El conocido actor de doblaje logró salir de un estado de coma asumiendo la personalidad del conocido conejo animado
A lo largo de medio siglo Mel Blanc dio vida a más de un millar de personajes animados. De su garganta surgieron las voces de iconos como Bugs Bunny, el pato Lucas, el Pájaro Loco, el gato Silvestre, el cerdito Porky o Piolín. Sin embargo, Blanc no se limitaba a ponerles voz, sino que se pasaba días hablando y comportándose tal y como lo harían sus personajes, para darles una personalidad propia. Su identificación con ellos era tan grande que en medio de una conversación podía empezar a contestar y comportarse como Bugs Bunny o como Silvestre.
Posiblemente, tal y como cuenta Javier Peláez en su blog «La Aldea Irreductible», esta excentricidad pudo salvar la vida de este actor cuando, en enero de 1961, quedó en estado de coma tras sufrir un grave accidente de tráfico. Mientras los miles de admiradores del Hombre de las mil voces inundaban el hospital en el que se encontraba ingresado con todo tipo de cartas de ánimo, todos los intentos de los médicos para hacerle despertar resultaban infructuosos. Blanc no respondía a ningún estímulo, a pesar de que sus familiares y cuidadores hablaban con él sin descanso.
Esperando a su mente
Habían pasado varias semanas y su cuerpo se recuperaba de sus heridas, pero no así su mente. Hasta que a uno de sus médicos se le ocurrió que, en lugar de hablar con Mel, podría intentar comunicarse con Bugs Bunny. Ante la sorpresa de su mujer, su hijo y varios médicos que se encontraban presentes, el mismísimo Bugs Bunny comenzó a contestar a las preguntas del médico. Así, a la pregunta de «cómo te encuentras, Bugs», Mel respondía con la voz del famoso conejo: «Me encuentro bien, Doc».
Este asombroso episodio, que el propio Blanc relata en su libro de memorias «That's not all folks!», ha sido estudiado por varios neurocientíficos. Sin embargo, nadie ha podido explicar todavía qué resorte de la mente consiguió que un dibujo animado lograse volver a despertar el cerebro del hombre que alegró la infancia de millones de niños en todo el mundo.
Fuente
Fuente