viernes, 28 de agosto de 2015

Ragnarok: el apocalípsis nórdico


Ragnarök significa literalmente "Destino de los dioses", también se lo suele mencionar como El crepúsculo de los dioses o El ocaso de los dioses. En líneas generales, el Ragnarok es el conflicto final entre el Bien y el Mal, entre los Aesir, los dioses, y los Jutuns, gigantes del frío. Pero los mitos nórdicos, al contrario de lo que sucede con cualquier otra leyenda apocalíptica, afirman que el Mal será el vencedor de la Gran Batalla Universal, aunque la esperanza continuará en la figura del dios redivivo: Balder.

Muchos hablan del Ragnarok como éste fuese un momento preciso, un instante de choque entre dos potencias opuestas, pero lo cierto es que el Ragnarok es algo mucho más complejo que eso. No sólo nos plantea una visión sobre el futuro, sino la comprensión del pasado, de su gente y sus creencias. A continuación daremos cuenta de la secuencia de eventos que anuncian el Ragnarok, más el conflicto propiamente dicho. Pero para comprender la profundidad y belleza poética de este mito es imprescindible que digamos un par de cosas sobre sus creadores.

¿Cómo el Bien puede ser vencido por el Mal? La respuesta nórdica sería: Porque así debe ser para que lo otro sea.

La mentalidad nórdica -no hablo aquí de neoimbéciles o coquetos suecos, sino de las sociedades guerreras nórdicas de antaño- estimulaba la muerte en la batalla señalándola como admirable, e incluso agradable a los dioses. Morir bajo la espada era la mayor dignidad disponible para el hombre mortal. Una construcción mental y social como ésta se tradujo en panteón de dioses que no son eternos, ni inmortales, ni ajenos al dolor y la tristeza.

Los dioses nórdicos no son indiferentes a su destino. Saben que morirán, y lo consideran un honor.


La secuencia de acontecimientos siniestros del Ragnarok tiene numerosas fuentes. Entre ellas, La Völuspá, La Edda mayor, y la Edda prosaica o Edda menor. Lo exquisito del mito del Ragnarok es que los dioses conocen la profecía, saben exáctamente el destino que les aguarda, y saben que ese destino es inamovible. Sólo queda enfrentarlo con la mayor entereza posible.

La palabra Ragnarök proviene del genitivo de Regin, "dioses" o "regentes", y Röekr, literalmente, "oscurecimiento", aunque aquí figura de un modo poético, señalando una especie de declinación que no puede evitarse.

Sin mayores preludios, vayamos descubriendo juntos los hechos asombrosos que dan inicio al Ragnarok.

El Ragnarok será anunciado por el Fimbulvetr, el Invierno de Inviernos, tres implacables períodos de frío que se suceden sin veranos de por medio. Aquí se produce el fin de la humanidad como la conocemos. Sólo un puñado de valientes sobrevivirá para atestiguar la lucha entre los dioses y los gigantes.

Tras una persecución que se inició en los albores del tiempo, el famélico lobo Sköll y su hermano Hati devorarán al sol y la luna. Las estrellas se apagarán en el cielo dejando al universo en sombras.

Habrá temblores. La Tierra se estremecerá de un modo tan violento que los arboles serán arrancados de cuajo y las montañas caerán como pilares de arena. Los artilugios pensados por los dioses perderán su magia. Loki emerge de su prisión y las cadenas que mantienen cerradas las voraces fauces de Fenrir se quebrarán. Su quijada se abrirá de tal modo que la parte inferior desgarrará la tierra y su hocico destrozará el cielo. Dos volcanes en llamas brillarán en sus ojos, inmensos como abarcar todos los montes de la Tierra, y ríos de lava correrán de sus fosas nasales.

El vigilante de los Jutuns, Eggthér, se sentará sobre su tumba y hará sonar su arpa, sonriendo con su boca descomunal. Fjalar, el gallo rojo, convocará a los Gigantes del frío, mientras que Gullinkambi, el gallo de oro, cantará a los dioses. Una tercer ave de aspecto infernal levantará con su llamado a los muertos que habitan el Hel.

La serpiente de la Tierra Media (Midgard), llamada Jörmundgander, se sacudirá en su sueño sobre el lecho del océano y reptará hacia tierra firme, retorciéndose enloquecidamente. Los mares hervirán con su furia y golpearán contra sus costas en una serie de olas de proporciones ciclópeas. Con cada exhalación, Jörmundgander saturará el aire con un vapor venenoso.


Los ejércitos de los Jotun, comandados por Hrym, saldrán del Jötunheim a bordo de la estremecedora Naglfar, aquel navío fabricado con las uñas de los muertos.

Aprovechando la inundación general, los muertos son liberados del inframundo y se dirigen al campo de batalla, llamado Vigrid.

Desde el oscuro norte arribará un segundo navío de velas negras. Loki comanda el timonel, llevando a bordo las horrorosas huestes del Hel.

Habrá conflictos a lo largo y ancho de la Tierra. El tronar del acero se escuchará desde cualquier rincón, y todas las criaturas no humanas del mundo sentirá el paso de infinitas botas que marchan.

Desde las fraguas abominables del Muspelheim avanzarán los ejércitos de Surt, ocupando el sur y quebrando la estabilidad del cielo. A su paso se levantan incendios incontenibles.

Las huestes del Mal se encaminan hacia Bifrost, el arcoiris que une la Tierra con el Cielo, que se romperá una vez que hayan cruzado.

Garm, el sabueso del infierno, finalmente logrará desatarse, y se unirá a los Gigantes en su marcha hacia Vigrid.

En Vigrid, un vasto campo de ciento veinte leguas circulares, se llena con los ejércitos del Mal.

Heimdall es el primer dios en llegar a la cita. Al ver a sus enemigos reunidos soplará su cuerno, Gjallarhorn, cuyo llamado se oirá en los Nueve Mundos.

Todos los dioses despertarán y se reunirán en consejo. Odín montará a Sleipnir, el caballo de seis patas, y volará como el viento a la morada del enano Mimer para consultarlo sobre el destino de los hombres.

Yggdrasil, el árbol del universo, temblará desde sus raíces hasta las hojas más altas.

432.000 Einherjer, es decir, humanos que han muerto bajo la espada, se vestirán de guerra y saldrán del Valhala a razón de escuadrones de 800 hombres por cada una de las 540 puertas del palacio celestial.

Odín cabalga al frente de su ejército de héroes, usando un brillante casco y blandiendo a Gungnir, su lanza forjada desde tiempos antiquísimos.

La batalla comienza.


Odín se arrojará contra el lobo Fenrir. A su derecha marcha Thor, el dios del trueno, ocupado en despedazar a las serpiente Jörmungandr. Freyr se enfrentará en combate singular con Surt, el comandante de los ejércitos del sur, y será el primer dios en caer, ya que, preocupado por la seguridad de su criado Skimir, le había entregado previamente su espada. El dios Tyr destrozará a Garm, el perro del infierno, pero será herido de tal modo que no sobrevivirá. Heimdall luchará con Loki, y ambos se matarán mutuamente. Thor quebrará en mil pedazos la cabeza de Jörmungandr con su martillo Mjölnir, pero la saliva ponzoñosa de la serpiente lo alcanzará cuando éste se aleje nueve pasos del descomunal cadáver, y morirá tras una agonía terrible. Odín y su lanza, Gungnir, cargarán contra Fenrir, pero será devorado por las fauces insaciables de la bestia. Vidar, hijo mudo de Odín, al ver la muerte de su padre, se arroja contra el lobo y aplasta su cabeza con sus botas de cuero, creadas con todas las sandalias de los héroes muertos a lo largo de la historia. Incapaz de abrir su quijada, la cabeza de Fenrir es perforada por la espada de Vidar.

Surt levanta fuegos oscuros a lo largo y ancho de Vigrid. Vapores fétidos e irrespirables descienden sobre los pocos dioses que quedan en pie. Todo el cielo está en llamas. Abajo, la tierra y el mar se encuentran en un abrazo letal.

Los héroes han muerto y los dioses han caido.

Pero no todo está perdido. El Bien y el Mal no son absolutos, y a menudo se confunden entre sí, rozándose o mezclándose de un modo que resulta desconcertante para el hombre. El Ragnarok ha concluido, pero la Batalla de las Batallas es apenas el preludio de un acontecimiento aún más grandioso: un renacer, si se quiere, un reordenamiento de todas las causas y los efectos.

El Ragnarok ha conluido, y con él nuestro artículo; de modo que nos retiramos, tristes y abatidos, de los campos ahora ensangrentados de Vagrid; pero con la promesa de retornar pronto para narrar esta segunda etapa casi desconocida que sucede tras el Ragnarok; un momento incierto, fugitivo, sobre el que la Profeta ha dicho muy poco, acaso porque su destino aún no ha sido escrito.

Después del Ragnarok, una bloque de tierra emergerá del mar. Sus campos conocerán una fertilidad nunca antes vista. El valle Idavöllr (el campo de las hazañas), que brillaba en el Asgard, la ciudad de los dioses, reaparece con un verde que lentamente devorará los ríos de sangre de incontables guerreros. Un retoño del sol, de brillo virginal, reaparecerá en el cielo dando comienzo a un nuevo ciclo en el universo.

Pero no sólo los retoños del pasado han perdurado. Un puñado de dioses también ha sobrevivido a la catástrofe. Vili, hermano de Odín, y los hijos de éste, Vali y Vidar. Los vástagos de Thor, Magni y Modi, heredarán a Mjölnir, el gran martillo del Señor del trueno. Balder y Hödr, quienes fenecieron antes del Ragnarok, volverán del inframundo y se reunirán en las ruinas del Valhala. Ya unidos en Idavöll, los sobrevivientes discutirán sobre cosas altas y sabias, compartirán sus conocimientos secretos, y hablarán de innumerables sucesos que aún no han ocurrido, y otros que permanecen vivos en el hedor de los cadáveres.

Nada se dice sobre las diosas, aunque Freyja y Frigg se intuyen en la calma con la que conversan sus camaradas.


De la raza humana sólo quedarán dos ejemplos, ocultos en lo profundo de Yggdrasil. Sus nombres son Lif (vida) y Lifthasir (el que desea la vida), y ambos se alimentarán del rocío dulce de la mañana, recordando oscuramente a los viejos dioses de antaño. Juntos comenzarán un nuevo culto, y Balder será su dios supremo.

De las viejas ciudades celestiales o los salones del submundo aún persisten algunos ecos. Al sur del antiguo Asgard existe una tierra secreta; un cielo virgen reservado para esta época de cambios: Andlang, y junto a éste, Vidblain; sitios que se mantuvieron firmes aún cuando Surt, el gigante, blandía sobre el universo su espada flamígera. Pero los dioses, acaso con un dejo de orgullo, desechan estos cielos y se ubican en el Gimlé; una construcción brillante cubierta de oro que resplandece sobre las nubes. Allí vivirán en paz, consultándose unos a otros sobre el reordenamiento del universo. Hablarán en los amplios pasillos del Brimir, en las estancias Ókólnir ("jamás frío"), bajo los dechos de Sindri y sobre las sombrías baldosas de Nidafjoll ("montañas oscuras").

Muy pronto los dioses reorganizan el antiguo ciclo natural, pero de un modo ligeramente diferente. Los infames que mueran en la Tierra irán al Náströnd ("playa de cadáveres"), ubicada en las raíces del mundo. El sol estará ausente en ese sitio de tristeza infinita, ya que su única abertura, una puerta de hierro colosal, se abrirá hacia el norte. Sobre sus muros habitan incontables serpientes con las cabezas vueltas hacia adentro, vigilantes, arrojando vahos y vapores pestilentes sobre los réprobos.

Pero los dioses han pensado un lugar aún más terrible, Hvergelmir, sitio donde los demonios que hayan sobrevivido al Ragnarok se encargarán de torturar a los muertos mediante la prolija succión de sus fluidos corporales.

Finalmente, la Tierra Media, el cálido y a veces hostil Midgard, será reestablecido como hogar de los descendientes de Lif y de Lifthrasir, quienes recordarán oscuramente su pasado y desconocerán por completo el futuro, creyendo que todo aquello es parte de un mito.

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sábado, 22 de agosto de 2015

Antigua civilización no humana condujeron vehículos todo terreno en la Tierra hace millones de años, afirma geólogo



Un académico ruso ha afirmado que una antigua civilización condujo gigantes vehículos todo terreno a través de la Tierra hace millones de años - y que las huellas dejados son todavía visibles hoy.

Eso es lo que concluyo el geólogo ruso Dr. Alexander Koltypin de la Universidad Internacional Independiente de Ecología y Politología de Moscú después de estudiar algunos misteriosos surcos paralelos en el suelo petrificado en el Valle de Frigia del centro de Turquía. Estas ranuras, surcos o pistas fueron descubiertos en 2014 en una zona que ya tenía una historia rica y mítica. En la mitología griega, Frigia fue una vez gobernada por Gordias del famaso nudo gordiano y Midas del famoso toque de oro.


                        Una vista aérea de los misteriosos surcos en el Valle de Frigia de Turquía


Los actuales surcos son anteriores a las pistas de carros de la antigua Grecia y son mucho más profundos - hasta un metro en algunos lugares. Debido a que los surcos son naturalmente preservadas en ceniza volcánica petrificada, el Dr. Koltypin dice que son fáciles de fechar y pone su creación en hace 12 a 14 millones de años. ¿Quién o qué podría haberlo hecho?

Todos estos campos rocosos fueron cubiertos con los surcos dejados hace algunos millones de años ... , no estamos hablando de seres humanos.


El Dr. Alexander Koltypin cree que las marcas de ranura en el Valle de Frigia fueron hechos por una raza inteligente hace 12 a 14 millones de años


El Dr. Koltypin cree que los surcos fueron hechos por antiguos vehículos pesados ​​todo terreno ya que las pistas corren paralelas, los surcos son de la anchura que un auto o camión podrían hacer y los lados de los surcos tienen rasguños que parecen haber sido hechas por ejes. Agregó también que las huellas son demasiado profundas para los vehículos de hoy en día.


Estos parecen ser marcas de ejes desgastados en los lados de los surcos

¿Quién podría haber conducido estos masivos camiones? Se pregunta el Dr.Koltypin

Creo que estamos viendo los signos de la civilización que existía antes de la creación clásica de este mundo. Tal vez las criaturas de esa pre-civilización no eran como los seres humanos modernos.

Koltypin dice que la evidencia apoya su teoría de que una antigua civilización pre-bíblica pre-humana condujo masivos vehículos en lo que hoy es Turquía hace unos 14 millones de años.

Es fácil ser escéptico, pero los surcos parece demasiado perfecto para ser hecha por la naturaleza. ¿Qué otra cosa podría haberlos cavado? Si se trataba de una antigua civilización, no humana, como dice el Dr. Koltypin, ¿qué pasó con ellos y como realizaron estos surcos? ¿Puede que estos surcos correspondan a marcas dejadas por enormes rovers enviados por científicos alienígenas para explorar nuestro planeta en la más remota antigüedad?

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miércoles, 19 de agosto de 2015

Leyenda el Jinete sin Cabeza

Es una historia originada en los años 1776 en Estados Unidos. La leyenda cuenta que un grupo de la armada británica fue asesinados brutalmente, pero uno sólo fue capturado por sus enemigos. Este era el jinete sin cabeza, un alemán contratado para esta guerra.


El mismo fue decapitado con su propia espada. Desde ese momento se dice que su espíritu ronda buscando cabezas humanas. Este jinete fantasmal es acompañado por su caballo negro, con cola de cabellos de cabezas decapitadas de sus victimas, ojos rojos inyectados de sangre y sangre de sus victimas en patas y cuerpo. El jinete sin cabeza ataca sorpresivamente a sus victimas, ellos escucharán primero un relinche fantasmagórico proveniente de su caballo negro y a los segundos, la victima será sorprendida cuando su cabeza sea decapitada por el jinete sin cabeza de manera brutal y rápida con su espada.

El luego se las pondrá de manera burlona para asustar al resto de los acompañantes de la victima que lograron sobrevivir a este jinete. Luego se escuchará la risa del mismo alejándose y desapareciendo de apoco en la niebla. Esta leyenda fue tan importante en Estados Unidos y en el resto del mundo, que se decidió dar vida a su propia película, titulada como la leyenda "El jinete sin cabeza" la cual fue protagonizada por el famoso actor mundialmente Johnny Deep, una de sus primeras películas que le dio un buen reconocimiento actoral. La película cuenta la leyenda de una forma sumamente original y tenebrosa .

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lunes, 17 de agosto de 2015

Lilith la primera compañera de Adan



Según consta en la literatura hebrea, Lilith fue la primera esposa de Adán. En sumerio, la palabra "Lil" significa "Aire." El término más viejo relativo a Lilith sería la palabra sumeria "Lili" (plural "Lilitu"), que parece inferir la misma definición que nuestra palabra "espíritu". En muchas culturas antiguas, la misma palabra para "aire" o "aliento" era usada para "espirítu." Lilith estaba hecha con arcilla, igual que él. Era hermosa y libre. Adán y Lilith nunca encontraron la paz juntos, pues cuando él quería acostarse con ella, Lilith se negaba, considerando que la postura recostada que él exigía era ofensiva para ella. ¿Por qué he de recostarme debajo de tí? - preguntaba - Yo también fui hecha de polvo y, por consiguiente, soy tu igual". .

La salida del Paraiso


Lilith no obedeció la orden de sumisión que le impusieron; pensaba que era igual a su marido, que tenía los mismo derechos que él porque habían sido creados con el mismo barro, no se sentía inferior, ni débil, ni dependiente. Era una mujer íntegra y como tal quería gozar, al igual que Adán, de la vida y de todo lo que ésta implicaba, incluidos la sexualidad y el erotismo. Cansada de que Dios no atendiera sus reivindicaciones, decidió abandonar el Paraíso, antes que someterse y renunciar a sí misma. Invocó el Nombre de Dios, innombrable en toda la tradición judía, por considerar que el Nombre verdadero de cualquier ser contiene las características de lo nombrado, y por lo tanto es posible conocer su esencia y adquirir poder sobre ello. Pronunciar el nombre de Dios se convierte, pues, en una osadía suprema, un acto de soberbia mucho mayor que el de hacer directamente oídos sordos ante sus mandatos; algo, en fin, demasiado grave. Abandonó volando el Paraiso con unas alas que el mismo Dios la dió (de ahí su semejanza con los súcubos).

Luego tomó residencia en una cueva en las costas de Mar Rojo, donde hasta éstos dias se encuentra segun la leyenda. Ella acepta a los demonios del mundo como amantes, y desova muchos miles de niños demonio, fue llamada Madre de los Demonios, —esposa de Asmodeus, el Rey de los Demonios. Adán, mientras tanto, halló que él lamentaba la partida de Lilith. Fué con Yahweh y expuso su caso pidiendo el retorno de Lilith. Yahweh concordó que una criatura del Edén no debería partir tan fácil del reino, y dispuso tres ángeles para recobrarla.


Éstos tres, Senoy, Sansenoy, y Semangelof, pronto encontraron a Lilith en su cueva y le exigieron su retorno con Adán por órdenes de Yahweh. Si se reusaba, le infomaron, matarían a un ciento de sus hijos demonios cada día hasta que decidiera regresar.

El arte también ha recordado a la primera compañera de Adán. Cuadro de Hon. John Collier. Lilith exclamó que incluso esta suerte era mejor que regresar al Edén y a la sumición a Adán. Tan pronto como los Ángeles cumplieron su amenaza, Lilith también hizo una terrible proclamación. En respuesta por el dolor inflingido, matería a los hijos de Adán. Juró atacar a los niños, e incluso a sus madres, durante el nacimiento. Juró también que los recién nacidos estaban en peligro de ser objeto de su ira, las niñas por veinte dias y los niños por ocho. No solo esto, sino que también atacaría a los hombres en su sueño, robándoles su sémen para dar nacimiento a más niños demonio, que reemplazarían a esos asesinados cada día.
Ante la negativa de Lilith de regresar con Adán, Dios decidió dar una nueva compañera a su creación pues proclamo que "No es bueno que el hombre esté solo", creó a Eva a partir de una de sus costillas, y por lo tanto sumisa al hombre (observese el machismo de la época).

Lilith como Reina de los Vampiros


A partir de esta narración, a Lilith se le ha considerado la reina de los súcubos (demonios femeninos), por alinearse en el bando enemigo de Dios al marcharse del Paraíso. Y de ahí se ha pasado a suponerla una perversa ninfómana, que seduce a los hombres con maestría para estrangularlos después.


Algunas tradiciones cuentan, que entre el cabello de Lilith se encuentran, enredados, los corazones de los jóvenes que sucumbieron a su hechizo
Esa condición diabólica de Lilith le ha llevado a ser también la Reina de los Vampiros. No sólo mantiene relaciones sexuales con hombres a los que después asesina, sino que también se alimenta de su sangre. Es en esa encarnación donde Lilith se asimila a diferentes divinidades y monstruos femeninos presentes en la mitología clásica: Lamia, Empusa y las lamias, hijas de Hécate, diosa de la brujería; las harpías y las estriges, también macabras visitantes nocturnas; las harpías, ayudantes de las erinias o furias; las moiras o parcas, las grayas y las gorgonas, siniestras ancianas habitantes de los infiernos. En todas estas figuras se repiten las alusiones a muerte de hombres y niños.
Otras referencias mitológicas afines a Lilith se pueden encontrar en la Brunilda de los Nibelungos, o en la diablesa babilonia Lilu. La misma Reina de Saba de Salomón es un trasunto de Lilith. Etimológicamente viene del hebreo layil, (noche), y aparece representada como un demonio nocturno peludo o como una mujer de cabellos muy largos.

En la Biblia aparece una fugaz alusión a Lilith. En Isaías 34,14 se explica con todo detalle cómo Dios con su espada mata a todos los habitantes de Edom, lugar poblado por enemigos acérrimos de los judíos, y que allí quedan como dueños y señores los animales. Buitres, serpientes... y Lilith. "También allí Lilith descansará y hallará para sí lugar de reposo". Lilith ha sido traducido por lechuza o ardilla, evitando toda referencia a la figura precedente de Eva. En nota al pie se hace constar: "Los hebreos creyeron que significaba un ser diabólico, en forma femenina, noctívago, espantajo de la fantasía popular".

Las variaciones del mito llevan a Lilith a convertirse en seductora de los propios hijos de Adán y Eva (abordando a Caín con palabras de consuelo y reposo tras la muerte de Abel), o a asimilarla con la propia serpiente del Paraíso dando cuerpo de serpiente mientras Satán daba cara humana y la voz que sedujo a Eva (como en los frescos de Miguel Ángel de la Capilla Sixtina). Un relato de Primo Levi nos recuerda que Lilith es la amante del mismo Dios creador, y que vive en el Mar Rojo comandando una corte de demonios. Y otra tradición afirma que Samael, luego Satán, el ángel caído, se convierte en pareja de Lilith, e incluso que juntos seducen a Eva para que engendre a Caín.

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domingo, 16 de agosto de 2015

Inquietante Teoría sugiere que los humanos RH Negativo pertenecen a un linaje extraterrestre

“Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas. Y dijo Jehová: No contenderá mi Espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años. Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre.” Génesis 6:2

Uno de los misterios más grandes de la ciencia y la humanidad, es el factor sanguíneo Rh- (erre hache negativo) que no tendría razón de existir. Comencemos por el principio, ¿Qué es el factor Rh de la sangre? El factor Rh es una clase de proteína que se encuentra en la capa que recubre los glóbulos rojos. Esta proteína fue descubierta en 1940 por los doctores, Alexander Wiener (1907-1976) y Karl Landsteiner (1868-1943) en los monos Macacus Rhesus, de ahí el nombre de Rh (Rhesus). Cuando alguien tiene esa proteína en la membrana celular de los glóbulos rojos, es Rh+ (positivo), y cuando no la tiene es Rh- (negativo). El factor Rh es hereditario, o sea que se transmite genéticamente, así que la especie humana, el homo sapiens como género evolutivo del mono según la ciencia y la teoría Darwinista, tendría que ser todo Rh positivo. La especie humana es la única que si no concuerda el Rh de la madre con el del hijo, (madre Rh- e hijo Rh+) el sistema inmunológico de la madre puede atacar al feto como si fuera un virus o un cuerpo extraño y hacerlo abortar (enfermedad hemolítica del recién nacido) ¿Por qué el cuerpo de la madre rechaza a su propia descendencia? En ninguna otra especie en la naturaleza ocurre este problema de incompatibilidad y rechazo de un embarazo de la misma especie.


Se calcula que sólo el 15% de la población mundial posee un Rh negativo en su sangre, indistintamente si su grupo sanguíneo es A, B, AB o O, y los que tienen el tipo de sangre O, poseen aparte, el grupo sanguíneo originario más antiguo de la humanidad, y el único que podemos encontrar en la historia del hombre desde los antepasados humanoides como los Neanderthal de 12.000 años de antigüedad. Si este grupo O es negativo (O-) estamos ante el grupo más raro de sangre, pues solamente el 7% del total de la población mundial es poseedor de este extraño grupo y factor compatible con todos los demás para entregar, pero sólo con su mismo grupo y factor para recibir. El factor Rh negativo se ha asociado con la sangre reptil o reptiloide de los extraterrestres de Alpha Draconis que se dice que son expertos genetistas y responsables de hibridaciones y de crear los primeros primates. El Rh negativo se ha conocido también como “el dragón interno”, el fuego de la voluntad y la lucha contra las endo y exo energías de los ángeles y demonios. También se señala que el mayor porcentaje de personas que dice haber sido abducidas por extraterrestres, son del factor Rh negativo. Todo lo demás con respecto a este tema pueden encontrarlo en la red. Ahora sabiendo de qué estamos hablando y lo que se dice de él, podemos profundizar lo que no se dice ni encontrarán en la red, el verdadero origen del Rh negativo.


Recordemos un poco la cadena de acontecimientos que desenlazan en el humano actual. Primero los Jardineros (FormaTierras) inseminan el planeta con el Tubo de Mauri para comenzar la biósfera de la tierra, luego de un largo espacio de evolución natural de cada especie, digamos millones de años, es seleccionada la especie más apta para ser depositaria de la “vida consciente” del planeta. Esa especie seleccionada fue un reptil omnívoro de la familia de los Troodon. Este reptil tenía una capacidad cerebral mayor que todos sus congéneres, con un aumento constante del cociente de encefalización o EQ, que es el peso relativo del cerebro comparado con otro de su especie con el mismo peso corporal. Los Troodon tenían dedos capaces de agarrar y transportar objetos y visión binocular como nosotros. Este Troodon fue el elegido y luego de despertar la consciencia mediante un choque consciente de alta tecnología generado por un dispositivo conocido como “MN”, comenzaron la transformación evolutiva natural asistida hasta convertirse en los primeros Pasus (Manu original), luego la intervención de los reptilianos de Alfa Draconis, que manipularon genéticamente al Troodon convirtiendo a estos Pasus en los primeros Manus modificados del planeta, humanoides bípedos descendientes del Troodon con tres dedos en cada mano, órganos genitales internos, sin glándulas mamarias y comunicación lingüística mediante sonidos guturales parecidos al canto de los pájaros actuales. Mucho tiempo después llegan al planeta los Anunnaki, estos extraterrestres no son una especie específica como se cree, sino un grupo de especies que comparten una genética similar, donde sus genes tienen una doble cadena de aminoácidos con características de compatibilidad genética, una de mamíferos y otra de reptiles.


Entre los Anunnaki llegados había una raza, la de Enki y Enlil, de genética reptil como los Manus pero con apariencia y hábitos mamíferos, que decide manipular a estos que eran compatibles con su genética, para crear una nueva especie para determinado fin, que tampoco es el popularmente conocido, estas nuevas creaciones fueron los primeros Lhulus, para ello utilizaron una variedad genética de distintas especies o razas extraterrestres, entre ellas una originaria de Alpha Centauri A, cuya genética era necesaria para lograr que el sistema inmune del nuevo Lhulu, se formara de forma acorde a las inclemencias y necesidades de los virus y bacterias del planeta. El único inconveniente era su Rh- que no concordaba con el Rh+ de los Pasus originarios del planeta seleccionados para la manipulación, que podría acarrear problemas hemofílicos en la gestación complicando la continuidad de la nueva especie. Así que el inconveniente fue subsanado creando a los Lhulus por “cultivo” una vez diseñados, y no por reproducción natural hasta que se subsanara el problema. En ese entonces todos los Lhulus eran Rh+ o Rh- según la combinación genética del cultivo, hasta que se cruzan mucho tiempo después con los Manus, la cepa modificada de los Pasus Rh+. Esta cruza entre dos especies diferentes pero genéticamente compatibles, que dio como resultado al Lhumanu, fue depurando con el tiempo el Rh antes expuesto, hasta llegar a los valores actualmente conocidos. Hasta aquí los hechos, ahora veamos las consecuencias a largo plazo de este proceso.


La única forma de mantener el factor Rh- sin alterar, es que la descendencia de los Lhumanus sea limpia de genética Pasu, como esto es imposible ya que el Lhumanu nace de la cruza entre Lhulu y Manu, debe haber una manipulación genética posterior que haya logrado mantener el grupo y factor a través de las generaciones, esto sucedió en antiguo Egipto, donde miles de años después de la primer manipulación llegaron los Elohim, palabra cananea que significa “Ellos”, originarios de Orión que emigraron a Alfa Tauri y las Pléyades formando nuevas colonias, y donde una raza de "Ellos", los “Arios de Sumi”, después de cruzarse con determinados grupos de Lhumanus, aportaron a su genética el complemento que faltaba para que el Rh- se estabilice en ORh- perdurando la genética de los Alfa Draconis y el factor Rh- de los Alpha Centauri “A”, a través de las generaciones. Estos nuevos Lumanus fueron llamados Nefilim, “los caídos” del cielo, los ángeles caídos, en alusión a su origen y hoy en día están diseminados por la tierra conformando ese 7% de humanos ORh-. Ese es el motivo que algunos sean seleccionados y abducidos, buscando la genética original de los Nefilim, Alfa Draconis y Alpha Centauri “A”, necesaria para nuevas mutaciones híbridas que logren perpetuar una nueva especie donde el reservorio genético para determinadas razas sea seguro y utilizado para sus particulares intereses.


Esto es sólo una mirada general y sin tomar en cuenta la parte energética del asunto que tiene mucha más aristas que ésta, pues entra en juego el Merkaba primordial y la capacidad multidimensional del mismo, tema para otro artículo cuando sea el momento y el tiempo lo disponga. Si usted es ORh- puede que su origen no sea de este mundo y los ojos de muchos interesados estén puestos en usted, pues tiene sangre de Dragón y es muy escasa. No me crean, no crean nada de lo que digo, investiguen y créanse a ustedes mismos, pues es la única forma de conseguir la certeza necesaria para discernir entre la realidad y la fantasía de esta increíble historia.

¿Alcanzaron los egipcios tierras norteamericanas?

Por inverosímil que pueda parecer, hay evidencias que sugieren que así pudo haber sido. Una gaceta norteamericana informó que un equipo de exploradores había hecho unos descubrimientos arqueológicos absolutamente increíbles en el corazón del Gran Cañón. El equipo estaba financiado por el Smithsonian Institute, uno de los organismos científicos más importantes y prestigiosos del mundo.
La prestigiosa institución de Washington podría conservar los restos egipcios hallados entre las enormes grietas del Gran Cañón.



¿De veras llegaron allí los Hijos de Horus? ¿Encubre el gobierno de EE.UU. evidencias de que los antiguos egipcios una vez viajaron hasta tierra americanas?
El misterio que ahora nos ocupa tiene en torno a tres mil años de antigüedad.
Cada día sabemos más sobre la mítica civilización egipcia, pero a medida que los datos se amontonan y creemos conocerlo todo sobre los enigmáticos habitantes del país del Nilo de hace cinco milenios, aparecen nuevos misterios.



Aún se discute en ámbitos académicos si los egipcios desarrollaron un sistema de navegación apto para surcar los mares de todo el planeta. Muchos lo niegan, pero a la par no tienen más que encogerse de hombros ante aquellos vestigios arqueológicos encontrados en diferentes partes del planeta, ubicados muy lejos de Egipto y que, indiscutiblemente, apuntan a que esta civilización alcanzó lejanas metas.
Sin ir más lejos, durante largo tiempo, entre los objetos del ajuar funerario de las tumbas de muchos faraones y nobles se incluían maquetas de embarcaciones trabajadas al detalle. ¿Para qué? Dicen que "para facilitar el tránsito al más allá", explicación que arguyen también cuando esos barcos son de tamaño natural. Y claro, lo lógico es pensar que si construían barcos es porque los usaban, ¿no?
Hay huellas y pistas más que concluyentes para afirmar que los egipcios pudieron haber llegado a América del Sur, a la isla de Pascua o al Lejano Oriente, pero casi nunca se ha dicho nada sobre restos egipcios en Estados Unidos, en concreto los hallados en un emblemático enclave: el Gran Cañón del Colorado. También allí los adoradores de Osiris pusieron sus pies, o al menos, ejercieron su influencia.



Esta historia nos remonta al 5 de abril de 1909, cuando el diario Phoenix Gazette publicó un extenso reportaje en el cual se daba a conocer el hallazgo de un enorme sistema de cuevas y túneles excavados en las rocas del Gran Cañón, así como las estructuras y jeroglíficos que el equipo encontró, y que fueron descritos como "egipcios" en naturaleza. Desafortunadamente, después de este reportaje inicial nunca hubo otros informes acerca de este extraordinario descubrimiento. Los motivos estaban claros…

He aquí el artículo (original  y traducción):

THE ARIZONA GAZETTE of April 5th, 1909

EXPLORATIONS IN GRAND CANYON

Mysteries of Immense High
Cavern Being Brought
To Light

JORDAN IS ENTHUSED

Remarkable Finds Indicate
Ancient People Migrated
From Orient

The latest news of the progress of the explorations of what is now regarded by scientists as not only the oldest archaeological discovery in the United States, but one of the most valuable in the world, which was mentioned some time ago in the Gazette, was brought to the city yesterday by G.E. Kinkaid, the explorer who found the great underground citadel of the Grand Canyon during a trip from Green River, Wyoming, down the Colorado, in a wooden boat, to Yuma, several months ago.
 


According to the story related to the Gazette by Mr Kinkaid, the archaeologists of the Smithsonian Institute [1], which is financing the expeditions, have made discoveries which almost conclusively prove that the race which inhabited this mysterious cavern, hewn in solid rock by human hands, was of oriental origin, possibly from Egypt, tracing back to Ramses. If their theories are borne out by the translation of the tablets engraved with hieroglyphics, the mystery of the prehistoric peoples of North America, their ancient arts, who they were and whence they came, will be solved. Egypt and the Nile, and Arizona and the Colorado will be linked by a historical chain running back to ages which staggers the wildest fancy of the fictionist.

A Thorough Examination

Under the direction of Proof S. A. Jordan, the Smithsonian Institute is now prosecuting the most thorough explorations, which will be continued until the last link in the chain is forged. Nearly a mile underground, about 1480 feet below the surface, the long main passage has been delved into, to find another mammoth chamber from which radiates scores of passageways, like the spokes of a wheel.
Several hundred rooms have been discovered, reached by passageways running from the main passage, one of them having been explored for 854 feet and another 634 feet. The recent finds include articles which have never been known as native to this country, and doubtless they had their origin in the orient. War weapons, copper instruments, sharp-edged and hard as steel, indicate the high state of civilization reached by these strange people. So interested have the scientists become that preparations are being made to equip the camp for extensive studies, and the force will be increased to thirty or forty persons.

Mr Kinkaid's Report

Mr Kinkaid was the first white child born in Idaho and has been an explorer and hunter all his life, thirty years having been in the service of the Smithsonian Institute. Even briefly recounted, his history sounds fabulous, almost grotesque.
"First, I would impress that the cavern is nearly inaccessible. The entrance is 1,486 feet down the sheer canyon wall. It is located on government land and no visitor will be allowed there under penalty of trespass. The scientists wish to work unmolested, without fear of archaeological discoveries being disturbed by curio or relic hunters.
A trip there would be fruitless, and the visitor would be sent on his way. The story of how I found the cavern has been related, but in a paragraph: I was journeying down the Colorado river in a boat, alone, looking for mineral. Some forty-two miles up the river from the El Tovar Crystal canyon, I saw on the east wall, stains in the sedimentary formation about 2,000 feet above the river bed. There was no trail to this point, but I finally reached it with great difficulty.
Above a shelf which hid it from view from the river, was the mouth of the cave. There are steps leading from this entrance some thirty yards to what was, at the time the cavern was inhabited, the level of the river. When I saw the chisel marks on the wall inside the entrance, I became interested, securing my gun and went in. During that trip I went back several hundred feet along the main passage till I came to the crypt in which I discovered the mummies. One of these I stood up and photographed by flashlight. I gathered a number of relics, which I carried down the Colorado to Yuma, from whence I shipped them to Washington with details of the discovery. Following this, the explorations were undertaken.

The Passages

"The main passageway is about 12 feet wide, narrowing to nine feet toward the farther end. About 57 feet from the entrance, the first side-passages branch off to the right and left, along which, on both sides, are a number of rooms about the size of ordinary living rooms of today, though some are 30 by 40 feet square. These are entered by oval-shaped doors and are ventilated by round air spaces through the walls into the passages. The walls are about three feet six inches in thickness.
The passages are chiselled or hewn as straight as could be laid out by an engineer. The ceilings of many of the rooms converge to a centre. The side-passages near the entrance run at a sharp angle from the main hall, but toward the rear they gradually reach a right angle in direction.

The Shrine

"Over a hundred feet from the entrance is the cross-hall, several hundred feet long, in which are found the idol, or image, of the people's god, sitting cross-legged, with a lotus flower or lily in each hand. The cast of the face is oriental, and the carving this cavern. The idol almost resembles Buddha, though the scientists are not certain as to what religious worship it represents. Taking into consideration everything found thus far, it is possible that this worship most resembles the ancient people of Tibet.
Surrounding this idol are smaller images, some very beautiful in form; others crooked-necked and distorted shapes, symbolical, probably, of good and evil. There are two large cactus with protruding arms, one on each side of the dais on which the god squats. All this is carved out of hard rock resembling marble. In the opposite corner of this cross-hall were found tools of all descriptions, made of copper. These people undoubtedly knew the lost art of hardening this metal, which has been sought by chemicals for centuries without result. On a bench running around the workroom was some charcoal and other material probably used in the process. There is also slag and stuff similar to matte, showing that these ancients smelted ores, but so far no trace of where or how this was done has been discovered, nor the origin of the ore.
"Among the other finds are vases or urns and cups of copper and gold, made very artistic in design. The pottery work includes enamelled ware and glazed vessels. Another passageway leads to granaries such as are found in the oriental temples. They contain seeds of various kinds. One very large storehouse has not yet been entered, as it is twelve feet high and can be reached only from above. Two copper hooks extend on the edge, which indicates that some sort of ladder was attached. These granaries are rounded, as the materials of which they are constructed, I think, is a very hard cement. A grey metal is also found in this cavern, which puzzles the scientists, for its identity has not been established. It resembles platinum. Strewn promiscuously over the floor everywhere are what people call 'cat’s eyes', a yellow stone of no great value. Each one is engraved with the head of the Malay type.

The Hieroglyphics

"On all the urns, or walls over doorways, and tablets of stone which were found by the image are the mysterious hieroglyphics, the key to which the Smithsonian Institute hopes yet to discover. The engraving on the tables probably has something to do with the religion of the people. Similar hieroglyphics have been found in southern Arizona. Among the pictorial writings, only two animals are found. One is of prehistoric type.

The Crypt

"The tomb or crypt in which the mummies were found is one of the largest of the chambers, the walls slanting back at an angle of about 35 degrees. On these are tiers of mummies, each one occupying a separate hewn shelf. At the head of each is a small bench, on which is found copper cups and pieces of broken swords. Some of the mummies are covered with clay, and all are wrapped in a bark fabric.
The urns or cups on the lower tiers are crude, while as the higher shelves are reached, the urns are finer in design, showing a later stage of civilization. It is worthy of note that all the mummies examined so far have proved to be male, no children or females being buried here. This leads to the belief that this exterior section was the warriors' barracks.
"Among the discoveries no bones of animals have been found, no skins, no clothing, and no bedding. Many of the rooms are bare but for water vessels. One room, about 40 by 700 feet, was probably the main dining hall, for cooking utensils are found here. What these people lived on is a problem, though it is presumed that they came south in the winter and farmed in the valleys, going back north in the summer.
Upwards of 50,000 people could have lived in the caverns comfortably. One theory is that the present Indian tribes found in Arizona are descendants of the serfs or slaves of the people which inhabited the cave. Undoubtedly a good many thousands of years before the Christian era, a people lived here which reached a high stage of civilization. The chronology of human history is full of gaps. Professor Jordan is much enthused over the discoveries and believes that the find will prove of incalculable value in archaeological work.
"One thing I have not spoken of, may be of interest. There is one chamber of the passageway to which is not ventilated, and when we approached it a deadly, snaky smell struck us. Our light would not penetrate the gloom, and until stronger ones are available we will not know what the chamber contains. Some say snakes, but other boo-hoo this idea and think it may contain a deadly gas or chemicals used by the ancients. No sounds are heard, but it smells snaky just the same. The whole underground installation gives one of shaky nerves the creeps. The gloom is like a weight on one's shoulders, and our flashlights and candles only make the darkness blacker. Imagination can revel in conjectures and ungodly daydreams back through the ages that have elapsed till the mind reels dizzily in space."

An Indian Legend

In connection with this story, it is notable that among the Hopi Indians the tradition is told that their ancestors once lived in an underworld in the Grand Canyon till dissension arose between the good and the bad, the people of one heart and the people of two hearts. Machetto, who was their chief, counselled them to leave the underworld, but there was no way out. The chief then caused a tree to grow up and pierce the roof of the underworld, and then the people of one heart climbed out. They tarried by Paisisvai (Red River), which is the Colorado, and grew grain and corn.
They sent out a message to the Temple of the Sun, asking the blessing of peace, good will and rain for people of one heart. That messenger never returned, but today at the Hopi villages at sundown can be seen the old men of the tribe out on the housetops gazing toward the sun, looking for the messenger. When he returns, their lands and ancient dwelling place will be restored to them. That is the tradition.
Among the engravings of animals in the cave is seen the image of a heart over the spot where it is located. The legend was learned by W.E. Rollins, the artist, during a year spent with the Hopi Indians.
There are two theories of the origin of the Egyptians. One is that they came from Asia; another that the racial cradle was in the upper Nile region. Heeren, an Egyptologist, believed in the Indian origin of the Egyptians. The discoveries in the Grand Canyon may throw further light on human evolution and prehistoric ages.





TRADUCCIÓN:


THE ARIZONA GAZETTE, 5 de Abril de 1909

EXPLORACIONES EN EL GRAN CAÑÓN

Misterios de la inmensa Caverna Rich sacados a la luz

Jordan está entusiasmado
Notables hallazgos indican que antiguas personas emigraron desde Oriente

Las últimas noticias del progreso de las exploraciones de lo que ahora es considerado por los científicos no sólo como el descubrimiento arqueológico más antiguo en los Estados Unidos, pero una de las más valiosas en el mundo, que se mencionó hace algún tiempo en la Gaceta, fue llevado a la ciudad ayer por G.E. Kinkaid, el explorador que descubrió la gran ciudadela del Gran Cañón durante un viaje desde Green River, Wyoming, por el Colorado, en un barco de madera, de Yuma, hace varios meses.
De acuerdo con la historia relacionada con la Gaceta por el señor Kinkaid, los arqueólogos del Instituto Smithsonian, quienes están financiando las expediciones, han hecho descubrimientos que casi formalmente prueban que la raza que habitó esta misteriosa caverna, excavada en la roca sólida por manos humanas, era de origen oriental, posiblemente de Egipto, siguiendo el camino de Ramsés. Si sus teorías son confirmadas por la traducción de las tablillas grabadas con jeroglíficos, el misterio de los pueblos prehistóricos de América del Norte, sus artes antiguas, quiénes eran y de dónde han venido, se resolverá. Egipto y el Nilo, y Arizona y Colorado serán unidos por una cadena histórica a través del tiempo, asombrando a la más pura imaginación de un ficcionista.

Un Examen a Fondo

Bajo la dirección del Profesor S. A. Jordan, el Instituto Smithsonian está enjuiciando las más exhaustivas exploraciones, las cuales continuaran hasta que el último eslabón de la cadena este forjado. Cerca de una milla bajo tierra, a unos 1.480 metros bajo la superficie, el largo pasaje principal profundiza, para encontrar otra cámara gigantesca de la cual radian pasadizos, a modo de los radios de una rueda.
Varios cientos de habitaciones han sido descubiertas, seguidas por pasillos que vienen desde el pasaje principal, uno de los cuales ha sido estimado en unos 854 pies y otro en 634. Los hallazgos más recientes incluyen artículos que nunca han sido conocidos como nativos de este país, y sin duda tenían su origen en el oriente. Armas de guerra, instrumentos de cobre, con borde afilado y duro como el acero, indican el alto grado de civilización alcanzado por estas personas extrañas. Tan interesados han estado los científicos que se están haciendo preparativos para equipar el campo para estudios extensos, y el equipo se aumentó en treinta o cuarenta personas.

Informe del Señor Kinkaid

El señor Kinkaid fue el primer niño blanco nacido en Idaho y ha sido explorador y cazador toda su vida, treinta años estuvo al servicio del Instituto Smithsonian. Incluso hizo un breve resumen, su historia suena fabulosa, casi grotesca.
En primer lugar, impresiona que la caverna es casi inaccesible. La entrada se encuentra 1.486 metros más abajo de la pared del escarpado cañón. Situada en terrenos del gobierno, y a la que no se permite el acceso a ningún visitante sin que sea sancionado. Los científicos desean trabajar sin ser molestados, sin miedo a que los descubrimientos arqueológicos se vean amenazados por curiosos o por cazadores de reliquias. Un viaje ahí sería inútil, y cualquier visitante será enviado de regreso. La historia de cómo encontré la caverna es como sigue: yo viajaba solo a través del río Colorado, en un barco, en busca de minerales. Llevaba recorridos cuarenta y dos kilómetros por el río desde la barranca de El Tovar de Cristal, cuando vi en la pared estas manchas en la formación sedimentaria, a unos 2.000 metros sobre el lecho del río. No había ningún rastro en este punto, pero finalmente, con gran dificultad, logré visualizarla. Por encima de un estante que se escondía de la vista desde el río, estaba la boca de la cueva. 




Hay pasos que conducen a esta entrada a unos treinta metros de lo que era, en el tiempo en que la caverna estaba habitada, el nivel del río. Cuando vi las marcas del cincel en la pared interior de la entrada, me interesé, aseguré mi arma y entré. Durante ese viaje recorrí varios cientos de metros por el pasillo principal hasta que llegué a la cripta en la que descubrí las momias. Una de ellas, la puse de pie y fotografié con luz de flash. Reuní un gran número de reliquias, que me llevé por el río Colorado a Yuma, desde donde las envié a Washington con los detalles del descubrimiento. Después de esto, las exploraciones se llevaron a cabo.

Los Pasajes

El paso principal es de aproximadamente 12 pies de ancho, estrechándose hasta 9 pies hacia el extremo más lejano. A unos 57 metros de la entrada, los primeros tramos de pasajes salen a la derecha y a la izquierda, por lo que, en ambos lados, son una serie de habitaciones del tamaño de las salas comunes de hoy en día, aunque algunas son de 30 por 40 metros cuadrados. En éstas se entra por puertas de forma ovalada, y son ventiladas por espacios de aire circulares a través de las paredes hacia los pasajes. Las paredes son de cerca de tres pies y seis pulgadas de espesor.
Los pasajes están cincelados o cortados tan derechos a como pudieran ser hechos por un ingeniero. Los techos de muchas de las habitaciones convergen a un centro. Los pasajes laterales, cerca de la entrada, se ejecutan en un ángulo agudo desde la sala principal hacia la parte posterior, que poco a poco gradualmente lleva en dirección a un ángulo recto.

El Santuario




Más de un centenar de metros desde la entrada se encuentra la sala, de varios cientos de metros de larga, en la que se encuentra el ídolo o imagen del dios de aquella gente, con las piernas cruzadas, con una flor de loto o lirio en cada mano. El molde de la cara es oriental. El ídolo casi se asemeja a Buda, aunque los científicos no están seguros en cuanto al culto religioso que representa. Tomando en cuenta todo hasta el momento, es posible que este culto se parezca más al del antiguo pueblo del Tíbet.
Alrededor de este ídolo, hay imágenes más pequeñas, algunas con formas muy bellas; otras con cuellos de forma torcida y distorsionada, simbólico, probablemente, del bien y del mal. Hay dos cactus grandes con brazos que sobresalen, uno a cada lado de la tarima en la que el dios esta sentado. Todo esto está tallado en roca dura parecida al mármol. En la esquina opuesta de este salón se encontraron herramientas de todo tipo, hechas de cobre. Estas personas, sin duda, conocían el arte perdido del endurecimiento de este metal, que ha sido buscado por los químicos durante siglos sin ningún resultado. Sobre un banco situado alrededor de la sala de trabajo, había algo de carbón y otros materiales probablemente utilizados en el proceso. También hay escoria y material similar al mate, demostrando que estos antiguos fundían minerales, pero hasta ahora ningún rastro de dónde o cómo lo hicieron ha sido descubierto, ni el origen del mineral.
Entre los otros hallazgos hay floreros, jarrones y vasos de cobre y oro, muy artísticos en el diseño. El trabajo incluye cerámica y vasos esmaltados. Otro pasillo conduce a graneros, como los que se encuentran en los templos orientales. Estos contienen semillas de diversos tipos. En uno de los más grandes almacenes aún no se ha entrado, ya que se encuentra situado a doce metros de altura y sólo se puede llegar desde arriba. Dos ganchos de cobre que se extienden en el borde, señalan que una especie de escalera estaba conectada. Estos graneros son redondeados, y hablando de los materiales con los que están construidos, creo yo, es un cemento muy duro. Un metal gris también se encuentra en esta caverna, confunde a los científicos, porque su identidad no ha sido establecida. Se asemeja a platino. Esparcidos por todo el suelo promiscuamente hay lo que todo el mundo llama "ojos de gato", una piedra amarilla de escaso valor. Cada una está grabada con una cabeza del tipo Malay.

Los Jeroglíficos

En todas las urnas, o en las paredes sobre las puertas y las tabletas de piedra que fueron encontradas, hay misteriosos jeroglíficos. Clave de lo que la investigación del Instituto Smithsonian espera descubrir.




El grabado en las tablas probablemente tiene algo que ver con la religión del pueblo. Similares jeroglíficos se han encontrado en el sur de Arizona. Entre los escritos pictóricos, se encuentran sólo dos animales. Uno de ellos es de tipo prehistórico.

La Cripta

La tumba o cripta en la que las momias se encontraron es una de las mayores de las cámaras, las paredes están inclinadas en un ángulo de unos 35 grados. De estos son los niveles de las momias, cada uno ocupando una plataforma labrada por separado. En cada cabecera hay un pequeño banco, en los que se encontraron tazas de cobre y piezas de espadas rotas. Algunas de las momias están cubiertas de arcilla, y todas están envueltas en una tela de corteza.
Las urnas son más finas en el diseño, mostrando una etapa posterior de la civilización. Es digno de notar que todas las momias examinadas hasta el momento han demostrado ser de sexo masculino, ningún niño o mujer se hallan enterrados aquí. Esto lleva a la creencia de que esta sección exterior era el cuartel de los guerreros.
Entre los hallazgos ningún hueso de animal  ha sido encontrado, ni pieles, ni prendas de vestir, o ropa de cama. Muchas de las habitaciones están vacías, solo recipientes de agua. Una de las habitaciones, de alrededor de 40 por 700 pies, fue probablemente el comedor principal, puesto que los utensilios para cocinar se encuentran aquí. Cómo vivían estas personas es un problema, aunque se presume que llegaron del sur en el invierno y cultivaron en los valles, yendo hacia el norte en el verano.
Más de 50.000 personas podrían haber vivido en las cavernas cómodamente. Una teoría es que las tribus indígenas actuales que se encuentran en Arizona son descendientes de los siervos o esclavos de los pueblos que habitaron la cueva. Sin lugar a dudas un buen número de miles de años antes de la era Cristiana, un pueblo vivió aquí alcanzando un alto grado de civilización. La cronología de la historia humana está llena de lagunas. El profesor Jordan esta demasiado entusiasmado con los descubrimientos y cree que el hallazgo resultará de incalculable valor en el trabajo arqueológico.
Una cosa que no hemos hablado, y que podría ser interesante. Hay una cámara en el pasillo, que no se halla ventilada y cuando nos acercábamos un olor mortal, serpenteante nos llamó la atención. Nuestra luz no penetraba bien la oscuridad, y hasta que no se dispusiera de mejores medios no íbamos a poner saber lo que contiene. Algunos decían que eran serpientes, pero otros tenían la idea que pudiera contener un gas letal o productos químicos utilizados por sus moradores. No se oyen sonidos, pero el olor se te mete en las narices. La instalación subterránea completa le pone a uno los nervios y pelos de punta. La oscuridad es como un peso sobre los hombros, y nuestras pobres linternas y velas sólo hacen que la oscuridad sea más negra. La imaginación puede deleitarse en conjeturas y fantasías impías que hayan podido ocurrir a través de los siglos, hasta hace que nuestra mente se pierda en el espacio."

Una leyenda india

En relación con esta historia, es notable que entre los indios Hopi la tradición dice que sus antepasados vivieron en un mundo subterráneo en el Gran Cañón hasta las divergencias que surgieron entre el bien y el mal, la gente de un mismo corazón y la gente de dos corazones. Machetto, que era su jefe, les aconsejó que dejaran el inframundo, pero no había manera de salir. El jefe entonces plantó un árbol para que creciera y perforara el techo del mundo subterráneo, y así la gente de un corazón pudiera salir. Ellos se asentaron por Paisisvai (Río Colorado), allí crecía el cereal y el maíz.
Enviaron un mensaje al Templo del Sol, pidiendo la bendición de la paz, la buena voluntad y la lluvia para las personas de un mismo corazón, pero el mensajero nunca regresó. Hoy en día en el pueblo Hopi, al atardecer, se puede ver a los ancianos de la tribu sobre los techos de las casas que miran hacia el Sol, buscando al mensajero. Cuando regrese, sus tierras y la antigua morada se restaurarán a ellos. Esa es la tradición.
Entre los grabados de animales de la cueva se muestra la idea de un corazón sobre el sitio donde debe estar ubicado.
La leyenda se supo por W.E. Rollins, durante el año que pasó con los indios Hopi.
Hay dos teorías sobre el origen de los egipcios. Una de ellas es que procedían de Asia, y otra que la cuna racial era la región superior del Nilo. Heeren, un egiptólogo, cree en el origen indio de los egipcios. Los descubrimientos en el Gran Cañón pueden arrojar más luz sobre la evolución humana y la prehistoria.


De acuerdo con aquellas primeras investigaciones, y según confirmaban los especialistas del Smithsonian, los restos hallados parecían tener su origen en Egipto, puesto que se encontraron jeroglíficos con grafismos propios de la antigua civilización del Nilo y, entre muchas otras cosas, una cámara funeraria con momias embalsamadas al estilo de la que fue práctica común en aquella cultura.
Fue mucho más lo que apareció en las entrañas del gran Cañón.
Al parecer, se trataba de una auténtica ciudad excavada en la roca y en la que se identificaron pasadizos, cámaras, estancias... Los especialistas llegaron a afirmar que podría haber albergado a nada menos que 50.000 personas.
Según describieron los arqueólogos en 1905, a treinta metros de la entrada existía una enorme estancia en forma de cruz, de varias decenas de metros de longitud, y en la que se halló una estatua con la apariencia de un dios sentado y con las piernas cruzadas. En su disposición, recordaba bastante -decían aquellas primeras crónicas- a la imagen de un Buda, pero con las características propias de un una deidad egipcia.



Alrededor de esta supuesta divinidad, se localizaron figurillas más pequeñas que habían sido talladas sobre una piedra semejante -por su dureza- al mármol. Junto a ellas se encontraron instrumentos de cobre, jarrones y urnas con piezas de oro en las que el "sello" egipcio parecía estar presente a modo de seña de identidad.
Fueron aquéllos unos años dulces en cuanto a hallazgos se refiere. El buscar restos arqueológicos se convirtió en una suerte de imparable fiebre del oro. Por desgracia, y por diferentes motivos -en muchas ocasiones porque no encajaban con los paradigmas oficiales de lo conocido sobre la antigüedad- muchos de aquellos descubrimientos pasaron al olvido de forma sistemática y los enclaves que guardaban enterrados o sepultados los vestigios arqueológicos se tornaron en un absurdo tabú.
En el caso de los restos hallados en el Gran Cañón, ocurrió lo peor. Nadie se interesó por aquello. Casi se satanizó... Era demasiado heterodoxo! La ciencia, conservadora ella, no podía admitir que los egipcios hubieran llegado a las tierras que hoy ocupan los Estados Unidos ... y no sólo eso, sino que consideraban una "herejía" que hubieran sido capaces de disponer de una ciudad tan lejana a sus dominios.
Pero como estas cosas, antes o después, se desempolvan del baúl de los recuerdos, en 1995 un estudioso llamado David Hatcher Childress -miembro del Club de Exploradores de Illinois- reinvestigó el asunto.
Childress pidió al Smithsonian las referencias que pudieran tener sobre el hallazgo, pero el prestigioso instituto hizo oídos sordos. "No tenemos informaciones sobre el tema que nos consulta", le explicaron. Sin embargo, el explorador no se dio por vencido y buceó en los registros de la institución afincada en Washington. En ellos localizó referencias exactas sobre este y otros hallazgos que venían a demostrar que durante años el Smithsonian había recibido piezas y restos arqueológicos -ignorados de forma sistemática- que demostraban la influencia egipcia en las antiguas culturas de América de Norte.



Entre dichos restos se encontrarían varios sarcófagos. A este respecto, F. M. Setzler, director del departamento de antropología de dicha institución, escribió a Childress lo siguiente: "No hemos encontrado los sarcófagos, pero tenemos notas que demuestran que los hemos recibido."
Finalmente aparecieron las fichas técnicas, con la referencia correspondiente a la ubicación de los sarcófagos en los archivos del instituto. Pero la suerte se tomó en desgracia cuando se averiguó que la estancia donde se encontraban estaba "sellada" a causa de la contaminación vírica de algunos objetos arqueológicos conservados en ella.
El acceso -por el momento- se encuentra absolutamente prohibido.
Childress y otros investigadores sugieren que existe una trama para ocultar la evidencia de influencias egipcias entre los antiguos pobladores de América del Norte. ¿Las razones? El investigador lo tiene claro: va en contra de las teorías aceptadas y de admitirse habría que revisar y rescribir la historia pasada de América.


Fuente 

Bochica, El Extraterrestre Precolombino

Artículo publicado en la revista Espacio y Tiempo (n° 19, Septiembre 1992) por Miguel Roberto Forero García

El "caso Bochica" está registrado en Colombia con el insignificante rótulo de mito. Así aparece en los textos escolares de Historia y algunos indigenistas consideran su llegada a Suramérica como algo confuso e indemostrable. Hoy. sin embargo, tenemos informaciones menos imprecisas y documentos que acreditan su permanencia en tierras colombianas, y sabemos más de lo que pudieron saber al respecto los inmigrantes europeos llegados después del Descubrimiento. Frecuentemente, las actividades del enigmático viajero extraterrestre se confunden con el éxodo de los protopobladores continentales llegados de las regiones fluviales del Amazonas y del Orinoco. Es más, algunos autores, como el Padre Gumilla, conjeturan que pudo ser un retoño del tronco genealógico de los nautas del Arca, que en época post-diluviana arribó al Brasil después de un largo itinerario transpacífico. El asunto data de 1540, cuando un anciano cacique convertido a la fe cristiana confió a los capellanes del licenciado fundador Jímenez de Quesada una noticia como para santiguarse: la visita de un hombre venido de las estrellas. A él se lo habían contado sus antepasados, que lo escucharon de otros más viejos y, éstos, de labios de quienes lo vieron llegar. Los aterrados frailes conocían desproporcionadas historias sobre razas con hombres de tres cabezas, el mohán de los ríos, comarcas donde brotaban el oro y las piedras preciosas... pero absurdos como éste, jamás.

EL ATERRIZAJE DE PASCA 


El arribo de una inmensa nave interplanetaria - que no otra cosa pudo ser - sucedió durante la fiesta de Huan, después de recoger la cosecha del maíz, cuando la concurrencia era enorme en las abruptas serranías de Pasca, al oriente de Santa Fe de Bogotá. Según la versión indígena, fue en septiembre de un año imprecisable, seis mil antes de hoy, cuando al ponerse el sol bajó de las nubes una "casita de luz", símil utilizado por los naturales del país para señalar el extraño aparato aterrizado ante la muchedumbre, que veía arder la hierba por efecto de un "fuego invisible", exento de humo y de llama, producido tal vez por el sistema de propulsión iónica del ovni. De aquel aparato metálico, "del color de la plata batida", redondo y más grande que los bohíos, detenido a pocos centímetros del suelo, salió un hombre desconocido y tambaleante a quien desde entonces llamaron Bochica, "Supremo Dios de la Tierra y Patrono de los Caciques". Era de gran estatura, afable, pacífico y comunicativo quien, hablando en su misma lengua, prometió a los chibchas convivir con ellos y servirles por muchos zocames (años) hasta que se cumplieran veinte de treinta y siete lunas, o sea, un zocam-gueta, equivalente a 70 años de los nuestros, al cabo de los cuales se marcharía con el viento, como en efecto ocurrió. Claro está que los aterrados hombres de Dios no entendieron esto de la nave y del aterrizaje. En materia de vuelos su conocimiento no iba más allá del aleteo del cóndor planeando sobre su presa, o del milagroso viaje del profeta Elías en el vistoso carruaje de fuego ensamblado por el Señor para su ascenso a los cielos. Achacaron entonces el aterrizaje de Pasca a un abominable satanismo digno de combatirse con la bendición de capillas en cada uno de los parajes visitados por el exiliado celeste. Esta es la razón para que en muchos caminos rurales de Boyacá todavía existan estos puntos de oración a donde acuden los campesinos a espantar el diablo. Desde luego, en este caso, el celo de los eclesiásticos no causó tanto daño como el del arzobispo Diego de Landa, en México, con la destrucción de inapreciable literatura informativa de las culturas azteca y maya.

¿CÓMO ERA BOCHICA? 


 Los únicos documentos competentes para precisar su figura son los escritos por los misioneros españoles durante su estancia en el Nuevo Reino de Granada. Muchos de los valiosos elementos descriptivos de estos manuscritos se refrescan magistralmente en la producción histórico-literaria del Padre Pedro Simón, de Lucas Fernández de Piedrahita, del cura Aguado y de Juan de Castellanos, minuciosos cronistas del siglo XVI, para quienes no fue indiferente la misteriosa aparición de Bochica y su periplo por tierras del Nuevo Mundo. Estos materiales informativos, de primera mano, sirvieron para elaborar un identi-kit o retrato hablado, trabajo de historiadores, anatomistas y expertos en dibujo manual e imágenes electrónicas que prepararon el perfil aproximado de un hombre que vivió hace siglos. Del identi-kit no fue posible una copia. Quien conservaba el original falleció y su archivo fue a manos de personas refractarias a esta clase de retrospecciones, quienes lo destruyeron. Bochica, también conocido con los nombres de Nenqueteba, Sadigua o Chimizipagua, tendría sesenta años, a escala terrenal, cuando desembarcó en las serranías de Pasca. Su piel era blanca, limpia y sonrosada; amable el rostro cubierto por espesa barba. Los ojos grandes y expresivos, como de porcelana azul, y la cabellera, encanecida. Andaba lentamente con paso majestuoso y le vieron alzarse entre la multitud significando su condición superior. Probablemente este fenómeno de levitación individual se presentó al contrariar la "tiranía vertical" por efecto transitorio de la gravedad terrestre con respecto a la de su planeta natal, diferente de la nuestra. A propósito de este visitante prehistórico escribía en 1854 don Ezequiel Uricoechea y Rodríguez, consumado americanista, cosas como éstas: ... no puedo terminar sin decir algo más respecto del personaje misterioso que en tiempos remotos les sirvió de legislador y al que veneraban como a un Dios. Llegó por el oriente sin que sepamos cómo. Traía una barba larga y cabellera atada atrás con una cinta y una túnica sin cuello. Se apareció una tarde al ocultarse el sol en lo alto de un arco iris. Convocó a la nación y les ofreció remedio a sus males, no suprimiendo los ríos que podían serles útiles, sino dándoles salida". ("Memoria sobre Antiguedades Neo-Granadinas")

LA PISADA DE CUÍTIVA


Su peso y estatura corpóreas se han calculado examinando la huella de su pie, dejada sobre una piedra arenisca en el viejo camino de Cuítiva, población del Departamento de Boyacá, cercana del Templo del Sol construido por su inspiración en el valle sagrado de Suamox (hoy Sogamoso). Esta prueba muda encaja perfectamente en el confuso rompecabezas prehistórico armado por especialistas en paleopatología y por los arqueólogos que han revisado la amplia zona de influencia del furtivo visitante. La huella no se ha sometido al carbono 14, pero su datación no ofrece mayor problema. Basta observar la fina capa de oxidación que la cubre para comprobar que el proceso de sericitación ha transformado lentamente los feldespatos de la loza por acción químico-mecánica de agentes ambientales, posible únicamente en piedras muy antiguas. Mide 28 centímetros de largo por 9,5 de ancho en la franja metatarsiana y corresponde al pie de un bípedo, de extraordinario desarrollo muscular-esquelético, que debió pesar 85 kilos y medir 1,90 metros, talla imposible en los chibchas, gentes pequeñas por lo general. Hasta ahora no se ha podido desconocer el valor de esta estela que acredita la presencia física y los parámetros anatómicos de alguien que no era de aquí.


EL HOMBRE DE LA MANO AL PECHO 


En las inmediaciones del princial Observatorio Astronómico Precolombino de "El Infiernito", en Villa de Leyva, se desenterró la estatua de piedra de un hombre de gran corpulencia y apostura. Esta pieza, que hubiera aportado inestimable información, fue destruida por el martillo de fanáticos parceleros que, con el pretexto de limpiar la comarca de "perturbaciones demoníacas", la hicieron pedazos. Uno de éstos, muy expresivo por cierto, hoy en el Museo Arqueológico de Sogamoso, era parte de un cuerpo de casi dos metros de estatura y corresponde a la mano derecha, abierta y en tranquilo reposo, sobre el pecho o cerca del mentón, de quién posó para el anónimo escultor aborigen. Salvadas las distancias, recuerda al famoso cuadro de El Greco. La mano, de 25 x 15 centímetros, fue labrada con exquisito gusto y esmero en piedra arenisca, de grano fino, fácil de pulir y, a juzgar por la oxidación que la baña, especialmente notoria en las líneas de fractura, debió ser esculpida en época anterior a la conquista española, lunas después del aterrizaje de Pasea. Quienes conocieron la estatua consideran que el personaje en cuyo homenaje se erigió era de mucha valía, por la nobleza de la obra y el absoluto sentido de grandiosidad, que así lo demuestran. Por lo demás, el lugar donde se halló indica que el homenajeado acaso fue el gestor del imponente Observatorio, único en el país chibcha.


CUANDO EL CIELO DECÍA SÍ 


El centro más importante del saber precolombino fue este Observatorio que no pudo haber sido construido por gente sin capacitación tecnológica, o sin información muy completa de la bóveda celeste. Al no existir en tierras chibchas peritos en estas materias, forzosamente quienes lo erigieron eran de procedencia externa. En opinión de los entendidos, el Observatorio chibcha es similar al de Stonehenge, en Inglaterra, y una inexplicable réplica del crónlech de Carnac, existente en la Bretaña Francesa, cuadrangular como el nuestro. Para construirlo los aborígenes debieron tener, sin duda, la asesoría de un hábil arquitecto y de artesanos previamente adiestrados en la organización de conjuntos megalíticos, infrecuentes en sus territorios. El de Leyva lo construyeron sobre un rectángulo de tierra arenosa de 34,30 x 11,60 metros y erigieron allí 112 columnas de piedra dispuestas en dos hileras, de tal manera que las separaciones entre cada columna van desde los 0,38 centímetros hasta los 6,50 metros. Las alturas son variables. Se encuentran columnas de sección cilíndrica de 6,80, 3,40 y 2,75 metros. El rectángulo está orientado hacia los cuatro puntos cardinales: el eje longitudinal va de Este a Oeste y et transversal de Norte a Sur. Las columnas sirven como miras para observar el orto y el ocaso de-Sol y de la Luna, localizar los planetas por la posición celeste y. además, realizar complejas operaciones matemáticas conforme al miento de los astros sobre las lineas del triángulo y las diagonales del conjunto, convertido en el computador lítico más ingenioso y exacto del mundo arcaico. Los arqueólogos nacionales aún debaten su utilidad práctica: unos sostienen que sirvió para fijar la fecha de las consagraciones sacerdotales, la hora para celebrar rituales mágicos y el culto astral. Otros creen que a través de la asombrosa instalación se calculaban las temporadas de sequía o de intensas lluvias, determinantes de la siembra y recolección de las dos cosechas anuales de quimua (chenopodiun quimue), grano rico en aminoácidos consumido en gachas por los indios. La hipótesis más atrevida es la planteada por el escritor Erich Von Dániken, con quien en años pasados lo visité. Dániken opina que también habría sido utilizado para "determinar qué días se podía engendrar o se debía evitar la cópula". Es más, el investigador suizo llega incluso a formular esta pregunta: "¿Pasaron por allí los Ogino-Knaus del paleolítico divulgando la buena nueva de la esterilidad cíclica de la mujer?" Probablemente este recóndito y abrigado lugar indígena estuvo con-sagrado a la placentera y controlada siembra de la semilla humana, cuando el Cielo decía que sí. ¡Vaya usted a saber!... No está de más anotar que se halla en cercanías y apuntando hacia la tenebrosa laguna de Iguaque, cuna de la Humanidad a partir de Bachue, Eva precolombiana en la cosmogonía chibcha.


¿BOCHICA UTILIZÓ LA ENERGÍA NUCLEAR? 


Es apenas una presunción libre, originada en un episodio que la historia no registra, o si de pronto lo hace es para ofrecerlo como algo obvio, olvidando que en el momento de producirse no era posible sin la eficiente participación de alguien familiarizado con el uso de un extraño aparato. Lo encubierto por los historiadores oficiales permite sospechar que Bochica precisó de una potente energía para realizar la proeza hidráulica, hoy irrepetible, que llevó a cabo, salvo que se utilice el poder destructor del átomo. Para los indios el agua significaba la alianza entre el Cielo y la Tierra, pero también la hambruna y el desastre de sus sementeras cuando las inundaciones cubrían sus tierras. Era el caso de la Sabana de Bogotá, inutilizable por estar convertida en un inmenso lago "desde tiempos muy atrasados", como escribía en 1624 Fray Pedro Simón en sus "Noticias Historiales del Nuevo Reino de Granada". Pero cuando el maestro Bochica supo de tal aflicción, ofreció solucionarla poniendo por testigo a Cuchavira (el arco iris) y lo cumplió desde las orillas de la gran inundación. Aquella vez, subido a una pequeña eminencia del terreno, extendiendo su brazo, "arrojó entonces la vara de oro que tenía en las manos, abriendo esta brecha suficiente en las rocas del Tequendama, por donde se precipitaron las aguas dejando enjuta la llanura y más fértil por el limo acumulado" (E. Uricoechea. "Memorias Neo Granadinas". 1854). En presencia de Cuchavira prometió desecar la gran sabana de Bogotá. ¿Utilizó la energía nuclear para realizarlo? En el sistema referencial de los indios la vara de oro es un buen símil: llama la atención hacia el objeto desconocido capaz de haber pulverizado las rocas que represaban las aguas y, al darles salida, formar el salto del Tequendama, con una caída de 145 metros, al sur de Bogotá. ¿Pero qué pensar del aparato utilizado para desalojarlas en tan breve maniobra? Pudo tratarse de un minireactor en el que por desintegración del plutonio o de otro elemento radiactivo - por ejemplo, el uranio 235 -, se obtuvo una fuente de energía muy poderosa, tan eficaz que en pocos segundos produjo el vaciamiento del lago. No de otra manera se explica esta asombrosa operación hidráulica que, si quisiéramos acometerla hoy día, demandaría una estrategia similar, costosa y de alto riesgo. Dicen que luego del fulgurante disparo del haz lumínico, escapado de la vara de oro manejada por Bochica, los acantilados se evaporaron. Las aguas de los pantanos hervían al soplo de un fuego abrasador y la luz del Sol se opacó con las cenizas y el polvo que esmerilaban el entorno. Los árboles perdieron sus hojas, abatidas por el torbellino salido de las entrañas del valle y, aun cuando era sua-mena (mediodía), apareció Za (la noche) cubriendo toda la Naturaleza. Las aves huyeron espantadas y los animales de los páramos, enloquecidos, no sabían qué dirección tomar. ¿No es éste el patético relato de una explosión atómica dirigida, como las realizadas en el desierto de Mojave o en el atolón de Mururoa?


LA TEORÍA DEL ÉXODO


En Colombia la historia oficial y, desde luego, quienes la escriben consideran a Bochica como un personaje extraño insertado en las sugestivas leyendas puestas a rodar en Amerindia por la imaginación popular. No le conceden categoría humana; pues sólo así la formidable y tecnificada civilización chibcha resultaría del impresionante talento creativo y del ingenio de los nativos, refractarios a cualquier tipo de intervención o de coloniaje cultural. Ni para qué hablar, entonces, de su origen extraterrestre. Menos aún del extravagante suceso de las Serranías de Pasca, que exacerba a los académicos. Ellos admiten al extraño Dios de las tribus andinas no como persona física y mental, sino como "un proceso sociológico de enseñanza artesanal y política, pero, además, de adoctrinamiento religioso". Esta teoría, que no carece de atractivo, la presenta el profesor Gabriel Camargo Pérez, miembro de la Academia Colombiana de Historia, calificado como el mayor especialista nacional en tradiciones del pueblo chibcha y autor de varios libros sobre este tema. Para él, Bochica "es un fascinante mito de la prehistoria colombiana que, sin duda, radica en la andadura de los primeros hombres que descubrieron y cruzaron las cuencas fluviales de la Amazonía y la Orinoquía de este país en un viaje admirable". Añade, además, que "el remoto origen de tan amañada imagen habría que buscarlo en las migraciones transmarítimas que sucesivamente arribaron algún día, en la época del proto-poblamiento continental, y luego aparecieron en el altiplano Cundiboyacense para estacionarse aquí durante siglos". Camargo Pérez, durante la entrevista que le hice en exclusiva para Espacio y Tiempo, apoyó su convicción en precisiones que abren espacio para cotejar el mito o la leyenda de Bochica a partir del supuesto de que no se trató de un hombre de carne y hueso. sino de un grupo más o menos numeroso de personas que "balseando" por la inmensa red fluvial surcolombiana llegaron hasta la sabana de Bogotá, en el centro oriental del país, hace 12.500 años. y. tras un lento nomadismo exploratorio. se radicaron en estas tierras. Por otra parte, agrega el profesor Camargo, "si gentes ilustradas crearon parábolas bíblicas, dioses del Olimpo, ciudadanos atlantes. alfombras mágicas y miles de fantasmagorías, debemos aceptar que quienes no habían recibido legados escritos, ni revelaciones evangélicas, envolvieron en mito el origen del Universo y de muchas cosas y personas. Por eso debemos recurrir, y estamos recurriendo, al prodigio de las ciencias modernas, y con la ayuda de Dios, para interpretar los secretos que ha escondido la historia en el arcano del tiempo y aproximarnos a la esquiva pero justa verdad de Bochica".

HEREDERO DE LA SABIDURÍA INTERIOR


El suceso humano de Bochica es, para el astrónomo, ingeniero y geógrafo Juan José Salas, director del Planetario de Bogotá y científico muy reputado en Colombia, un asunto muy serio del cual aún no se ha dicho todo. "Nos hemos contentado con candorosas reseñas de su peripecia y pare de contar". Considera Salas que "por carencia de pruebas, puesto que las encontradas hasta ahora son insuficientes, este personaje continúa, a la luz de la ciencia, bajo el irritante rótulo de mito. Pero, de acuerdo a las tradiciones religiosas de los aborígenes colombianos, es un auténtico personaje excepcional por sus conocimientos y su destreza en la realización de obras difíciles"... "No olvidemos que las religiones de los pueblos antiguos acogen dioses y personas bienhechoras que hacen tránsito en la historia local, se destacan por sus merecimientos y desaparecen luego. Esta es una constante universal aun en comunidades de bajo perfil cultural. Nuestro personaje desarrolla el magisterio de lo práctico y lo útil. Desde tejer mantas hasta desvelar el secreto mundo de los astros". Al preguntarle si Bochica pudo haber desecado la inmensa sabana de Bogotá y cómo lo hizo, Salas apuntó que "la varita mágica de oro da mucho que pensar. No se puede tomar como una alegoría sin fundamento, pues, además de manifestar un alarde de conocimientos superiores, evidencia la posibilidad de que fuera un experto en el manejo de las aguas y que con la construcción de canales, acequias y atarjeas las evacuó. Hoy podríamos hacerlo, pero en aquellos tiempos debió ser empresa muy difícil. Pienso que en edades muy anteriores se crearon tecnologías gracias a los cocimientos heredados, por supuesto, de otra Humanidad que pobló la Tierra hace millones de siglos. Humanidad portentosa por su saber, desaparecida en circunstancias que son un secreto. Tal vez por la acción de catástrofes naturales, epidemias asoladoras o procesos degenerativos incontrolables. Esto pudo ser así, como también que nuestro Bochica sea el heredero de esa pro-.funda sabiduría perdida, como él, en la oscura franja del pasado".

ADIÓS MAESTRO


La aparente "defunción" de Bochica, el extraterrestre precolombino, desborda la realidad para penetrar en el campo de lo sobrenatural. Para los cronistas del siglo XVI fue lo más obvio y, por lo mismo, le dedicaron pocos renglones. Suficientes para redactar un fascinante capítulo de ciencia ficción. El Padre Simón, en sus "Noticias Historiales", da fe del acontecimiento luctuoso e incluso cae en la exageración. Calcula la permanencia terrestre de Bochica en cifra bimilenária, que sobrepasaría la existencia biológica de cualquier mortal, así fuera un longevo patriarca bíblico. Reseña, además, los últimos sunas (meses) de su vida social itinerante, por cierto muy activa, cuando visita a los caciques amigos, organiza "talleres" para enseñar la fabricación de telares y la tinturación y tejido de mantas, dejando, a manera de manual de instrucciones, un diseño mecánico pintado "en alguna piedra lisa y bruñida, por si se les olvidaba". En su manuscrito, el religioso lo hace "desaparecer" en el Valle Sagrado del templo solar como por arte de encantamiento. Y nuestro personaje hace mutis en el escenario del suceso. Para Fernández de Piedrahita el asunto merece más atención. Ocurre en el entorno geoantropológico al que alude la pluma de su colega, o sea, el Valle del Suamox, centro religioso justamente llamado "La Roma de los Chibchas". Su relato es más minucioso y explícito, al añadir elementos de juicio que lo mejoran notablemente: "hacer morir" a Bochica de muerte prosaica, para luego "catapultarlo" al Cielo "en el mesmo cuerpo, no en ánima". Olvidó, por supuesto, contarnos quiénes se encargaron de poner en órbita al ilustre difunto y el "empaque" en que fue "remesado", datos que hubieran aclarado este inquietante enigma. De aquí en adelante persiste el misterio en torno al personaje más popular de las leyendas colombianas. De él se puede decir todo: que no fue terrestre, sino inmigrante de mundos ignotos; que es tan sólo un mito para decorar la prehistoria del Nuevo Mundo; que tampoco fue de carne y espíritu, sino la personificación de un pueblo buscando su espacio en la Historia Universal.