miércoles, 17 de diciembre de 2014

¿ Boscovich el Viajero de Tiempo ?

Cuando algunos son maltratados en vida, a otros se les relega su memoria al olvido, casi de forma inconsciente, privándonos a todos de su gran vida.



Un dato a destacar es que la Enciclopedia Británica, en su primera edición de 1801, dedicó 14 páginas a este hombre, pero a día de hoy es difícil encontrar unas líneas sobre su vida. Voy a contarles un poco quien era este personaje y porque está tan olvidado.

Nacido a principios del siglo XVIII, el 18 de Mayo de 1711 en Dubrovnik, actual Croacia, falleciendo el 13 de Febrero de 1787, Rudjer Boscovich, cuyo nombre puede encontrarse escrito de múltiples formas dependiendo de la fuente o del idioma.

Se adelantó casi dos siglos a los conocimientos de la época, un gran enigma que es digno de desvelar, conociendo su historia. Jesuita que recorrió media Europa trabajando para el papado.

Así que, poco a poco se convirtió en un experto óptico, experto en geosinesia, ingeniero civil, biólogo, teólogo, filósofo, diplomático y político, poeta, matemático, astrónomo, físico y químico, fue tantas cosas y en todas estas disciplinas destacó.

Un motivo por el cual puede que haya sido olvidado fue su condición política e ideológica de JESUITA, esta orden se extinguió por ordenes del Papa Clemente XIV, otro motivo, que en cada disciplina que destacó, los científicos posteriores, le fueron relegando al olvido, para no reconocer que sus avances se lo debían a este genio y también sin duda porque sus conocimientos rebasaban a todos los de la época haciendo que muchas veces fuera incomprendido por sus coetáneos.

Un hombre único y una mente prodigiosa, llamado a veces la enciclopedia andante, por todos sus conocimientos y disciplinas en las que siempre fue un adelantado a su tiempo. No hacia patria en ningún país donde trabajó, se le ofrecieron muchas nacionalidades, pero era un hombre de mundo, no de nación, algo que influyó también para que quedase en el olvido.

Una importante obra fue " Teoría de la Filosofía Natural ", que editó en Viena en 1758, los contemporáneos que la leían no la llegaban a entender y los estudiosos actuales, al hacerlo ven a un personaje del siglo XX metido como si fuese un viajero del tiempo en el siglo de las Luces, el XVII. Realizó excavaciones arqueológicas, donde muchos años después se descubrió TROYA.

En astronomía, con 25 años realiza un estudio de las manchas solares, conjeturó la existencia de planetas alrededor de estrellas, distintas a nuestro sol, descubrió un sistema para descubrir la órbita de un planeta con tres puntos de observación del mismo, y mucho más, es por lo que hay un cráter y una falla que llevan su nombre en la Luna en su honor.

En Geodesia, la que estudia la forma y tamaño de la tierra, fue pionero; descubre un procedimiento geométrico para determinar el ecuador de un planeta, también a través de tres puntos de observación de su superficie, fue capaz de medir con precisión un arco del meridiano, llegó a hacer la medición exacta del meridiano terrestre, de la cual luego surgiría la medida del metro.


Como Ingeniero Civil, único, destacar la reparación de la Cúpula de la Catedral de Milán, refuerza la estructura del Domo de la Basílica de San Pedro con aros de hierro que han perdurado hasta nuestros días. Dirige las obras de drenaje de las ciénagas pontinas, para combatir el paludismo, siendo él, el descubridor de la transmisión por insectos de la malaria.

Hombre con dinero, ya que trabajar para el papado en el siglo XVIII conllevaba una buena fuente de ingresos, disfrutó siempre de su vida, ya que hizo lo que quiso en las disciplinas que quiso, siendo siempre el mejor, simplemente cuando en alguna de ellas no le comprendían sus coetáneos, cambiaba de disciplina y volvía a ser el mejor.

Fue un religioso profundo, católico creyente, gran conocedor del Latín con el cual escribe casi toda su obra con una teoría muy particular sobre el Universo y el mundo, ya que con tantos conocimientos tenía una concepción bastante global de la existencia, estableciendo una ecuación única del Universo, donde deducía que había puntos indivisibles que actuaban como centros de fuerza y que los cuatros elementos que hasta esos días se conocían la tierra, el agua, el aire y el fuego, que eran iguales en su composición si no se tenían en cuenta, ni la masa ni el peso, influyendo con esta teoría en el descubridor de los electrones.

Llegó a la conclusión de que la materia, el tiempo y el espacio no eran divisibles infinitas veces, estudió los fenómenos de la luz, del magnetismo, la electricidad y la química, llegando a ser el pionero de la teoría CUANTICA, deduciendo en su época la existencia del átomo por nucleones, se adelantó en 1758 a la Constante de Planck y un sin fin de teorías que han sido descubiertas hace muy poco, un enigma de una GRAN MENTE.

Y para que nadie te olvide amigo Rudjer Boscovich, hombre enigmático de nuestra historia, espero que aquí quede constancia de tu obra y no caiga en el olvido ni quien fuiste, ni que descubriste, un homenaje a este gran ENIGMA.


 ACÁ LO INTERESANTE

Un tema de ciencia-ficción: si los relativistas están en lo cierto, si vivimos en un Universo de cuatro dimensiones, y si fuésemos capaces de darnos cuenta de ello, lo que llamamos sentido común saltaría hecho pedazos.

Los autores de obras de anticipación se esfuerzan en pensar en términos de espacio-tiempo. Iguales esfuerzos hacen los físico-matemáticos, en un plano de investigación más puro y con un lenguaje teórico.

Pero el hombre, ¿es capaz de pensar en cuatro dimensiones? Para ello necesitaría estructuras mentales diferentes. ¿Estarán reservadas estas estructuras al hombre de después del hombre, al ser de la próxima mutación? Y este hombre de después del hombre, ¿está ya entre nosotros? Los novelistas de lo imaginario así lo han afirmado.

Pero ni Van Vogt, en su hermoso libro fantástico sobre los Slans, ni Sturgeon en su descripción de los Más que humanos, se han atrevido a imaginar un personaje tan fabuloso como Roger Boscovich. ¿Ser mutante? ¿Viajero del Tiempo? ¿Extra terrestre disfrazado con la apariencia del servio misterioso ?

Boscovich nació en 1711, en Dubrovnik: al menos esto fue lo que declaró, cuando tenía catorce años, al matricularse como alumno libre en el colegio de los jesuítas de Roma. Allí estudió matemáticas, astronomía y teología.

En 1728, al terminar su noviciado, ingresa en la Orden de los jesuitas. En 1736, publicó una comunicación sobre las manchas solares.

En 1740, enseña matemáticas en el Collegium Romanum, y después es nombrado consejero científico del Papado.

Crea un observatorio, inicia la desecación de las ciénagas pontinas, repara la cúpula de San Pedro, mide el meridiano entre Roma y Rímini, sobre dos grados de latitud.

Después explora diversas regiones de Europa y de Asia y realiza excavaciones en los mismos lugares en que, más tarde, Schliemann descubrirá Troya.

En 26 de junio de 1760 es nombrado miembro de la Real Sociedad de Inglaterra, y en tal ocasión publica un largo poema en latín sobre las apariencias visibles del Sol y de la Luna, del que dicen sus contemporáneos: «Es Newton con el verbo de Virgilio.»

Le reciben los más grandes eruditos de la época y sostiene una importante correspondencia con el doctor Johnson y con Voltaire en particular.

En 1763 le ofrecen la nacionalidad francesa. Asume la dirección del departamento de instrumentos de óptica de la Marina Real, en París, donde vivirá hasta 1783.

Lalande le considera el más grande sabio de su tiempo. D'Alembert y Laplace se asustan de sus ideas avanzadas.

En 1785 se retira a Bassano y se consagra a la impresión de sus obras completas. Muere en Milán en 1787.

Muy recientemente, a impulsos del gobierno yugoslavo, se ha vuelto a examinar la obra de Boscovich, y principalmente su Teoría de la filosofía natural (1), editada en Viena, en 1758. 

La sorpresa ha sido mayúscula. Alian Lidsay Mackay, al comentar esta obra en un artículo del New Scientist, del 6 de marzo de 1958, estima que se trata de un espíritu del siglo XX que se vio obligado "a vivir y a trabajar en el XVIII. 

Por lo visto, Boscovich se había anticipado no sólo a la ciencia de su tiempo, sino también a nuestra propia ciencia. Proponía una teoría unitaria del Universo, una ecuación general y única que rige la mecánica, la física, la química, la biología e incluso la psicología. Según su teoría, la materia, el espacio y el tiempo no son divisibles hasta el infinito, sino que están compuestos de puntos: de granos.

Esto recuerda los recientes trabajos de Jean Charon y de Heisenberg, a los que Boscovich parece superar. Logra dar cuenta tanto de la luz como del magnetismo, de la electricidad y de todos los fenómenos de la química, conocidos en su tiempo, descubiertos después o por descubrir. 

En él encontramos los quanta, la mecánica ondulatoria, el átomo constituido por nucleones. El historiador de la ciencia L. L. Whyte asegura que Boscovich lleva al menos doscientos años de adelanto a su época, y que no se le podrá comprender realmente hasta que al fin se logre realizar la unión de la relatividad y la física de los quanta. 

Se calcula que en 1987, al celebrarse el segundo centenario de su muerte, su obra será probablemente apreciada en su justo valor. Todavía no se ha pretendido dar ninguna explicación de este caso prodigioso. 

Actualmente circulan dos ediciones completas de sus obras, una en servio y otra en inglés. En la correspondencia ya publicada (colección Bestermann) entre Boscovich y Voltaire, encontramos, entre otras ideas modernas: — La creación de un año geofísico internacional. — La transmisión del paludismo por los mosquitos. — Las aplicaciones posibles del caucho (idea puesta en práctica por La Condamine, jesuita amigo de Boscovich). — La existencia de planetas alrededor de estrellas distintas a nuestro Sol. — La imposibilidad de localizar el psiquismo en una región determinada del cuerpo. — La conservación del «grano de cantidad» de movimiento en el mundo: es la constante de Planck, anunciada en 1958. 

 Boscovich atribuye una importancia considerable a la alquimia y da traducciones claras y científicas del lenguaje alquimista. Para él, por ejemplo, los cuatro elementos. Tierra, Agua, Fuego y Aire sólo se distinguen por la disposición particular de las partículas sin masa ni peso que los constituyen, lo que coincide con la investigación de vanguardia sobre la ecuación universal. 

Otra cosa no menos alucinante de Boscovich es su estudio sobre los accidentes de la Naturaleza. En él encontramos ya la mecánica estadística del sabio americano Willard Gibbs, propuesta a finales del siglo XIX y no admitida hasta el XX. 

También descubrimos una explicación moderna de la radiactividad (perfectamente desconocida en el siglo xvin) por una serie de excepciones a las leyes naturales: lo que nosotros llamamos «penetraciones estadísticas en las barreras de potencial». 

¿Por qué esta obra extraordinaria no influyó en el pensamiento moderno? Porque los filósofos y sabios alemanes que dominaron en el campo de la investigación hasta la guerra de 1914-1918, eran partidarios de las estructuras continuas, mientras que los conceptos de Boscovich se fundaban esencialmente en la idea de discontinuidad. Porque los estudios en bibliotecas y los trabajos históricos sobre Boscovich, el gran viajero de obra dispersa, y cuyos orígenes se sitúan en un país continuamente agitado, no pudieron emprenderse sistemáticamente hasta muy tarde. 

Cuando se haya podido reunir la totalidad de sus escritos, cuando los testimonios de sus contemporáneos hayan sido hallados y clasificados, ¡qué extraña, inquietante y emocionante figura aparecerá ante nosotros!

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viernes, 14 de noviembre de 2014

El Marino Soviético que salvó al Mundo

Durante la crisis de los misiles cubanos, destructores de EE.UU acosaron a un submarino soviético que estuvo a punto de lanzar un torpedo nuclear. La sangre fría de un oficial evitó la tercera guerra mundial en un episodio que permaneció años oculto

«Un tipo llamado Vasili Arkhipov salvó al mundo». Así explicó Thomas S. Blanton, director del Archivo de Seguridad Nacional de EE.UU, el papel protagonista desempeñado por un desconocido marino soviético en la crisis de los misiles cubanos de 1962.


Vasili Arkhipov

De aquel episodio la humanidad recuerda que los Estados Unidos y la Unión Soviética estuvieron a punto de arrastrarla al abismo en su pulso nuclear. Lo que poca gente conoce es que fue la decisión de una sola persona, Arkhipov, la que evitó que estallara la que habría supuesto la tercera guerra mundial. 

Pongámonos en antecedentes. Arkhipov es uno de los tres oficiales al mando de un submarino soviético B-59, un sumergible de ataque al que la OTAN denominaba Clase Foxtrot. En los últimos días de octubre de 1962 navega sumergido junto a otros cuatro submarinos similares con destino a Cuba. La URSS ha instalado secretamente en suelo cubano varias lanzaderas de misiles nucleares, capaces de alcanzar territorio estadounidense en apenas unos minutos.

Es la respuesta al despliegue previo de proyectiles atómicos de Estados Unidos en tierras de Turquía, una amenaza capaz de golpear y devastar Moscú en apenas un cuarto de hora que el Kremlin tenía que contrarrestar.

En medio de esa escalada de tensión, con el planeta entero conteniendo el aliento y los dos colosos enseñándose los dientes, la 69 Brigada Submarina Soviética, en la que se encuadra la nave de Arkhipov, se dirige hacia aguas cubanas.



Submarino Soviético Clase-Foxtrot


Su misión, burlar el embargo que la Armada norteamericana ha dispuesto en torno a la isla y establecer una base submarina en la bahía de Mariel, en la costa norte de Cuba. El B-59 de Arkhipov va equipado con torpedos nucleares, una carga letal para una guerra desastrosa que cada vez se ve como más inminente.

Pocos días antes, un avión espía U-2 de los Estados Unidos ha caído derribado en suelo cubano y un grupo de cazas MIG soviéticos ataca a otro de estos aparatos mientras completaba un vuelo de reconocimiento en Siberia.

Miientras en el Pentágono se ultiman los detalles para la invasión final de la Cuba castrista y prosoviética, los buques de la US Navy y los aviones espías de la CIA sobrevuelan el Caribe en busca de embarcaciones soviéticas intentando introducir más armamento nuclear en la isla.

Las instrucciones del secretario de Defensa, Robert Mcnamara, son tan claras como peligrosas: si detectan cualquier intruso, los buques norteamericanos deben obligarlo a emerger e identificarse y bloquear su acceso. Una de esas embarcaciones es el B-59. El máximo responsable del buque, Vitaly Savitsky, lleva como segundos a bordo a Arkhipov y un oficial político.


A media tarde del 27 de octubre de 1962 los acontecimientos se precipitan. Un grupo de destructores estadounidenses detecta la brigada del B-59.

Ignorando que se las ven con buques con armamento nuclear, los barcos norteamericanos comienzan a lanzar cargas de profundidad para forzar a los submarinos soviéticos a emerger.

A bordo del sumergible de Arkhipov se viven momentos de pánico y caos. Ante la gravedad de los acontecimientos, el trío de oficiales al mando había zarpado de la URSS con autorización para lanzar sus torpedos nucleares si todos ellos estaban de acuerdo en hacerlo. 

Sin comunicación con Moscú, y dudando si ya había estallado la guerra entre las dos superpotencias, bajo las aguas del Caribe, con medio mundo pendiente de sus televisores, de las decisiones de Kennedy y de Kruschev, un grupo de marinos acosados tendría que decidir el destino de la humanidad. 

El oficial de comunicaciones Vladimir Orlov vivió a bordo aquellos dramáticos instantes. Según su versión, tras una larga travesía transoceánica sumergidos, la tripulación y el capitán Savitsky «estaban exhaustos». 

Las cargas de los destructores norteamericanos explotaban a pocos metros del casco del submarino soviético. «Era como estar sentado en un barril de metal que alguien golpea continuamente con un martillo». 

Así hostigado, al límite de su resistencia psicológica, presionado por una marinería que exigía defenderse, Savitsky hace un último intento de contactar con Moscú. No hay manera. Enfurecido y desesperado, decide lanzar su mortífero torpedo, aun a sabiendas de que sería el fin también para él y sus hombres: 

«Los volaremos por los aires; moriremos todos pero hundiremos todos sus barcos», exclama antes de reunir a sus dos segundos a bordo para ratificar una decisión que requiere su consentimiento. 

En medio del bombardeo estadounidense, a unos centenares de metros bajo el Caribe, los tres marinos celebran una reunión que decidió el destino de la humanidad. 

El oficial político está de acuerdo con Savitsky en abrir fuego. Solo falta Arkhipov. Pero él dice que no. En esas circunstancias extremas, únicamente la frialdad y el coraje de un hombre evitan lo que habría supuesto una catástrofe sin precedentes. 

Arkhipov convence a Savitsky de que haga emerger el submarino. El B-59 asoma a la superficie y da media vuelta a la espera de instrucciones del Kremlin rehuyendo el enfrentamiento con la Task Force norteamericana.

Pocas horas después, Kennedy y Kruschev alcanzan un acuerdo que hace suspirar de alivio a toda la humanidad. 

Nadie lo supo entonces, ni siquiera Kennedy, pero Arkhipov salvó aquel sábado al mundo. Su historia no se hizo pública hasta 2002. 

En un congreso celebrado en La Habana a los cuarenta años de aquel episodio, Mcnamara, basándose en documentos estadounidenses desclasificados, admitió que la guerra nuclear estuvo más cerca de lo que nadie había pensado. Thomas S. Blanton aclaró a que se refería: «Un tipo llamado Vasili Arkhipov salvó al mundo». Aquel tipo había muerto tres años antes.

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miércoles, 15 de octubre de 2014

2 TÉCNICAS DE MANIPULACIÓN DE MASAS QUE NO DEBES OLVIDAR


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Todos somos conscientes de ello: la población está siendo manipulada.
Vivimos inmersos en una constante guerra psicológica a gran escala, en la que la mayoría de la población es conducida como un rebaño camino del matadero, bajo la susurrante e hipnótica cantarela de los medios de comunicación y las paternales proclamas y los lemas anestesiantes de la clase política dirigente.

Uno de los primeros pasos que debemos dar para liberarnos de este yugo es tomar plena conciencia de cuáles son las técnicas de manipulación empleadas sobre nosotros y una vez las conozcamos, observar los hechos bajo la nueva lente que nos ofrezca ese conocimiento, con el fin de detectar las futuras maniobras de aquellos que nos consideran una masa informe y descerebrada.
Hay muchas técnicas de manipulación, pero en este artículo nos centraremos en dos que están basadas en la gestión de la amenaza.
Las podríamos llamar: La Ley de la Amenaza Incumplida y La Ley de la Amenaza Exagerada.
puppet_strings3LA LEY DE LA AMENAZA INCUMPLIDA

Últimamente nos hemos visto azotados por las terribles escenas de decapitaciones de los rehenes del Estado Islámico. Invariablemente, una y otra vez, se repite la misma escena: los rehenes hablan a cámara con toda tranquilidad y permiten, sumisamente, que su captor les ponga el cuchillo en el cuello, sin oponer resistencia ni mostrar el más mínimo atisbo de terror ante lo que les está a punto de suceder.
Y eso ha llevado a que mucha gente se pregunte: ¿por qué estas personas se muestran tan tranquilas si están a punto de ser decapitadas?
La posible respuesta parecen tenerla personas como el periodista francés Didier Francois, que permaneció capturado durante 10 meses por el Ejército Islámico, antes de ser liberado.(link)
Según Francois, los captores someten a los rehenes a numerosas ejecuciones simuladas.
Es decir, cada rehén, agotado, aislado, maltratado y humillado por sus captores, es regularmente arrancado de su celda y se ve sometido al mismo ritual de la decapitación, una y otra vez, hasta que se acostumbra a ello como si se trate de una rutina.
Podemos imaginar que las primeras veces los rehenes deben chillar de terror y deben tratar de luchar y liberarse ante el destino inminente que creen que les espera. Pero cada vez que se ven sometidos a esta escena, la ejecución que tanto temen se limita a una simple escenificación teatral, tras la cual son devueltos a sus celdas, sanos y salvos.
De esta manera, los rehenes se acostumbran a vivir la misma situación, una y otra vez, y dados los precedentes y la repetición de la liturgia que experimentan rutinariamente, llega un momento en que al ser sacados de sus celdas ya no muestran miedo ni oposición, pues acaban creyendo que todo terminará como las veces anteriores.
Una vez conseguida esta actitud sumisa en los prisioneros y una vez se muestran dóciles y agotados, llega el momento en el que los captores, ahora sí, pueden decapitarlos ante las cámaras con toda tranquilidad y sin ningún tipo de oposición.
Es, sin lugar a dudas, una técnica de manipulación psicológica espantosa y retorcida.

Hay ciertos indicios de que podríamos estar experimentando algo parecido a gran escala. Imaginemos que regularmente somos advertidos de la llegada de algún tipo de acontecimiento apocalíptico: un gran colapso económico, una gran epidemia, el estallido de una gran guerra, etc… En este caso, los rehenes amenazados de muerte somos nosotros, la población, y cuando somos advertidos del peligro que se cierne sobre nosotros, todo parece encajar: multitud de pistas y la propia realidad que nos rodea nos indican que ese acontecimiento apocalíptico va a producirse, de la misma manera que al rehén, que se ve con el cuchillo en el cuello, todo le indica que está a punto de ser ejecutado.
Y cuando creemos que llega el momento y que el cielo se nos caerá encima…no sucede absolutamente nada.

Economic-Collapse-American-Riots-Will-Be-The-Worst-In-The-WorldUna y otra vez, de forma invariable, tras cada advertencia de cataclismo, la situación sigue siendo estable y la rutina continúa, como todos los días.

Si esto fuera realmente así y se estuviera aplicando esta técnica de manipulación psicológica sobre la población, llegaría un día en el que todos seríamos advertidos de la llegada de un gran cataclismo y unánimemente responderíamos con expresión cansina: “Bah, ni caso: es la típica advertencia apocalíptica que solo busca provocar miedo. Ya lo hemos vivido muchas veces y nunca sucede nada” y seguiríamos con nuestra rutina diaria sin prestar atención a los indicios que nos rodearan, por inquietantes que éstos fueran.
Al ofrecer este tipo de respuesta, estaríamos en la misma situación que los rehenes habituados a las simulaciones de ejecución y podríamos ser sacrificados en masa sin ofrecer la más mínima resistencia, de la misma manera que son decapitados los rehenes del Estado Islámico.
¿Realmente es descabellado sospechar que estamos siendo sometidos a esta técnica de manipulación mental?
Los medios alternativos, aquellos que vienen a ser calificados peyorativamente como “conspiranoicos”, vienen advirtiendo, desde hace años y por poner un ejemplo, de la llegada de un gran colapso económico.
us-economic-collapseLos datos que ofrecen muchas veces son dignos de tener en cuenta. Además, la situación económica general, combinada con las incesantes mentiras de los gobiernos y de los grandes organismos financieros, ofrecerían indicios de que dicho colapso puede llegar a producirse de un momento a otro.
Sin embargo, año tras año, y a pesar de todas las advertencias apocalípticas, el colapso sigue sin producirse y los medios alternativos quedan a ojos de la población como unos mentirosos, unos paranoicos y unos exagerados.
Lo mismo podemos decir acerca de otros tipos de eventos catastróficos.
Por poner un ejemplo, ahí están los presuntos preparativos que desde hace años se vienen produciendo en EEUU ante un “evento catastrófico indeterminado“.
captura cataclismoAl menos desde 2009, corren por Internet numerosas noticias y vídeos en los que se muestran descampados repletos de supuestos ataúdes de plástico destinados a realizar enterramientos masivos, imágenes de grandes explanadas con cientos de contenedores de hormigón enterrados, presuntamente construidos para albergar fosas comunes, o las ya insistentes noticias de carácter “conspiranoico” que hablan de la creación de numerosos y gigantescos refugios subterráneos en los que las élites irían a guarecerse ante la llegada de un gran cataclismo aún por concretar.
Incluso hemos vivido con anterioridad la aparición de un par de “epidemias falsas” como la de la gripe aviar, así como constantes amenazas con enfermedades como el SARS, el MERS y todo tipo de virus con nombres extraños e inquietantes.
No es extraño pues, que tras tantas advertencias de epidemia mundial que han resultado ser exageraciones, el comentario más frecuente que se puede escuchar acerca de la actual epidemia de ébola sea: “están haciendo lo mismo que con lo de la gripe aviar. Solo buscan crear miedo para hacer negocio con las vacunas”
Más o menos todos hemos pensado lo mismo, incluido quien escribe este texto.
Y todos seguimos con nuestras vidas sin mover ni un dedo, creyendo, convencidos, que todo lo del Ébola no es más que un “cuento”.
Pensar y actuar así es lo lógico, es lo que dicta el sentido común.
Pero no nos engañemos: es el mismo sentido común basado en la repetición de situaciones que han experimentado las personas decapitadas por el Ejército Islámico.
Si seguimos con la hipótesis de que estamos siendo sometidos a esta técnica de manipulación masiva, lo que queda claro es que los medios de comunicación alternativos están siendo utilizados como tontos útiles, como meros altavoces que nos advierten de la llegada de un lobo que nunca hace acto de presencia…hasta el día en que realmente llegue y nadie les haga caso.
puppets-on-a-stringEvidentemente hay puntos débiles en esta hipótesis.
Alguna gente podría argumentar acertadamente que: “si suponemos que hay élites que quieren provocar algún tipo de cataclismo mundial que conduzca a un masivo Reset planetario, lo mejor sería hacerlo directamente y por sorpresa, sin tanta amenaza incumplida”
Pero quizás, llevar a cabo una maniobra de tal magnitud requiere de unos largos y costosos preparativos que dejarán pistas inevitablemente. Indicios que harán sospechar a periodistas e investigadores, capaces de difundir información a través de Internet y por lo tanto, relativamente difíciles de controlar.
Si ésta fuera realmente la situación y llevar a cabo estos preparativos dejara inevitablemente cabos sueltos, lo mejor sería aplicar La ley de la Amenaza Incumplida…y ahora mismo ya estaríamos todos listos para ser “decapitados”.
Evidentemente, esto no es más que una hipótesis sin fundamento…pero da que pensar, ¿no?
puppets_on_a_strin_450LA LEY DE LA AMENAZA EXAGERADA
Su aplicación es constante, tanto en el mundo de la política como en el terreno mediático, pero sin embargo, es en los medios alternativos de Internet donde alcanza sus mayores cotas de efectividad.
Para definir en qué consiste, utilicemos un ejemplo:
Supongamos que eres un esclavo y que tus “amos” te amenazan con que van a cortarte un brazo por haberte portado mal.
411Tú, temeroso, te preparas para lo peor y cuando llega el momento, tus amos se limitan a cortarte un dedo de la mano.
Acabas mutilado y dolorido, con un dedo menos, pero te sientes aliviado porque estabas convencido de que ibas a perder el brazo entero. De hecho, ya te veías sin él.
Cuando esto sucede, observas tu brazo casi como si te lo hubieran regalado, como si fuera algo perdido que acabas de recuperar y dejas de fijarte en la auténtica realidad de los hechos: y es que esos amos tan crueles, te han cortado un dedo.
Sin embargo, y aunque tú no lo sepas, resulta que tus amos siempre habían tenido la intención de tan solo cortarte un dedo para que pudieras seguir trabajando para ellos.
slaverySe trata pues, de una maniobra de manipulación mental de carácter narrativo.
Resumiendo, con la Ley de la Amenaza Exagerada, se alcanzan tres objetivos:
·Primero, desactivar tu posible respuesta
De alguna manera olvidas que te han cortado un dedo y lo aceptas como un mal menor, porqué creías, convencido, que ibas perder mucho más.
Es decir, te resignas, en lugar de rebelarte, pues la sombra de la posible amputación del brazo si no obedeces a tus amos, sigue ahí, bien presente.
·Segundo, destruir tu credibilidad
Si cuando recibes la amenaza le cuentas a los otros esclavos que los amos van a cortarte el brazo y después resulta que solo te cortan el dedo, tu credibilidad queda afectada y tú quedas a ojos de los demás como un paranoico y un exagerado.
Incluso tú mismo te acabas viendo como un paranoico.
Esta es la maniobra que se utiliza fundamentalmente para destruir la credibilidad de los medios alternativos a ojos de la población y encaja plenamente con los procedimientos empleados en la maniobra de manipulación anteriormente expuesta, la de la Ley de la Amenaza Incumplida.
·Tercero, amar a tus agresores
Al final acabas pensando: “solo me han cortado un dedo…en el fondo, mis amos no son tan malvados, podrían haberme cortado el brazo, o incluso matarme, pero me han tratado con una cierta humanidad…”
Es decir, acabas albergando un cierto grado de agradecimiento hacia aquellos explotadores que te han arrebatado un dedo.
pComo podemos ver, estas leyes de la amenaza se reproducen, constantemente, de una manera u otra, en todas las teorías de conspiración que inundan las redes en estos momentos.
Pero lo que es más grave es que estas mismas técnicas de manipulación masiva son ampliamente utilizadas en el campo de la política actual, a todas las escalas y por parte de la mayoría de gobiernos.
Es esencial, pues, que todos y cada uno de nosotros las tengamos bien presentes ante cualquier anuncio de nuestros gobernantes o de los medios de comunicación, sean en el ámbito que sean, para evitar que nos sigan manipulando como a un vulgar montón de borregos.
Y más importante aún.
Cuando veamos que las utilizan, no debemos dudar ni un momento en denunciarlo y en hacérselo ver al máximo número de personas posible.
Si nos tratan como a un rebaño es porqué nosotros no hacemos nada por impedirlo…
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domingo, 8 de junio de 2014

El submarino que fue destruido por un inodoro

Un mal uso de los lavabos, unido a un fallo de diseño, provocó el hundimiento de un submarino alemán en la Segunda Guerra Mundial

El submarino que fue destruido por un inodoro

El submarino U-1206, durante una de sus travesías

La flota de submarinos fue una de las armas más temidas del ejército nazi, sobre todo en los primeros años de la Segunda Guerra mundial. Sin embargo, como contamos hace ya algún tiempo, la vida a bordo de estas naves era muy dura y peligrosa, ya que su diseño era todavía muy deficiente.

Así, a diferencia de lo que ocurría con los submarinos estadounidenses y británicos, los alemanes solo disponían de dos retretes queúncamente podían ser usados cuando navegaban cerca de la superficie. Esto, tal y como cuenta el blog «Intrínseco y expectorante», se debía a que, para ahorrar espacio, carecían de un tanque séptico, por lo que los inodoros vertían su contenido directamente al mar.

Cuando el submarino navegaba a mucha profundidad, la presión era demasiado grande para que los baños eliminasen los residuos. En esos casos, los miembros de la tripulación tenían que utilizar cubos, latas o cualquier otro recipiente que tuviesen a mano, generando unos olores que convertían el ya enrarecido aire de la nave en casi irrespirable.

Por ello, los ingenieros alemanes decidieron diseñar un sistema de sanitarios de alta presión, para que los retretes pudieran funcionar a grandes profundidades. El primer submarino en incorporar esta mejorafue el U-1206, que se enfrentó a su primera patrulla de combate en abril de 1945. Su objetivo era buscar y destruir los barcos británicos y estadounidenses que navegaban por el Atlántico Norte.

En esa misión el submarino iba tan cargado que fue necesario habilitar el baño situado al lado de la cocina como despensa, por lo que toda la tripulación se vio obligada a utilizar el otro retrete, cuyo funcionamiento, además, era tan complicado que los ingenieros habían elaborado un manual de instrucciones y formado a un tripulante para que se encargara de operarlos.

Apenas una semana después de su primera patrulla en el U-1206, el capitán del submarino, Karl Adolf Schlitt, utilizó el servicio, mientras el submarino se desplazaba a una profundidad de 200 pies (unos 60 metros), sin solicitar la ayuda del especialista. Schlitt trató de seguir las instrucciones del manual, pero el retrete no parecía funcionar correctamente. Cuando el especialista intervino, este abrió una válvula que conectaba con el mar sin cerrar antes otra interior, lo que provocó que el submarino comenzara a inundarse.

Pronto, el compartimento de las baterías de los motores eléctricos del U-1206, situado bajo el baño, comenzó a anegarse. El agua salada reaccionó con el ácido de las baterías, generando un tóxico gas de cloro, que empezó a extenderse por la nave. Schlitt no tuvo más remedio que ordenar subir a la superficie, a pesar de que estaban a pocos kilómetros de la costa escocesa.

El submarino fue avistado por la aviación aliada, que inició un rápido ataque. Un miembro de la tripulación falleció en la refriega, mientras que otros tres cayeron al agua y murieron ahogados. La nave sufrió graves daños y comenzó a hundirse, por lo que el capitán ordenó abandonarla.

Mientras 36 miembros de la tripulación eran rescatados por pequeñas barcas y otros diez capturados tras llegar a la costa en botes salvavidas, el U-1206 se convertía en el único buque de guerra de la historia en ser abatido por el mal funcionamiento de su retrete.

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miércoles, 23 de abril de 2014

“La muerte se olvidó de mi”, dice hombre de 179 años (India)"


Mis nietos han muerto hace años. De alguna manera la muerte me olvidó”.El zapatero Indio afirma haber nacido en enero de 1835, por lo que es no sólo el hombre más viejo del mundo, sino también el hombre que vivió más años a lo largo de la historia humana, de acuerdo con Guinness World Records.

Las autoridades indias dicen que el hombre nació en una casa en Bangalore el 6 de enero de 1835. A partir de 1903 vivió en Varanasi, donde trabajó hasta 1957, hasta que se retiró en 122 años.

“Estoy viviendo tanto tiempo que los hijos de mis nietos han muerto hace años”, explicó Mûrasi. “De alguna manera,la muerte me olvida. Y ahora no tenemos esperanza. Al mirar las estadísticas, nadie muere con más de 150 años, por no hablar de más de 170.

Llegados a este punto creo que soy inmortal o algo así “, dijo. Según WorldNewsDailyReport.com, todos los documentos que permitan identificar el hombre confirman su versión, pero hasta la fecha, ningún examen médico confirmó la veracidad de sus afirmaciones. El último profesional que visitó Mûrasi murió en 1971, por lo que hay poca información sobre su historial médico.
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miércoles, 5 de febrero de 2014

Descubren Biblia de más de 1.500 años que dice que Jesús no fue crucificado .




Una Biblia con más de 1.500 años fue descubierta en Turquía y es motivo de preocupación para el Vaticano. Eso es porque esta Biblia contiene el Evangelio de Bernabé, que fue uno de los discípulos de Cristo, que viajaron con el apóstol Pablo, la cual mantiene una visión de Jesucristo similar a la del Islam.
El libro habría sido descubierto en el año 2000 y ha sido mantenido en secreto en el Museo Etnográfico de Ankara. El libro, hecho en cuero tratado y escrito en un dialecto del arameo, el idioma de Jesucristo, tiene páginas negras, debido a la acción del tiempo. Según las noticias, los expertos evaluaron el libro y se aseguraron de que es original. 

 Las autoridades religiosas de Teherán insisten en que el texto demuestra que Jesús no fue crucificado, no era el Hijo de Dios, sino un profeta, y llamó a Pablo, el “impostor”. El libro también dice que Jesús ascendió al cielo vivo, sin haber sido crucificado, y Judas Iscariote habría sido crucificado en su lugar. 

Habla sobre el anuncio que dio Jesús de la venida del Profeta Muhammad, quien fundaría el Islamismo 700 años después de Cristo. El texto prevé la llegada de la último mesías islámico, hecho que no ha sucedido todavía. 

El Vaticano ha mostrado preocupación por el descubrimiento del libro y pidió a las autoridades turcas para que expertos de la Iglesia Católica evalúen el contenido del libro en la Iglesia Católica. Se cree que la Iglesia Católica en el Concilio de Nicea, ha realizado la selección de los Evangelios que formarían parte de la Biblia, suprimiendo algunos, entre ellos posiblemente el Evangelio de Bernabé. 

También existe la creencia de que había muchos otros evangelios, conocidos como Evangelios del Mar Muerto. 

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miércoles, 22 de enero de 2014

Los Caníbales franceses


Esta historia comienza en París en 1816. La monarquía francesa había sido restaurada en el trono gracias a que los ingleses un año antes habían derrotado y exiliado a Napoleón. La monarquía ya no era un poder absoluto y debía ceñirse a varios cambios que se habían producido años antes en la famosa Revolución. En este contexto, y como muestra de buena voluntad y apoyo al recién instalado Luis XVIII, los británicos ofrecieron a los franceses el Puerto de St. Louis, en Senegal, en la costa occidental de África.

El Puerto de St. Louis era un fondeadero comercial importante y centro de abastecimiento casi obligatorio para quienes navegaban hacia el Cabo de Buena Esperanza, en Sudáfrica. Para tomar posesión del puerto, el nuevo rey francés preparó una flota de barcos que llevaría a quien sería el nuevo Gobernador de St. Louis, su respectivo regimiento de soldados y a las primeras familias que colonizarían el pueblo costero.

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Puerto de St. Louis en Nueva Senegal


El primer gran error que se cometió, fue nombrar como capitán de la flota a Hugues Duroy de Chaumereys y ponerlo a cargo de llevar toda esa gente a su destino. Fue una elección política e inadecuada ya que De Chaumereys era un aristócrata pro monárquico de 53 años, que hacía 25 que no había tripulado un barco. Ni en su mejor época de oficial había capitaneado una nave, sin embargo ahora le encargaban una flota.

Las embarcaciones partieron el 17 de junio de 1816. La flota estaba compuesta por cuatro barcos: el Loira, el Argus, el Eco y la fragata Medusa. Esta última era la que llevaba al capitán, a los pasajeros civiles, a los más altos oficiales y a la mayor parte de la tropa. Iban aproximadamente unos 400 hombres, fuera de mujeres y niños. El pasajero más importante era el coronel Julián Désiré Schmaltz, Gobernador de Nueva Senegal, un hombre arrogante y engreído que no tardó en impresionar al inexperto capitán De Chaumereys.

El Gobernador Schmaltz quería llegar a St. Louis lo más rápido posible tomando una ruta más directa. El plan que sugirió –ordenó- el Gobernador, implicaba acercar a la flota peligrosamente a la costa para navegar siguiendo su perfil. Esa zona de la costa africana era (y es) bastante conocida por sus bancos de arena, arrecifes y por los complicados problemas de navegación que implicaba, incluyendo el famoso banco de Arguin, que cuando baja la marea prácticamente se convierte en islote. Era una ruta que hasta los piratas más experimentados la evitaban. Lo habitual era navegar mar adentro en el Atlántico y dejar que los vientos predominantes del oeste acerquen las naves a la orilla aprovechando las marea altas, cosa que según Schmaltz era perder el tiempo.

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Fragata La Medusa


El pelele del capitán se dejó influenciar por el gobernador y ordenó cambiar el rumbo para seguir su plan. Los marinos y la tripulación estaban indignados, primero porque estaban obligados a obedecer las órdenes de dos aristócratas monárquicos que no sabían nada de navegación, y segundo, porque conocían el riesgo que esto conllevaba.

La Medusa, al ser la embarcación más rápida del convoy, pronto dejó atrás al Loira y al Argus. El Echo iba segundo y le siguió el ritmo durante varios kilómetros pero luego decidió ir más despacio por precaución, mientras tanto la Medusa siguió por su cuenta y abandonó el grupo.

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Para el 28 de junio (tras 11 días de navegación), el capitán De Chaumereys ya había hecho un nuevo amigo, un tal M. Richefort que se le presentó como un experto explorador de África. Este señor iba a ser el nuevo capitán del Puerto de St. Louis y tenía aún menos experiencia naval que De Chaumereys. Pronto el capitán se dejó manipular por este charlatán y prácticamente empezó a tomar las decisiones que Richefort le aconsejaba.

Eran tan obvias las falencias del capitán en materia de navegación, que no sólo la tripulación se daba cuenta del títere que tenían al mando, sino que incluso ya lo comentaban los oficiales, las tropas y los civiles que iban hacia St. Louis. El Capitán y su nuevo amigo parecían gemelos, se paseaban por toda la fragata caminando elegantemente, ambos con aire de suficiencia y dando órdenes de navegación. Muy pronto esto sería lo que los llevó al desastre.

El amanecer del 2 de julio sorprendió a los pasajeros con un entorno de miedo. De repente vieron como el agua del mar se había oscurecido, y quienes se asomaron a la proa del barco pudieron constatar que ésta estaba llena de barro. Frente a la obvia preocupación y preguntas de los pasajeros, Richefort sonreía con serenidad y amablemente les respondía:

"Mi querido señor, sabemos lo que hacemos. Siga usted en sus asuntos que puede estar tranquilo. He pasado dos veces por el Banco de Arguin, he navegado en el Mar Rojo, y como podrá ver, aún sigo vivo”.


El Gobernador Schmaltz, que no tenía idea de lo que estaba pasando, seguía dictando el rumbo y dando órdenes a todos a los que se le acercaban. Richefort se instaló junto al Gobernador como su asistente de navegación, mientras el capitán De Chaumereys trataba de tranquilizar a la gente que empezaba a reclamar. Al final no pudo soportar la presión y por último terminó pidiendo a la tripulación que "hicieran lo que creyeran más conveniente". El puesto de Capitán le había quedado demasiado grande.

Esa misma mañana antes del mediodía, llegó a su fin el viaje de la Medusa. Las crónicas relatan que el barco navegaba en aguas de 80 brazas de profundidad. La braza es una antigua medida de longitud náutica para calcular la profundidad del agua. Equivale a un par de brazos extendidos, 1,7 m aproximadamente.

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Banco de Arguin visto desde la costa


"No hay motivo de alarma" repetía a cada momento De Chaumereys a los pasajeros, y en cierto momento hasta tuvo que gritarlo porque el pánico ya empezaba a cundir. Para eso de las 15:00 la Medusa navegaba apenas sobre seis brazas de agua (10 metros), la que cada vez se iba haciendo menos profunda. Casi toda la tripulación había abandonado al capitán, mientras él y su amigo navegante se mostraban alegres y sonreían.
Cinco minutos más tarde el barco se detuvo en seco y empezó lentamente a voltearse de lado provocando un gran sacudón, hasta que –por suerte- la inclinación se detuvo de pronto. Era el Banco de Arguin. Según los testigos que luego relatarían los hechos, los rostros del capitán De Chaumereys y Richefort sufrieron una rara transformación, "tenían los ojos desorbitados, sudaban profusamente, se notaba habían entrado en pánico pero sólo guardaban silencio... poco después, los airados reclamos de la tripulación los trajeron de vuelta a la realidad".

Casi inmediatamente, Richefort fue objeto de una las más grandes puteadas que debe haber recibido un hombre en su vida (de los marinos, soldados y pasajeros), pero los oficiales no dejaron que lo agredan. El capitán se había quedado mudo mientras el Gobernador Schmaltz y su familia contemplaban indiferentes el espectáculo, suponiendo tal vez, que como eran gente importante (rica), alguien vendría en su ayuda.

historia

El banco de Arguin visto desde el aire


Tal como se encontraba en ese momento, el barco no había sufrido ningún daño, apenas estaba atrapado en el fango. En un esfuerzo por aumentar la flotabilidad sobre el lodo, la tripulación empezó a lanzar los objetos más pesados por la borda, porque según ellos, tenían un pequeño lapso de tiempo para tratar de sacar al barco del banco de arena: con la primera marea alta, ya que cada una de las siguientes (mareas) iba a ser menor que la anterior así que debían apurarse botando toda la carga pesada como armas, cañones, barriles de pólvora, munición. De Chaumereys ordenó parar ese plan por temor a que el rey se moleste al saber que sus cañones habían sido tirados por la borda. El barco por supuesto, seguía hundiéndose cada vez más en el espeso lodo.

Después de su crisis nerviosa y rascándose la cabeza, el Capitán llamó a algunos de sus marinos de confianza y a los oficiales de mayor rango para ver qué se podía hacer, porque para variar, sólo había seis botes salvavidas.

Nuevamente el Gobernador salió con otra de sus “geniales” ideas. Schmaltz sugirió cargar “las pertenencias más importantes” junto a los pasajeros importantes en los pocos botes salvavidas, y construir una balsa para los soldados y tripulación, que sería remolcada por los seis pequeños botes hacia la costa.

Así como en la actualidad van mecánicos e ingenieros especializados en todos los buques modernos, antes iban carpinteros, cerrajeros y mucha gente hábil. La balsa fue construida en tiempo record utilizando los mástiles y las vigas transversales de la embarcación. Fue hecha rudimentariamente y al apuro, no tenía ningún sistema mecánico de navegación y como iban a ser remolcados, nadie se preocupó por hacer unos remos. Medía aproximadamente unos 65 por 23 pies (20 x 7 metros).

Los Caníbales franceses

La rudimentaria balsa de 20 x 7 metros


Cuando la tropa y los marinos de bajo rango empezaron a subir a la balsa –unas crónicas dicen 147 otras 150- , esta se hundió y el agua les llegaba a las rodillas. Estaba tan cargada que ni siquiera tenían un metro de espacio por persona, era imposible acomodarse.

También hay que señalar que hubo ocho altos oficiales que -con mucha dignidad- prefirieron ir en la balsa acompañando a sus soldados, pero por lo enrarecido que estaba el ambiente, les requisaron las armas a la tropa y sólo a unos pocos se les permitió que llevaran su sable. Era tal el hacinamiento y el desorden, que 17 hombres decidieron no arriesgarse, prefirieron quedarse en la Medusa que lentamente era tragada por el lodo. Tuvieron que esconderse para que no los obligaran a subir porque prácticamente era un suicidio.

Aunque el detalle de los suministros nunca se sabrá con exactitud, se calcula que llevaban unos cuantos barriles de vino y de agua dulce, un par de barriles de ron, algo de harina (que de nada servía), y a última hora desde los botes les convidaron unas 20 libras de galletas.

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Botes salvavidas de la Medusa


Gracias a la genial sugerencia del Gobernador Schmaltz, cinco de los seis botes salvavidas fueron cargados con cosas ridículas. En el sexto iría la “gente importante” como por ejemplo el Capitán De Chaumereys (que fue uno de los primeros en subirse al sexto bote), el Gobernador con su familia, los pasajeros notables –políticos y adinerados-, y otros marinos y altos oficiales que prefirieron ir en los botes que junto a sus tropas. Obviamente este grupo tenía más posibilidades de sobrevivir que aquellos pobres diablos de la balsa, que aún antes de partir ya estaban temblando empapados, muertos de hambre y hacinados.

En la balsa la gente pronto se dio cuenta que apoyar esta idea había sido una tontería, sobre todo porque ningún plan podía funcionar si de por medio había discriminación social. Muchos marineros estaban tan resentidos, tan dolidos, que maldecían a gritos a la gente que ya se había acomodado en el bote VIP. Cuando empezaron a remolcarlos muchos cayeron al mar, otros lloraban de miedo y desesperación, otros prefirieron seguir en la balsa pero colgados de ella, dentro del agua; en lo único que pensaban es en salvar sus propias vidas. En cierto momento se percataron de que uno de los botes salvavidas cargados navegaba sin rumbo cerca de ellos. Así que cuando la balsa pasó demasiado cerca, estuvo a muy poca distancia de sus brazos estirados, lo cual hizo que el Capitán De Chaumereys entrara en pánico y desesperación, a tal punto que dio la orden de desatar la balsa, cortar las amarras y dejar a sus ocupantes a merced de los mares.

“En aquel momento no creímos que habíamos sido tan cruelmente abandonados. Nos imaginamos que los barcos nos habían soltado talvez porque habían visto un buque cercano, y se apresuraban hacia él a pedir ayuda. Algunos oficiales que iban con nosotros en la balsa, al ver que los botes nos abandonaban, sacaron sus armas pero no se si era para dispararles o suicidarse, pero enseguida fueron detenidos por el teniente Espiau”.


Ahora había más de un centenar de hombres que se encontraban abandonados en el océano, a la deriva, que sólo podían esperar un milagro o la muerte.
Mientras tanto y debido a la desesperación, algunos de los barriles de provisiones fueron lanzados al mar para hacer espacio, para poder sentarse al menos. Daba igual, el verdadero peligro no serían ni el hambre ni la sed, el verdadero peligro sería el instinto de supervivencia humano en tan poco espacio. Al caer la noche, comenzaron a darse cuenta de cuan perverso y cruel que puede llegar a ser el hombre en condiciones extremas.

Los primeros reclamos llegaron. Se preguntaban airados quiénes fueron los estúpidos que lanzaron los barriles de vino y harina por la borda. Las primeras riñas e insultos terminaron en un tumulto de cuchillos, machetes y sangre. Fueron las primeras víctimas. En medio de ese infierno de lamentos, maldiciones y una oscuridad sin luna, la balsa amaneció más ligera: 21 hombres murieron la primera noche, 18 fueron asesinados y 3 se suicididaron.

El hambre, la falta de sueño y la desorientación de los marinos sólo consiguieron despertar sus más bajas pasiones. Las riñas eran comunes especialmente al anochecer, la noche los ponía locos como bestias, los tripulantes ebrios se rebelaban contra sus superiores y los asesinaban. Se desató una guerra entre la tropa y oficiales, entre marineros contra soldados, entre africanos y franceses, civiles contra militares. Cada noche era una pesadilla, cada noche enloquecían, la histeria se apoderaba de todos y quien quería amanecer vivo, tenía que luchar. Cada mañana se contaba el número de sobrevivientes y se distribuían las magras raciones de harina y vino entre los que se negaban a morir. Eso sí, botaban al océano a los más débiles y agonizantes para obtener más raciones.

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Por último, la sed y el hambre se hicieron insoportables y no tuvieron reparo en cortar la piel y desgarrar la carne de algunos cadáveres que cubrían el bote. Eran cadáveres de compañeros que quedaron con sus extremidades inferiores atrapadas entre los palos de la balsa después de una noche de tormenta, y que no pudieron saltar al mar cuando les revolcaba el océano. Muchos se resistieron a comerla pero pronto se hizo evidente que quienes comían carne humana soportaban con más fuerza el infortunio, así que todos, uno por uno, tropa y oficiales por igual, tuvieron que dejar a un lado sus prejuicios y comerla.

A los trece días de haber sido abandonados a la deriva, la fragata Argus pudo divisarlos. La balsa se encontraba a cuatro millas de la costa y con apenas 15 sobrevivientes. Cabe destacar que esta embarcación no había salido a buscar a los náufragos, los encontraron por pura casualidad. El Argus cumplía órdenes de ir a buscar un cargamento de oro que había quedado en el casco de la Medusa. Cuando la fragata pudo detenerse junto a la balsa, toda la tripulación quedó en shock, los creían muertos. Rescataron a los quince moribundos en un estado lamentable, con la piel reventada por el sol, los rostros demacrados y casi todos vendados en distintas partes del cuerpo por heridas de arma blanca. La balsa estaba cubierta de cadáveres desollados a medio comer, algunos putrefactos y otros con muestras de haber estado a merced de las aves marinas.

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Recorrido de la Medusa, de la balsa y de los botes.


Cinco hombres de los quince rescatados murieron al poco tiempo y el resto pasó hospitalizado durante varios meses. Cuando por fin llegaron después de mucho tiempo y muchas búsquedas a la Medusa, sólo tres de las diecisiete personas que se quedaron continuaban vivas, habían soportado 54 días de hambre y cautiverio, pero ya estaban locos, el cautiverio les había hecho perder la razón.

Y si esta historia no logró conmoverlos, pues esperen un poco porque aquí viene lo más insólito.
El médico cirujano Henri Savigny, pasajero de la Medusa y uno de los sobrevivientes de la balsa, fue quien puso la denuncia ante las autoridades, pero la justicia no hizo nada, los funcionarios trataron de encubrir el asunto y lo traspapelaron para que se pierda en el olvido. El trasfondo de esto era que los franceses, quienes se creían los mejores navegantes del mundo, no querían ser ridiculizados por la Marina Británica por esta evidente falta de solidaridad y espíritu de cuerpo, normas primordiales de navegación.
¿Qué podría esperarse de una marina en la que un capitán es el primero en abandonar a su barco y a su gente? Quedaba desnudada la realidad del ejército francés, dividido entre revolucionarios y monárquicos.

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El famoso lienzo "Le Radeau de la Méduse" (La balsa de la Medusa) de Théodore Géricault


La prensa escrita de aquel entonces, único medio de comunicación de la época y aliada de la monarquía, ocultó la tragedia, la cual logró filtrarse y difundirse en un periódico antimonárquico. Se armó un escándalo de gran magnitud que remeció nuevamente a la sociedad francesa. El incompetente y cobarde Capitán De Chaumereys fue juzgado en Consejo de Guerra, pero increíblemente, fue declarado "no culpable de deserción" a pesar de los testimonios y evidencia en su contra. Fue sentenciado sólo a 3 años de cárcel por no haber evacuado a toda la tripulación. Un veredicto muy benevolente si tomamos en cuenta que era la Francia en la que se guillotinaba por todo, a diestra y siniestra.

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Théodore Géricault


El cuadro en cambio tiene su propia historia, su propio drama. Su autor fue Théodore Géricault, admirador confeso de los grandes pintores italianos a quienes quiso imitar. Decidió pintar acerca del naufragio y el abandono a la tripulación, porque como fue un escándalo de proporciones, sabía que un cuadro memorable de la tragedia inmortalizaría su nombre, o por lo menos se daría a conocer en Europa. Lo que sucede es que, como en aquella época no existía la fotografía, cualquier evento memorable debía ser graficado, pintado, narrado en una imagen, y las mejores obras o las más explicitas recorrían Europa, llegando así sus autores a ser reconocidos y a cotizarse.

El trágico evento cautivó tanto al joven artista que, antes de empezar a trabajar en la pintura final, llevó a cabo una profunda investigación sobre el tema y realizó muchos bocetos preparatorios. Se entrevistó con dos de los sobrevivientes, y con sus testimonios pudo construir un idéntico y detallado modelo a escala de la balsa. Su obsesión por la perfección lo llevó hasta las morgues y hospitales donde podía ver, de primera mano, el color y la textura de la carne de los moribundos y cadáveres. Se sometió a una semana de ayuno voluntario para sentir la ansiedad y de alguna forma graficar la desesperación y el dolor

Los Caníbales franceses

Boceto de cadáver para la balsa


al como el artista había anticipado, la pintura resultó bastante controversial desde su primera aparición en el Salón de París en 1819, más que nada porque las diferencias políticas se acentuaron y su lienzo fue objeto tanto de apasionadas alabanzas, como de despiadadas críticas y condenas. Y si bien es cierto que ganó una merecida reputación internacional, el joven pintor murió dos años después de acabarla, agotado psíquica y mentalmente, ya que nunca se recuperó del monumental esfuerzo.

Tras la muerte de Géricault hubo dos partes muy interesadas en comprar el gigante lienzo (7,16 x 4,91 m). El uno era un aristócrata inglés y el otro un grupo de nobles franceses que querían cortar la tela en trozos pequeños con la finalidad de venderlos en una subasta uno por uno. Lo que sucedía es que la pintura estaba considerada como una obra antimonárquica que representaba claramente el clasismo que se vivía bajo la monarquía francesa, sin embargo, irónicamente, fue el mismo Luis XVIII quien intervino y rescató al lienzo de terminar en algún museo extranjero o de ser cortado en pedazos como se pretendía. Luego él mismo donó el lienzo al Museo de Louvre donde aún permanece

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