para descargar el peso que soportaban las paredes, los túneles serpentean en zig zag. Cada cierto espacio, hay unas cavidades en los que se dejaban las lámparas para iluminar mientras que se trabajaba.
En Beutelsbach había un castillo que fue derribado en el siglo XVIII, y esos túneles quizá fuesen vías de escape para poder salir en caso de asedio. Otros creen que se trataba de mazmorras para los delincuentes, o bien lugares de curación. También hay quien cree que eran lugares de culto de los druidas, o salas de espera para las almas antes de alcanzar el paraíso. Investigadores como Weichenberger, creen en cambio que la función de estos túneles era protegerse de los rebeldes húngaros denominados Kurucs, que con el apoyo de los turcos otomanos, saqueaban las zonas pobladas llevándose todo lo que tuviese valor y matando a los que se interponían.
Como resultado de la cooperación internacional del grupo Erdstall, nuevas pistas han salido a la luz. Las galerías también se concentran en algunas partes de Irlanda y Escocia, y también hay otras similares en el centro de Francia. Esta distribución tiene paralelismos interesantes con las rutas que siguieron los monjes irlandeses y escoceses, quienes procedentes del norte celta en el siglo sexto, viajaron por todo el continente como misioneros. Hay investigadores que especulan con la posibilidad de que estos primeros misioneros cristianos también propagaron ideas paganas, remanentes de las viejas enseñanzas druidas, especialmente sobre los conceptos celtas de la otra vida, que los llevó a la construcción de galerías subterráneas.
Poco más se sabe de esos túneles, lo que los convierte en un fantástico objetivo para los vendemisterios, que no dudan en modificar u omitir las partes de la historia que hagan falta para que quede más atractiva… y vendible.


FUENTE

domingo, 10 de junio de 2012

Los Tuneles Secretos de los Andes


¿Quiénes construyeron los desconcertantes túneles y galerías subterráneas de América del Sur? Si alguna civilización conoció el secreto, esta fue sin duda el Imperio Inca. Pero, ¿fueron ellos en realidad sus constructores? ¿O tan sólo custodiaban las entradas sagradas al Uku Pacha o “mundo de abajo”, donde vivían según sus leyendas los seres sabios de antiguo?

Ficción o realidad ignorada, veamos a continuación algunas señales de este enigma, un claro mensaje que puede rastrearse desde el Titicaca al Cusco u “ombligo del mundo”.

El recuerdo de los gigantes

El punto de partida, inevitablemente, es Tiahuanaco. Llamada en el pasado “Ciudad Eterna”, la antigua Wiñaymarca del gran Huyustus, el primer Gran Maestre de “los sacerdotes salvados de las aguas”. Sin duda, Tiahuanaco esconde el recuerdo de esa avanzada civilización que llegó a tierras andinas de allende los mares. Y para nuestra suerte, aún podemos rastrear la historia de aquel empolvado tiempo. Prueba de ello es el testimonio de Katari, uno de los más grandes quipucamayocs del incanato - aquellos que guardaban los archivos históricos del Imperio - quien comentó a los conquistadores que el legendario Huyustus era un señor poderoso, rubio y de ojos azules, que vino de muy lejos...


Kalasasaya

Tres horas en automóvil toma llegar desde la capital de Bolivia, La Paz, al yacimiento arqueológico. A casi cuatro mil metros de altura, esta leyenda ya se respira en el Ande.

Hoy en día los pescadores del Titicaca - en el lado boliviano - recuerdan la historia de la antigua Wiñaymarca, la morada prehistórica de los “gigantes” que acompañaron a Huyustus. De hecho, el mismo Pedro Cieza de León, reputado cronista español, recogió un dato interesante que sugiere la antigüedad real de esta ciudad: cuando los incas llegaron a Tiahuanaco, la hallaron fragmentada, en ruinas, lo cual ya nos indica qué tenía mucho tiempo de estar allí. Quizá desde los primeros tiempos post “diluvio”. El inca Garcilaso de la Vega, apoyando esta posibilidad, escribía en sus Comentarios Reales (1609) que un hombre extraño apareció en Tiahuanaco cuando “cesaron las aguas”, lo que también nos hace recordar aquella teoría que sostiene una migración de sobrevivientes atlantes hacia la Cordillera de los Andes.

Como fuere, la existencia de gigantes antiguos no nos debe sorprender, por cuanto cronistas de diferentes épocas hacen amplia referencia a ellos. En todas las culturas, encontramos claras alusiones a seres de gran estatura. Por ejemplo, en la India se habla de los Dânavas y los Daityas; en Ceilán de los Râksharas; en Grecia hallamos a los legendarios Titanes; Caldea, por su parte, mantiene en su memoria la existencia de los Izdubars (Nimrod); los judíos los Emins de la tierra de Moab. Y así podríamos continuar ya que la lista es larga. Además, por si el lector aún tiene dudas, existen fósiles de los gigantes, los mismos que alcanzan una estatura de 3.75 a 4.00 metros. No hay que olvidar que los antropólogos han acuñado el término de “gigante pithecus” y “megantropo” para identificar a grupos humanoides de gran estatura, que vivieron hace millones de años en lugares tan diferentes como China, Java y Transwaal. ¿Todos se extinguieron? ¿Cuál fue el origen del gigantismo?

Las leyendas incas mencionan a estos gigantes una y otra vez. En el Perú antiguo, por citar un evento, se afirma que en tiempos del incanato hubo una llegada masiva de gigantes en las costas de Lambayeque (!). ¿Quiénes eran? ¿De dónde venían? ¿Tenían relación con la Atlántida y sus supuestos supervivientes?

Extraordinaria fotografía del célebre artista cusqueño Martín Chambi, en donde aparece el llamado “gigante de Paruro”, descendiente de los antiguos, al lado de un actual mestizo peruano. (1917).


Una teoría arriesgada para muchos - pero posible- sostiene que el gigantismo se debe a la hibridación con seres extraterrestres de gran estatura; así se habría transmitido el código genético necesario para una posterior mutación. Si fuese así, ello tampoco nos debería sorprender. En la Biblia, así como en otros textos sagrados, existen diversos relatos de la unión de “los dioses” o “seres angélicos” con las hijas de los mortales. Y de estas uniones nacieron gigantes…

En Tiahuanaco, a decir del estudioso Guillermo Lange Loma, en su documentada obra “El Mensaje Secreto de los Símbolos de Tiahuanaco y del Lago Titikaka”, los gigantes eran conocidos bajo el nombre de “Antilis” y “Chullpas”, sobrevivientes de un mundo perdido, estableciendo en el altiplano, hace miles de años, una sociedad avanzada que fue la madre del Imperio Inca. No hay que olvidar que para Arthur Posnansky, padre de la arqueología boliviana, Tiahuanaco tiene entre 10.000 y 15.000 años de antigüedad. Y recientemente, gracias al investigador británico Graham Hancock, se ha demostrado que esta fecha no es imposible - basándose en la alineación del templo tiahuanacota de Kalasasaya con la posición de ciertas estrellas bajo la ley del ciclo precesional- .

¿Fueron aquellos gigantes o “antilis” construyeron esta ciudad de piedra y sus túneles en esos tiempos remotos?

Seres poderosos que dejaron su huella

Según un Quipu ―sistema de nudos para transmisión de información en tiempos de los incas― descifrado por Yutu Inga, los Servidores Invisibles de Wiracocha, el Dios supremo andino, fueron los Huamincas, que eran descritos como “ángeles bellos o resplandecientes”.

Las leyendas andinas atesoran abundantes y extrañas referencias a esos seres poderosos que habrían morado en Tiahuanaco. Aquellos titanes dominaban los elementos, hacían llover fuego, partían la tierra formando quebradas o levantaban cerros. Les nacían alas, y al final, después de prodigar sus profecías se convertían en huacas o númenes protectores. No dudo en que los monolitos de Tiahuanaco encierran los principios de todas las ciencias y artes. Esconden un mensaje.

Yendo más al fondo, vemos que similitudes lingüísticas en el mundo nos permiten deducir que la raíz aymará “Ti” del nombre Tiahuanaco o Tiwanaku evoca a la divinidad misma, como el Tien chino, el Theos griego o el Teotl nahuált del México antiguo. Es atrayente conocer el posible significado etimológico de la palabra Tiahuanaco: “tio”, en aymará, quiere decir “dios”; “ti-huan” significa “de dios”, y “aka”, significa “esto”. Entonces Tiahuanaco se traduciría como “esto es de dios”.

Ese contexto mágico-espiritual se percibe cuando se contempla el Inti Punku. Es la pieza lítica que llama la atención a todo aquél que visita Tiahuanaco: la Puerta del Sol. Este bloque de andesita, hecho en una sola piueza de 10 toneladas, contiene un olvidado lenguaje ideográfico que nadie ha sabido interpretar correctamente. El propio cronista español Cieza de León queda extasiado ante su portento.

Los indios dicen que la grieta que muestra la Puerta del Sol fue hecha por un “rayo” que del cielo cayó a Tiahuanaco (?). Existen muchos hechos extraños en torno a este enclave andino y la súbita desaparición de sus habitantes.
Ricardo González en la Puerta del Sol


A estas alturas, muchos se preguntarán cuál es la conexión de los túneles antiguos con estas ruinas y sus olvidados habitantes.

Veámoslo a continuación.


Un tunel a Cusco

Volviendo al relato de Katari, uno de los últimos “archivadores” de información inca a través del sistema de quipus, hallamos una posible explicación al destino de Tiahuanaco.

Huyustus ―según la leyenda que nos transmite Katari― era el “Señor Poderoso” de la meseta del Collao, el altiplano del Lago Titicaca. Aquel personaje procedente de tierras lejanas estableció un sistema de fortificaciones colosales, conocidas con el nombre de pukaras, que coronaban de baluartes inexpugnables los picos de la cordillera. Antes de morir ―concluye el relato contenido en el quipu inca― Huyustus dividió su reino “entre sus cuatro hijos”.

Inevitable pensar ahora en el mito de los cuatro “hermanos ayar”.

Es revelador este relato por cuanto uno de los hermanos, llamado “Ayar Manco”, fue precisamente el fundador del Imperio Inca al salir airoso de una caverna en el cerro Tamputoco, en el Cusco. Salió literalmente del Mundo Subterráneo. Eran los “hijos de Huyustus”, o para ser más precisos, sus descendientes.

Ya en 1845, el Conde de Castelnau, que dirigió una expedición científica bajo los auspicios del gobierno francés, al explorar Tiahuanaco concluyó también que Manco Cápac o Ayar Manco descendía de uno de los grandes reyes de Tiahuanaco llamado Huyustus.

Tiahuanaco fue atacada por antiguas tribus que se empezaron a diseminar por todo el altiplano del Collao, poniendo en peligro no sólo a los Sacerdotes Científicos de la otrora Ciudad Eterna, sino los tesoros que protegían. Entre ellos, y el más importante, un disco que pareciera de oro ―en verdad está hecho de una extraña aleación de metales― de unos tres metros de diámetro, que había sido una heredad de los Fundadores de Shambhala.

Como ya adelantábamos en “Los Maestros del Paititi”, Manco Cápac o Ayar Manco habría escapado de este ataque ―luego de ocultar el disco en una galería subterránea― a través de un túnel que, desde la hoy llamada Isla del Sol, le llevaría al Cusco, para fundar allí el Imperio Inca. Esta historia está sostenida por diversas observaciones de los cronistas de la conquista. Por ejemplo, el padre Bernabé Cobo, cuenta en Historias del Nuevo Mundo (1653) que un tal Juan de Vargas halló entre las ruinas de Tiahuanaco los restos de un gigante, como si hubiese sido ultimado por un ataque. En relación a los “atajos intraterrestres”, diversos cronistas mencionaron a boca de jarro la existencia de un túnel subterráneo de más de 400 kilómetros que une el Titicaca con Cusco. El mismísimo Garcilazo de la Vega, tan mesurado en sus escritos, insiste en la importancia de estas chinkanas o laberintos, como vemos, muy anteriores a los incas. El cronista español Cristobal de Molina, ya en 1638, se une también a nuestro pensamiento al afirmar que: “Manco Cápac pudo haber seguido esta galería subterránea desde la isla en el Titicaca hasta Cusco”.

Hemos visitado en repetidas ocasiones Tiahuanaco, la Isla del Sol y las diferentes esquinas secretas del Cusco. En todos estos enclaves comprobamos la existencia de antiguos ingresos a túneles, aunque, penosamente, la mayoría de ellos se encuentran tapados desde la época feudal boliviana y, por parte del Perú, en el martirio virreinal que asoló Cusco y luego la excesiva prudencia militar que procuraba “que no se perdieran más exploradores en su interior”.

Incluso, hemos estado en las auténticas cuevas de donde habría salido el mismísimo Manco Cápac, que al ser exploradas con calma el aspirante comprobará que se ensanchan lo suficiente como para permitir a una persona caminar de pie sin molestia alguna…

Siguiendo los indicios de aquel Gran Túnel que une el Titicaca con Cusco, llegamos inevitablemente a los centros sagrados más importantes del “Ombligo del Mundo” inca, descubriendo su contundente vinculación con el Reino Subterráneo o Uku Pacha. Y es que, así como los mayas fueron los más diestros hombres en la comprensión del Tiempo, los incas constituyen, sin duda, la civilización de antiguo que más contacto tenía con los túneles sagrados de América…


La arcana sabiduria andina

Los incas separaban en “tres mundos” la estructura del Universo: Uku Pacha o “Mundo de Abajo”; Kay Pacha o “Mundo de Aquí”; y Hanan Pacha o “Mundo de Arriba”. Aunque hay diversas interpretaciones filosóficas sobre este particular, analizando estos antiguos conceptos andinos sin apasionamiento alguno, vemos que es una sencilla y clara descripción del Mundo Subterráneo, el Mundo de Superficie, y el Mundo de los Cielos.

Los incas pensaban que las chinkanas o túneles del “Gran Laberinto” ―que realmente existen― conducían al Uku Pacha, donde vivían sus “ancestros”, seres poderosos que les revelaron, entre otras cosas, el arte de construir ciclópeas paredes de roca en las cumbres de los Andes.

Pero estos seres de gran sabiduría, que se mencionan insistentemente en las leyendas andinas, ¿qué tan antiguos son? ¿Son acaso, una referencia a los sacerdotes perdidos de Tiahuanaco, algunos de ellos establecidos en una secreta red subterránea? ¿Se trata de aquella civilización prehistórica, desconocida por nosotros

El cronista Huamán Poma Ayala, descendiente de una casta noble inca, en sus escritos afirmaba que los primeros incas “legítimos” fueron los Apo Cápac, muy anteriores a Manco Cápac, el “Adán de los Andes”, que a decir del cronista fue sólo “el primer Jefe de la Segunda Dinastía”.

Las Chinkanas sagradas

Se cuentan por doquier las historias de exploradores “desaparecidos” en el mundo intraterrestre del Cusco. Ya en 1624, Francisco Rueda, Juan Hinojosa y un tercer hombre llamado “Orué”, entraron en la misteriosa chinkana que se halla próxima a Sacsayhuamán, sin imaginarse que nunca más regresarían a la superficie. Más tarde, en 1814, el cronista mestizo Mateo García Pumakawa, le reveló al Coronel Domingo Luis Astete la existencia de esa antigua red de túneles que involucra “todo el Cusco”.


EEstos laberintos subterráneos - que sospechosamente terminan interrumpidos por grandes rocas, como si éstas hubiesen sido colocadas para ocultar alguna entrada secreta - como vimos, son anteriores al establecimiento del Imperio Inca. Recordemos, por ejemplo, que cuando llegaron los conquistadores al Perú, consultaron a los indígenas por quiénes habían construido Sacsayhuamán y los túneles adyacentes. Los relatos sostienen que los lugareños se limitaron a responder que estas moles de piedra y los túneles “siempre habían estado allí”, y que los más ancianos de la región las atribuyen a una raza desconocida que precedió a los incas: los Ñaupa Machu (Los muy antiguos, los de edad vieja).


Como fuere, la chinkana más significativa del Cusco la constituye el túnel subterráneo de 2 kilómetros que une Sacsayhuaman con el Qoricancha o “Templo del Sol”. Aunque siempre se relegó su existencia a los “cuentos de los indios”, recientemente el arqueólogo español Anselm Pi Rambla demostró que el legendario camino intraterrestre existe, afirmando inclusive que este descubrimiento “puede cambiar la óptica de la historia antigua del Perú”. Por si fuera poco, el investigador sostuvo que este camino subterráneo formaría parte de un conjunto de galerías, cámaras, fuentes y hasta antiguos mausoleos que se hallan bajo el mismísimo suelo de la ciudad del Cusco...

De acuerdo a las imágenes que obtuvieron a través de la medición con radar ―como parte del Proyecto Wiracocha, iniciado en agosto de 2000― comprobaron que la chinkana de Sacsayhuamán se comunica “en línea recta” con el Templo del Sol, con el Convento de Santa Catalina, con la Catedral o templo del Inca Wiracocha, con el palacio de Huáscar, con el templo de Manco Cápac y con el Huamanmarca. Además, es importante tener en cuenta que todos estos edificios conectados por la citada chinkana se hallan en perfecta alineación astronómica con el Sol, la Luna y algunas constelaciones.

Esta chinkana que une Sacsayhuamán con el Qoricancha guarda para nosotros un interés medular, por cuanto fue a través de este camino, que el príncipe Choque Auqui ―el último y secreto inca― huyó silenciosamente del Cusco para dirigirse al Antisuyo, región selvática del oriente peruano en donde yace la insondable Paititi o también llamada “El Dorado”.


El enigma de la zona X

Es muy posible que la Zona X ―quizá el lugar más emblemático del Cusco en relación al “mundo de abajo”― sea una de las entradas mágicas a aquel reino secreto que se oculta bajo nuestros pies. Curiosamente, se encuentra muy cerca de “La Colina de los Halcones”, el enclave andino donde se yergue Sacsayhuamán o mejor dicho “El Templo del Rayo”, mal llamado fortaleza porque se utilizó como punto estratégico de defensa ante la arremetida de los conquistadores.

Desde aquel paisaje que ofrece el conjunto de cuevas de la Zona X, el aspirante podrá contemplar corpulentas montañas, que parecen cóndores de piedra con las alas abiertas, como gigantescos guardianes que simulan dormir, pero cuyo ojo vigilante, se mantiene atento y acucioso sobre la “ciudad puma”.

La denominación “X” se debe a que desde gran altura el conjunto de cavernas dibuja esta letra, como si el lugar hubiese sido marcado o concebido desde los cielos del Cusco. Además, es muy extraño encontrar esculturas de piedra que se asemejan notablemente con las halladas en Hayumarca (Puno) y Marcahuasi. Este sector inexplorado, que refuerza el planteamiento del nombre, poco a poco se va convirtiendo en un atractivo turístico, más por la fama de fenómenos extraños que por un interés histórico o arqueológico. Las “desapariciones” de visitantes en estas chinkanas que, de pronto, se ven interrumpidas por alguna gran roca, se han reportado en más de una ocasión. Y es que el recinto pétreo de la Zona X insinúa con cierto encanto las diversas entradas y pasillos que llevan al mundo intraterrestre, aunque no siempre a través de accesos físicos, sino también interdimensionales.

Por esta razón los chamanes del Cusco utilizan hongos y bebidas alucinógenas para generar estados de “desdoblamiento” que les permitan ingresar a ese mundo interno y recibir profundas enseñanzas de los Hombres-Cóndor y Hombres-Amaru (serpiente en quechua), que no es más que una denominación andina para los Maestros del “Cielo” y del Mundo Subterráneo. Luego de haber hablado con un sinnúmero de Pacos o Sacerdotes Andinos, de manera particular con los ancianos del Reino Q’ero ―los descendientes auténticos de los incas― a más de 4.500 metros de altura, no guardamos la menor duda que ellos conocen el “secreto”.

Machu Picchu: Una ciudad ¿Inca?

Dada a conocer por el explorador norteamericano Hiram Bingham en 1911, Machu Picchu ―la “Anciana Montaña” en quechua― se ha convertido en uno de los enclaves de misterio más renombrados de toda América del Sur.


A 3.800 metros de altura, nos encontramos ante una obra soberbia que muestra una compleja disposición de templos, palacios y observatorios al filo de los abismos del Ande. Nadie ha podido explicar satisfactoriamente cómo los incas trasladaron los pesados bloques de piedra a estos riscos desde canteras alejadas - se dice que se utilizó granito del río Urubamba, situado a más quinientos kilómetros por debajo de la ciudadela - . Valga la aclaración, no creemos que haya sido levantada por visitantes cósmicos, pero sí con la técnica de un conocimiento perdido. En todo caso, lo más intrigante no es cómo se construyó Machu Picchu, sino por qué eligieron levantarla allí…

Machu Picchu

En su momento, el profesor de Astronomía de la Universidad de Postdam, Rolf Muller, haciendo mediciones con el gnomon solar de los incas o Intihuata del Machu Picchu, llegó a la conclusión de que el trazado original del emplazamiento correspondía a determinados alineamientos celestes que se habían producido hace 6.000 años, muy lejos de la cifra conservadora que manejan los arqueólogos ortodoxos para Machu Picchu (supuestamente edificada en el Siglo XV). Ahora bien, si Muller, como tantos otros científicos, tiene razón en sus cálculos, definitivamente el descubrimiento de Hiram Bingham no es inca. Es más, el propio descubridor, incluso, ni siquiera estaba convencido de su manufactura incaica. Llegó a sostener abiertamente que la misteriosa ciudad de piedra fue abandonada por una cultura antigua llamada Pirwa, y que posteriormente a ello, fue ocupada por el Imperio del Sol. Para pensar un poco más, para el Dr. Gabriel Cosío, profuso investigador del incanato, la ciudad-templo fue establecida en el paleolítico quechua, reinando con Tiahuanaco (!).

Su ubicación estratégica en medio de picos pronunciados, y asentada según estudios geológicos sobre una base de cuarzo ―hecho que otorga cierta conductividad de energías cósmicas a la ciudadela― convierten a Machu Picchu en un templo sagrado cuya conexión con el Mundo Subterráneo, es también importante.

Actualmente, en silencio y sin alertar a los turistas, se vienen desarrollando diversas exploraciones en Machu Picchu a manos de espeleólogos profesionales.

Una de las entradas al mundo interno yace en la Montaña del Huayna Picchu, que se yergue como un protector gigantesco sobre la ciudadela.

Quien decida llegar a ella, deberá ascender el camino que serpentea el macizo para tomar un desvío a la izquierda, un camino que desciende lentamente, para enterrarse en breve en plena ceja de selva. Al cabo de unas horas, se llegará al Templo de la Luna, en cuyas inmediaciones se encuentran los accesos secretos al Uku Pacha.

En verdad, son muchos los accesos a ese mundo mágico en esta región cusqueña. Las montañas de Ollantaytambo, el Nevado Ausangate y los túneles secretos de Chincheros son sólo algunos de los otros puntos que se pueden investigar, obedeciendo siempre las señales sagradas que los antiguos supieron dejar marcadas.

Los incas, como los mayas, también tenían profecías, y una de ellas menciona el ciclo del Pachacuti o los “500 años de Purificación”, en donde el “Inca Rey” de Paititi volvería del Uku Pacha al Kay Pacha o “mundo de afuera”,“mundo de superficie”, para restituir la cabeza que fue cercenada en la conquista. El retorno de la luz. El arribo de un Tiempo Nuevo.

Los túneles existen. Y no sólo en Bolivia y Perú, sino en diferentes enclaves del mundo. Algunos de ellos son tan antiguos como la humanidad misma.

Quienes los diseñaron y construyeron, han depositado allí su más preciado tesoro: el conocimiento. Una gravitante revelación que asistiría a la humanidad cuando asuma su papel y misión en el Universo. ¿Estamos preparados?

Entretanto, los Guardianes del Uku Pacha, la Hermandad Blanca de los Retiros Interiores, seguirá aguardando al sincero buscador de la verdad, en espera de ese momento…


Este artículo es una adaptación del libro “Uku Pacha, el mundo subterráneo de la Hermandad Blanca”, de Ricardo González. © 2003


Fuente

Desde Escocia hasta Turquía: Hallan evidencias de una red masiva de túneles de la Edad de Piedra

El arqueólogo alemán Dr. Heinrich Kusch ha publicado un libro donde examina evidencia acerca de una red masiva de túneles subterráneos en que se entrecruzan desde Escocia hasta Turquía, afirmando que muchos de estos túneles fueron hallados en cientos de asentamientos correspondientes al periodo Neolítico y a lo largo de todo el continente europeo. 






En su libro “Los Secretos de la Puerta Subterránea hacia un Mundo Antiguo”, el arqueólogo menciona que el hecho que muchos de ellos hayan sobrevivido luego de 12.000 años demuestra que la red original de túneles debió ser de grandes proporciones.


“Había miles de ellos a lo largo de toda Europa, desde el norte de Escocia hasta el Mediterráneo. Algunos no son muy grandes, pero lo suficiente para que una persona pueda serpentear dentro de ellos” —dice Heinrich.


 “Se intercalan con recovecos, en algunos lugares son más amplios y tienen asientos, depósitos y habitaciones. No todos los túneles se enlazan, pero juntos conforman una gran red subterránea” —agrega. 


Algunos expertos creen que esta red era una manera que tenían nuestros ancestros para protegerse de los depredadores, mientras que otros barajan la posibilidad que algunos de los túneles que se entrecruzan podrían haber sido utilizados como las carreteras de hoy en día, siendo una forma segura de viajar grandes distancias sin tener que lidiar con las peripecias de la superficie, como batallas violentas o fenómenos climáticos. 




El libro destaca que usualmente eran construidas capillas en las entradas debido a que la Iglesia temía al legado pagano que los túneles quizás representaban, y quería negar su influencia. 


En algunos casos se han descubierto escritos en referencia a estos túneles vistos como puertas al inframundo…

Fuente

Robin Hood: ¿história o leyenda?



Algunos historiadores creen que los relatos del héroe-duende están vinculados con el espíritu de los bosques, que forma parte de la mitología pagana. Robín era un nombre que los paganos daban generalmente a los seres sobrenaturales, y el color verde, que era el que distinguía la vestimenta del héroe, es el color tradicional atribuido al espíritu del bosque. También está extendida la teoría según la cual Robín Hood era sencillamente uno de los personajes de las antiguas ceremonias del primer día de mayo, que a través de los años pasó a ser primero una leyenda y luego un presunto personaje histórico. La doncella Mariann, que comparte las aventuras del héroe, puede ser una derivación de la Reina de mayo en esas mismas celebraciones paganas. Sin embargo, las pruebas documentales indican que entre los siglos XIII y XIV un hombre llamado Robín Hood vivió en Wakefield, en el condado de York; él puede haber sido el proscrito de la romántica leyenda. Robín Hood (cuyo nombre de bautismo era Roberto) nació alrededor de 1290; su padre, Adam Hood, era un guardabosque al servicio de John, conde de Warenne y lord del señorío de Wakefield. El apellido del guardabosque y de su hijo figura en los antiguos documentos de juzgado con distintas grafías: a veces aparece como Hod, otras como Hode o Hood.
El 25 de enero de 1316, según indica un documento, la criada de Robín Hood aparece acusada de robar madera seca y vert (antiguo término inglés que designa a los árboles reservados para dar refugio y alimento a los ciervos) de un viejo robledal. Se la condenó a pagar una multa de dos peniques. En otros registros judiciales, de 1316, consta que Robín Hood y su esposa Matilde tuvieron que pagar una multa de dos chelines «por permitir que se construyera una casa de cinco habitaciones en una parcela vacía perteneciente al señor del condado».
En 1322, el amo del país de Robín era Thomas, conde de Lancaster. El conde convocó a sus súbditos a las armas para rebelarse contra el rey Eduardo 11; los súbditos no tenían más opción que la de obedecer incondicionalmente. Robín se unió a las tropas del conde como arquero; la revuelta fue aplastada y Lancaster fue capturado, juzgado por traición y decapitado; sus propiedades fueron confiscadas por el rey y se proscribió a sus seguidores. Robín se ocultó en el bosque de Bamsdale, que en esa época cubría unos 48 kilómetros cuadrados y terminaba uniéndose al bosque de Shenvood, que ocupaba otros 40 kilómetros cuadrados en el condado de Nottingham. Los bosques estaban atravesados por la Gran Ruta del Norte, construida por los romanos; esa ruta proporcionaba pingües ganancias a los ladrones de caminos. En esta región nació la leyenda de Robín Hood. En una de las supuestas aventuras de Robín Hood a lo largo de la Gran Ruta, el papel de antagonista corresponde al arrogante obispo de Nereford, que viajaba hacia York cuando vio al cabecilla proscrito y a algunos de sus hombres en trance de asar un venado para la cena. Tomándolos por campesinos y enfurecido por su flagrante violación de las leyes del bosque, el obispo los increpó. Los proscritos le contestaron con toda calma que no los molestase, porque estaban a punto de cenar. Entonces el obispo de Nereford ordenó a los guardias de su escolta que apresaran a Robín Hoody los suyos.
Los proscritos rogaron clemencia, pero el clérigo juró que no la habría para ellos. Fue en ese momento cuando Robín hizo sonar su cuerno y, en un abrir y cerrar de ojos, el desdichado obispo se vio rodeado por arqueros; el episodio ocurrió en el prado de Lincoln. Los proscritos tomaron prisionero al dignatario y a sus guardias y pidieron por ellos un rescate. Mientras permaneció cautivo, el obispo fue obligado a bailar la jiga alrededor de un gran roble; el árbol ya no existe, pero el sitio donde se levantaba es conocido hoy como la Raíz del Árbol del Obispo. En Bamsdale y Sherwood hay otros robles vinculados a Robín Hood y su banda: del llamado Árbol Central, a mitad de camino entre Thoresby y Welbeck, se dice que constituía el punto desde el cual surgía la red de caminos secretos de Robín Hood, que se extendía por todo el bosque. Pero el árbol más famoso es el Roble Mayor, en Birkland. Se afirma que tiene 1000 años y es por lo tanto anterior a la conquista de Gran Bretaña por los normandos; tiene un diámetro de 9 metros. Lord Alfred Tennyson visitó este roble, el siglo pasado, y en su poema Los leñadores lo utiliza como metáfora para referirse al Pequeño John; el poema habla de éste como «ese roble en cuyo follaje pueden ocultarse nueve hombres sin tocarse.










Entre las anécdotas que se han transmitido a lo largo de los siglos acerca de la valentía de Robín Hood, figura la visita que Robín, acompañado de su íntimo amigo Pequeño John, hizo a la abadía de Abbey. El abad les pidió a ambos que mostraran su pericia con el arco; Robín y Pequeño John dispararon desde el tejado del monasterio y las flechas cayeron, una frente a la otra, a ambos lados de una calle de Whitby Lathes, a más de un kilómetro y medio del monasterio. El abad hizo erigir pilares de piedra en los sitios donde se clavaron los venablos; estos pilares sobrevivieron hasta fines del siglo XVIII. Los campos donde cayeron las flechas fueron llamados desde entonces Cercado de Robín Hood y Cercado de Pequeño John.
Pequeño John, segundo de Robín, recibió su irónico apodo a causa de su gran estatura. Se afirma que murió en Hathersage, en el condado de Derby; la tumba en que yacía fue abierta en 1784 y en ella se encontraron los huesos de un hombre excepcionalmente alto. Robín y sus hombres se hicieron célebres, entre otras razones, porque desplegaron una actividad incesante en un territorio muy amplio. La bahía de Robín Hood, que dista muchos kilómetros de las costas del condado de York, fue bautizada así en recuerdo del proscrito, cuya banda tenía fondeadas allí numerosas barcas, que utilizaba para pescar y, eventualmente, para huir de las autoridades.
Durante uno de sus viajes, Robín visitó la iglesia de St. Mary, en Nottingham; una monja de la congregación lo reconoció y dio aviso al sherijf. Robín echó mano a su espada y, antes de ser capturado, mató a 12 soldados. No pudo ser llevado a juicio porque Pequeño John, al frente de un numeroso grupo de proscritos, cayó sobre Nottingham y rescató a su jefe; de paso, buscaron a la monja y le dieron muerte. Pero lo que transformó a Robín Hood en un héroe popular fue su defensa de los desamparados. Se apoderó de las riquezas de los poderosos y las distribuyó entre los pobres; además, al burlarse de las impopulares autoridades de esa época, se ganó el apoyo de los campesinos oprimidos. Uno de los más célebres relatos surgidos de los robledales de Sheewood, es la leyenda sobre el encuentro de Robín Hood con el rey Eduardo II. Narra que el rey, al saber que el número de ciervos reales de Whenwood disminuía debido al apetito de Robín Hood y su banda, decidió limpiar de proscritos el bosque. El rey y sus caballeros se disfrazaron de monjes y se internaron a caballo en el bosque. Cuando encontraron a Robín Hood y a parte de su banda, éstos les exigieron dinero; el rey les dio 40 libras y afirmó que eso era todo lo que tenía. Robín tomó entonces 20 libras para distribuir entre sus hombres y devolvió las otras 20 al rey. En ese momento, Eduardo II mostró a Robín el sello real y comunicó al proscrito que el rey quería verlo en Nottingham; Robín pidió a sus hombres que se arrodillaran ante el sello real y juraran fidelidad al rey. Más tarde, la banda invitó a los «monjes» a comer: la comida consistió en venado real a la brasa. Poco después Eduardo II reveló a todos su identidad y perdonó a los proscritos, con la condición de que se instalaran en la corte y se pusieran a su servicio. La leyenda aparece en A Lvtell Geste of Robyn Hood, un libro publicado en 1459. Puede que todo esto no sea nada más que una leyenda; pero el rey estuvo realmente en Nottingham en noviembre de 1323, y el relato de su encuentro con Robín Hood es coherente con lo que se sabe de su personalidad. Además, el nombre de Robín Hood aparece meses después, en 1324, en los registros de la casa de Eduardo II. Allí figuran constancias de los salarios que se pagaron a Robín hasta noviembre de ese mismo año. A partir de esa fecha, el nombre de Robín desaparece de los documentos oficiales para sumergirse nuevamente en el folklore. Es posible que, después de disfrutar durante tanto tiempo de la libertad en el bosque, Robín fuera incapaz de ponerse al servicio de nadie, ni siquiera de su rey. Las aventuras de Robín Hood en los bosques continuaron hasta cerca de 1346; se dice que murió en ese año, en el monasterio de Kirklees. Parece que la priora aceleró la muerte de Robín cuando éste le pidió que pusiera fin a los dolores que padecía: la religiosa -se dice- practicó a Robín una sangra tan prolongada que ya no pudo recuperarse. La historia termina cuando Robín Hood consigue hacer sonar por última vez su cuerno de caza, aportado por su fiel compañero, Pequeño John. Antes de morir, Robín disparó una flecha desde la ventana de su habitación, en dirección al bosque, y pidió que lo enterraran en el sitio donde la flecha hubiese caído. Aún hoy es posible ver el sitio que Robín eligió como tumba. La de Robín Hood es una historia romántica, que se ha mantenido viva y ha sido narrada y vuelta a narrar durante 600 años. Pero si se trata de un mito o de una historia real, de un hecho histórico o de una leyenda, es algo que permanece en el misterio. Las hazañas de Robin Hood se narran en una serie de baladas que fueron transmitiéndose de forma oral, durante siglos y siglos. La balada es el género medieval de la literatura inglesa equivalente a los romances de nuestra literatura. En ellas se contaban las distintas aventuras de un héroe. Las baladas son anónimas y fueron concebidas para ser cantadas o recitadas por los juglares. Por eso, debido a la transmisión oral y a la intervención de numerosos juglares, las baladas presentan diversas versiones sobre un mismo hecho. En el caso de Robin Hood, sus hazañas se narran en más de treinta baladas. Éstas fueron recogidas en un verdadero poema épico: The gest of Robin Hood. La balada se compone de cuatro historias: - Robin y el Caballero: La historia de Sir Ricardo.
- Robin, pequeño John (Juan) y el Sheriff: El concurso de arquería con la muerte del Sheriff.
- Robin y el Rey: El Rey entra disfrazado en el bosque al encuentro de Robin.
- La muerte de Robin Hood: Su traición en Kirklee donde es condenado a morir. La obra, impresa alrededor del año 1500, agrupa los distintos episodios sobre la vida del héroe. A lo largo del tiempo, las andanzas de Robin Hood han inspirado obras literarias -como es el caso de Ivanhoe (I8I9), de Walter Scott. Asimismo, la vida del héroe de Sherwood ha sido llevada al cine. Robin Hood ha sido protagonista de numerosas películas, algunas de ellas de dibujos animados.