Hace unos días ha resurgido una noticia del año pasado, en la que se realizaban afirmaciones extraordinarias sobre una red de túneles creadas hace 12.000 años, que conectan Escocia con Turquía, insinuando que incluso transcurren por debajo del Canal de la Mancha.
El arqueólogo alemán Heinrich Kush ha descubierto una red de túneles subterráneos de 12000 años que conectan Escocia y Turquía. Este descubrimiento podría revolucionar el campo de la arqueología y dar lugar a una revisión de la historia antigua. El hallazgo ha sido publicado en el libro “Los Secretos de la Puerta Subterránea hacia un Mundo Antiguo” escrito por Kush.El origen de esta historia proviene de un artículo que apareció en el periódico Daily Mail, que se ha traducido erróneamente al castellano, y que posiblemente también fue mal traducido al inglés desde el alemán. Por ejemplo la frase:
La existencia de un túnel subterráneo excavado en la roca por debajo del nivel del mar, es innegable que hay varios tramos de túneles que datan, según los estudiosos, hasta el Neolítico. Los expertos consideran esta arquitectura del Neolítico como una forma de refugio para la población, ¿Pero sin conductos de aire? ¿Y para protegerse de qué?.
Exociencias
Stone Age man created a massive network of underground tunnels criss-crossing Europe from Scotland to Turkey, a new book on the ancient superhighways has claimed.
debería entenderse como
El hombre de la edad de piedra creó una extensa red de túneles subterráneos a lo largo de toda Europa, desde Escocia a Turquía.
Pero se ha traducido como “una extensa red de túneles cruzan Europa desde Escocia a Turquía”.
Otra frase controvertida es:
They do not all link up but taken together it is a massive underground network.No todos los túneles están interconectados. De hecho muy pocos lo están. El artículo se publicó el 4 de agosto de 2011 y no está firmado. Tiene todo el aspecto de ser uno de esos engendros de becario cubriendo turno de vacaciones, que en ocasiones vemos durante los meses estivales.
Pero el libro y el autor existen en realidad. La obra se puede adquirir en amazon.
En este libro, el Dr. Henry Kush, prehistoriador y profesor de la Universidad Karl-Franzen en Graz, junto con su esposa Ingrid analiza la intrincada red de túneles ubicada en la región de Stiria, en Austria, cuya finalidad sigue siendo un misterio.
Si bien es cierto que ninguna explicación sobre su función es completamente satisfactoria, existen pruebas de radiocarbono realizadas sobre material orgánico encontrado en los túneles que los datan entre los años 950 y 1050. Por lo tanto, la afirmación de los Kusch que los llevan al final de la edad de hielo, es errónea y exagerada.
Hay más de 700 túneles en Baviera y 500 más en Austria, siendo en su mayoría de una longitud entre 20 y 50 metros. Los pasajes más grandes son lo suficientemente altos como para que la gente puede caminar a través de ellos en una posición encorvada, pero otros son tan pequeños que los exploradores tienen que moverse a gatas. Muchas galerías están conectadas a lugares de asentamiento antiguos. Las entradas de los túneles a veces se encuentra en las cocinas de los antiguos caseríos, cerca de las iglesias y cementerios, o en el medio de un bosque. Fueron construidos por personas que sabían lo que hacían. No se utilizaron vigas, y para descargar el peso que soportaban las paredes, los túneles serpentean en zig zag. Cada cierto espacio, hay unas cavidades en los que se dejaban las lámparas para iluminar mientras que se trabajaba.
En Beutelsbach había un castillo que fue derribado en el siglo XVIII, y esos túneles quizá fuesen vías de escape para poder salir en caso de asedio. Otros creen que se trataba de mazmorras para los delincuentes, o bien lugares de curación. También hay quien cree que eran lugares de culto de los druidas, o salas de espera para las almas antes de alcanzar el paraíso. Investigadores como Weichenberger, creen en cambio que la función de estos túneles era protegerse de los rebeldes húngaros denominados Kurucs, que con el apoyo de los turcos otomanos, saqueaban las zonas pobladas llevándose todo lo que tuviese valor y matando a los que se interponían.
Como resultado de la cooperación internacional del grupo Erdstall, nuevas pistas han salido a la luz. Las galerías también se concentran en algunas partes de Irlanda y Escocia, y también hay otras similares en el centro de Francia. Esta distribución tiene paralelismos interesantes con las rutas que siguieron los monjes irlandeses y escoceses, quienes procedentes del norte celta en el siglo sexto, viajaron por todo el continente como misioneros. Hay investigadores que especulan con la posibilidad de que estos primeros misioneros cristianos también propagaron ideas paganas, remanentes de las viejas enseñanzas druidas, especialmente sobre los conceptos celtas de la otra vida, que los llevó a la construcción de galerías subterráneas.
Poco más se sabe de esos túneles, lo que los convierte en un fantástico objetivo para los vendemisterios, que no dudan en modificar u omitir las partes de la historia que hagan falta para que quede más atractiva… y vendible.
FUENTE
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