viernes, 24 de octubre de 2008

Oasis en el Oceano


Soñar con agua dulce mientras se navega a la deriva en el mar, a 1500 millas de la costa más cercana, no tiene nada de extraordinario.


Pero el verde oasis de agua dulce en pleno océano que soñó Neil Curry resultó ser algo más que un sueño.

En 1881, el capitán Neil Curry zarpó de Liverpool hacia San Francisco a bordo del velero Kara. Su mujer y sus dos hijos viajaban con él. La travesía fue serena hasta que, a unas 1500 millas de la costa oeste de México, se declaró un incendio que obligó al capitán, a su familia y a treinta y dos miembros de la tripulación a abandonar el barco en los botes de salvamento.

Muy pronto, los náufragos comenzaron a tener sed. Los más fuertes se obstinaban en remar, con la esperanza de avistar algún buque, manteniendo inútilmente su rumbo hacia México. Pero no vieron embarcaciones ni otros signos de vida. Siete de los treinta y seis ocupantes de los botes perdieron el conocimiento. El capitán Curry contaría más tarde:
Soñaba... y en uno de mis sueños vi que el mar debajo de nosotros ya no era azul sino verde... Logré juntar las fuerzas suficientes para llenar un recipiente. Probé el agua y era dulce.
Ya despierto, el capitán notó un cambio: los botes habían entrado en una zona de agua nítidamente verde, como si fuera un prado en medio del extenso azul. Tocó el agua y la probó: ¡era dulce! Habían encontrado una misteriosa fuente de agua dulce, un imprevisible oasis de salvación en medio del mar.

Veintitrés días después de haber abandonado la nave, el capitán Curry, su esposa, los hijos y toda la tripulación llegaron a tierra sanos y salvos.

Charles Fort, The Complete Books of Charles Fort; The Sun (Nueva York), 9 de octubre de 1931.
Fuente

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