jueves, 31 de diciembre de 2015

El residuo más peligroso de todo el planeta

Han pasado más de 20 años desde que esta masa única de residuos radiactivos fluyó desde la sección activa del reactor de la derruida central nuclear de Chernóbyl, pero aún nos recuerda lo peligrosa que puede ser la energía nuclear.

En diciembre de 1986, unos científicos rusos del equipo de liquidación de las consecuencias del desastre de Chernóbyl bajaron al corredor subterráneo del dañado reactor número cuatro, donde descubrieron una masa de alta radiactividad de más de dos metros de espesor. Por su aspecto visual la llamaron la 'pata de elefante'.



Los sensores de radiación advirtieron que era imposible acercarse al conglomerado. Para evitar exponerse a una dosis mortal de radiactividad los científicos fabricaron un trípode con ruedas y sacaron fotos de la masa radiactiva desde cierta distancia. Según sus mediciones, la parte caliente de la barra fundida radiaba tanto que una persona podía absorber una dosis letal de partículas radiactivas en 300 segundos. A los dos minutos de exposición a la 'pata de elefante' comenzaría a sangrar. A los cuatro minutos sufriría vómitos, diarrea y fiebre. Pasar 300 segundos junto a la masa significaría morir dos días después.

Un análisis llevado a cabo por los científicos rusos también reveló que la 'pata de elefante', además del combustible nuclear –que, de hecho, representa un pequeño porcentaje del material de la masa–, contenía hormigón, arena y piezas de la cubierta del reactor. Todas estas partes se derritieron y se filtraron hacia abajo en forma de conglomerado. El material que formaba la 'pata de elefante' recibió el nombre de 'chernobilita'.

10 años después de la catástrofe de Chernóbyl sacaron nuevas imágenes de la 'pata de elefante'. Entonces la masa irradiaba 10 veces menos que anteriormente. Sin embargo, una hora junto a la 'pata de elefante' todavía era letal. Con el tiempo, la 'pata de elefante' comenzó a derrumbarse: en su superficie aparecieron grietas, pero todavía es demasiado peligroso acercarse a ella.

La 'pata de elefante' todavía irradia calor y se derrite, penetrando cada vez más profundamente bajo la base de la central nuclear de Chernóbyl. Si alcanza las aguas subterráneas, puede causar un escape catastrófico de sustancias radiactivas en las lagunas cercanas.



Se ha tratado muchas veces de eliminar esta masa. No hay posibilidad de enterrarla. El reactor de Chernóbil es una construcción gigantesca. La idea es desmantelar lo que queda del reactor 4. Según Yuli Andreev, uno de sus directores, el desmantelamiento puede tener lugar totalmente con la ayuda de robots de control remoto, evitando así la exposición de personas. Los robots dan una impresión que dista de ser convincente. Simplemente el recoger un tabo de plástico parece ya una tarea complicada para el robot. Pero hay otro Factor que reducirá aún más las posibilidades de desmantelamiento. Los altísimos niveles de radiación del interior del reactor, que a veces sobrepasan los 10.000 roentgen por hora, serían demasiado para los componentes electrónicos de los robots.

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miércoles, 30 de diciembre de 2015

Alarma en el mundo por detección zonas muertas en Atlántico

Alarma en el mundo por la detección de 'zonas muertas', sin vida, en el Océano Atlántico 



Sucedió a unos cientos de kilómetros de la costa de África occidental, en donde un equipo alemán y canadiense de investigadores detectó 'regiones muertas', con niveles extremadamente bajos de oxígeno.

Según el estudio de los científicos, son áreas empobrecidas de oxígeno, que se forman en remolinos y se trasladan hacia el oeste, a velocidades de entre 4 y 5 kilómetros por día. La mayor parte de la fauna marina es incapaz de sobrevivir en ellas, más allá de ciertos microorganismos. Así, cualquier animal que respire el 'agua muerta' de estos remolinos muere, lo que, desde luego, abre las puertas a la posibilidad de una muerte masiva. Los científicos explicaron que las mortíferas condiciones de estas regiones están dadas por la rápida circulación del agua, dentro de los remolinos, que dificulta el intercambio de oxígeno. A ello se suma el fenómeno por el cual la misma rotación genera una capa de varias decenas de metros de espesor, en la superficie de los remolinos, en donde se ve favorecido el crecimiento de plantas que, al descomponerse, consumen el oxígeno. "Antes de nuestro estudio, se creía que las aguas abiertas del Atlántico Norte tenían concentraciones mínimas de oxígeno de aproximadamente 40 micro moles por litro de agua de mar", explica Johannes Karstensen, autor principal del estudio. Sin embargo, estas proporciones han disminuido con respecto a las mediciones realizadas con anterioridad.

martes, 29 de diciembre de 2015

Hallan en China un tesoro de 'pezuñas' de oro en una necrópolis imperial

Arqueólogos chinos han hallado 285 piezas de oro en forma pezuña en una necrópolis de la dinastía imperial Han Occidental.


En China han hallado en total de 285 piezas de oro en forma de pezuña que datan de la dinastía imperial de Han Occidental (206 a. C.-24 d. C), con un peso de 40 a 250 gramos cada una. Todas las piezas fueron encontradas debajo de la recreación de cama de un noble de la época en cajas lacadas dentro de una necrópolis.

Se trata del mayor descubrimiento de la necrópolis de la dinastía Han Occidental, según el arqueólogo chino Xin Lixiang, citado por la cadena CCTV.

Los científicos creen que en esta tumba fue enterrado Liu He, un nieto del emperador Wu, uno de los más grandes gobernantes de la dinastía. El nieto gobernó solo 27 días y fue derrocado del trono.

El área de la necrópolis cubre alrededor de 40.000 metros cuadrados y consta de ocho tumbas, muros y carros funerarios con caballos.

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lunes, 28 de diciembre de 2015

El dedo de la muerte del oceano


Detrás de esta bella escultura submarina de la que no podrás quitar tus ojos de encima mientras se forma, hay un asesino a sangre fría. Lo llaman “el dedo de la muerte” y se trata de un fenómeno natural realmente extraordinario y uno de los grandes espectáculos del océano. Y por suerte, un equipo de la BBC lo ha filmado para que puedas presenciarlo.

Este bizarro acontecimiento submarino también se conoce como “brinicles” o “carámbanos submarinos” y se forma sólo en las aguas más frías de nuestro planeta. Esta especie de estalactitas submarinas que parecen dedos alargados se crean cuando el agua salada es excluida de los hielos en el océano y comienza a hundirse.



Esta agua salada que también está congelada y toma esta forma de estalactita se origina en la superficie del mar y poco a poco va descendiendo en capas hacia las profundidades como un brazo que no deja de crecer hasta que encuentra un tope, que es el fondo del océano, y comienza a congelar todo lo que se encuentre a su paso. Sus víctimas suelen ser estrellas de mar, erizos de mar y otros animales marinos a su alrededor.

Este asombroso fenómeno se conoce desde 1947 y se da sólo en las superficies muy, muy, heladas, ahí donde las capas de sal, que se quedan siempre en la superficie, terminan hundiéndose poco a poco al ser más pesadas que el resto del agua. Es un proceso que dura entre 5 y 6 horas y que siempre es letal, porque su destino va a ser el de llegar al suelo y atacar con su manto frío cualquier forma de vida submarina.




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domingo, 27 de diciembre de 2015

Cuando Santa Claus era verde (los orígenes paganos, sincréticos y comerciales de Santa Claus)

LA ICONOGRAFÍA Y LOS ELEMENTOS SIMBÓLICOS QUE ACOMPAÑAN A SANTA CLAUS PARECEN SER UNA COMPLEJA COMBINACIÓN DE DIOSES NÓRDICOS Y CELTAS Y EL SANTO CRISTIANO SAN NICOLÁS.


Primero hay que aclarar que Santa Claus no fue creado por Coca-Cola ni coloreado de rojo por esta marca (al menos de que exista una gigantesca conspiración secreta). Dicho eso, Coca-Cola sí ayudó a fijar y consolidar la imagen relativamente global de Santa Claus, transformando una figura ligada a los poderes de la naturaleza en un ícono de la sociedad de consumo. Existen diversas representaciones de Santa Claus vestido de rojo, ligado también a Papa Noel o Papa Navidad, antes de que Coca-Cola lo integrara a su publicidad. Por otro lado la figura de Santa Claus parece ser no sólo la transformación de San Nicolás, el santo que otorgó sus posesiones materiales a los pobres, sino también de una serie de dioses y héroes en las tradiciones nórdicas y druidas, ligadas al solsticio de invierno y representadas con vestimentas verdes como un vínculo con la naturaleza.

Como suele ocurrir en las transpolaciones de mitos y figuras divinas de una cultura a otra, en el caso de Santa Claus parece haber una serie de amalgamas de diferentes personajes. Aparentemente el nombre de Santa Claus viene de Sinterklass, la versión de San Nicolás holandesa, que tradicionalmente celebraba su fiesta el 6 de diciembre. Este santo habría arribado a finales del siglo 18 a Estados Unidos con los inmigrantes holandeses que en esa época jugaron un papel importante en la conformación sociocultural de ciudades como Nueva York, entre otras.

Esta figura parece haber tomado algunas importantes características de la mitología druida, siendo quizás una fusión del Holly King de los celtas, quien utilizaba una corona de acebo en su sombrero –un adorno navideño que ha sobrevivido hasta nuestros días. También de los druidas proviene la tradición que liga estas fechas al muérdago, siendo esta planta parasitaria sagrada por crecer sobre los robles, el árbol sagrado. El Holly King era conocido por utilizar una vestimenta verde con vivos rojos, por cazar pata brindar provisiones para todo su pueblo durante el invierno e incluso por llevar un trineo conducido por renos. Son numerosas las connotaciones chamánicas que tiene esta figura que preside sobre las fuerzas de la naturaleza, que caza utilizando la magia y que es el gran proveedor de la comunidad. Una de las teorías más radicales e interesantes ha comparado a Santa Claus con un chamán, conectando el gusto que tienen los renos por los hongos amanita muscaria (de colores rojo y blanco) con los renos voladores de Santa Claus y por supuesto también por el acto de volar en un trineo, así como producir regalos mágicos con una hueste de duendes. También se vincula el supuesto origen de Santa Claus en el Polo Norte con el axis mundi que ha sido ligado en las culturas chamánicas con la estrella polar y el árbol de navidad con este mismo eje cósmico.


El sitio Pagans Path sugiere que este acto del vuelo cósmico de Santa Claus para repartir regalos proviene del mito de Odin, quien en la saga poética de Snorri Sturlson, el gran cronista islandés, aparece montando un caballo de 8 piernas que puede viajar por grandes distancias en el aire. En la fiesta de Yule (el solsticio de invierno), Odin lidera una gran cacería por el cielo con este majestuoso animal que podría ser el antecedente de los 8 renos voladores. Esto también porque al parecer existía una tradición pagana en la que Odin recompensaba a los niños llenando sus botas de regalos. Otros dioses del panteón nórdico, como Thor o Tomte también utilizan carros llevados por diferentes animales que probablemente han sido agregados a la leyenda mixta de Sana Claus.

El Holly King druida es también adorado en distintas culturas como el Padre Invierno una figura que parece hacer eco del Padre Cronos, el dios Saturno, cuyas fiestas también se celebraban alrededor de estas fechas en Roma, en las famosas saturnalias. Un ejemplo de esto es el Ded Moroz o Padre Escarcha de la cultura eslávica que también era un mago semidivino ligado a la nieve y que fue transformado en una figura muy similar a Santa Claus posteriormente.

Uno podría pensar que Santa Claus de alguna manera fusionó los diferentes símbolos asociados con figuras chamánicas y deidades invernales paganas con San Nicolás y su generosidad santificada por la Iglesia.


La iconografía con la que conocemos actualmente a Santa Claus no había sido estandarizada de ninguna manera aunque claramente existía una línea que lo representaba con el traje rojo y blanco. Esta línea parece originarse en una serie de grabados que hizo Thomas Nast entre 1863 y 1886 para la revista Harper’s Weekly, aparentemente ligados a la idea de que los niños le escribieran cartas y recibieran recompensas por su buena conducta.

Fue en la década de los 30 cuando el artista sueco Haddon Sundblom, comisionado por Coca-Cola, hizo una serie de dibujos de Santa con su traje rojo y su enorme cinturón, los cuales fueron usados por los siguientes treinta años en la publicidad de esta marca consolidando una imagen que quizás era más dispar y heterogénea de lo que hoy pensamos.

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