Sarah Hellen, fue en vida una mujer misteriosa, que vivió en Inglaterra hasta su muerte.
Nacida en Inglaterra, y criada bajo el amparo de su pudiente familia, Sarah creció con la afición por la brujería. Con el paso de los años su interés por la magia negra hizo de ella una fiel seguidora del demonio y del Conde Drácula.
Debido al temor que todas sus practicas representaban para los pobladores de la ciudad, es asesinada con violencia en 1893. Aún viva, Sarah llegó a jurar su regreso y venganza sobre aquellos culpables de su muerte. Debido la temor de su promesa, nadie la recibió en los cementerios de la ciudad, y en vista al temor de permanecer cerca de sus restos, enviaron su cuerpo a un pueblo lejano en otro continente, Pisco en Perú.
El cementerio de un pequeño pueblo albergó al cuerpo, que fue dejado por sus familiares y nunca más visitado por algún conocido, hasta que debido a investigaciones sobre los cuerpos que fueron enterrados y jamás visitados, salió a la luz, junto con la promesa de Sarah, la cual habría de cumplir la venganza sobre sus asesinos y sobre todo el pueblo donde ella estuviese.
Aquella mujer vampiro, debió salir de su tumba en 1993, pero debido a rituales mágicos y rezos poderosos, diversos brujos y chamanes impidieron su salida. Se dice que su poder es tan grande que en el último terremoto que devastó la ciudad de Pisco, su tumba fue la única que quedó en pié, esperando el momento de que cumpla nuevamente cien años más hasta su resurrección.
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