Las Gárgolas es uno de los símbolos de muchas construcciones en la Edad Media y cuentan con un aspecto algo grotesco y terrorífico, además de estar envueltas de cierta leyenda y mitología.
Muchas veces estando de viaje en países como Francia, podemos darnos cuenta de que muchos de los edificios góticos cuentan en su parte más alta con la representación de criaturas aladas que son denominadas gárgolas, pero que por lo visto tienen un origen mitológico más allá de su función arquitectónica.
Mitología de las gárgolas:
Las gárgolas, entendidas como seres pertenecientes a la mitología, nacen a raíz de una leyenda de principios del siglo VII en la que el dragón Gargouille, que vivía cerca del Sena, devastaba periódicamente la región. Gargouille, era descrito como un de cuello largo y reptilíneo, hocico delgado con potentes mandíbulas, cejas fuertes y alas membranosas.
Se caracterizaba por sus malos modales: tragaba barcos, destruía todo aquello que se interponía en la trayectoria de su fiero aliento, y escupía demasiada agua, tanta que ocasionaba todo tipo de inundaciones. Fué entonces cuando , Romanus, un sacerdote cristiano, dominó a la bestia con la señal de la cruz y la llevó a Rouen donde le cortó la cabeza y la colocó en lo alto del ayuntamiento.
Gárgolas en la arquitectura:
Fué a partir de la Edad Media y con el auge del arte gótico cuando los artistas y arquitectos comienzan a colocar en sus edificios la representación de estos seres, con cabeza y alas de dragón y un cuerpo casi humano, y cuya función era la de expulsar agua de lluvia de los tejados de dichos edificios, para de este modo actuar como un desagüe.
Principalmente se colocaban en las iglesias, y de ahí que todavía se conserven en lugares que de hecho son tan enblemáticos como la catedral de Notre Dame en Francia ( construída por Le Corbusier). Su nombre se debería al sonido que produce el agua, similar al de un líquido por un tubo (y que se conoce como gargouiller).
Gárgolas como mitos en la arquitectura:
Además existen dos versiones del porqué se colocan las gárgolas o de hecho las encontramos en iglesias góticas. Por un lado tenemos la versión más fantástica, referida a que son demonios convertidos en piedra mientras huían de la iglesia.
Por otro lado tenemos las gárgolas como elementos que sirven para proteger a las iglesias, y de hecho por su aspecto terrorífico sirven para poder ahuyentar a los espíritus malignos.
Cabe añadir además que existen otro tipo de seres que no tienen estas formas pero que cumplen la misma función pero que al contar con una forma para nada terrorífica son denominadas quimeras.
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