Desde hace siglos, muchos cristianos han usado la medalla del famoso exorcista San Benito en la lucha espiritual contra las fuerzas del mal.
Aquí 7 cosas que se debe saber sobre este especial objeto que posee mucha tradición e historia.
1. El origen de la Medalla es incierto
En el siglo XVII, durante un juicio de brujería en Alemania, unas mujeres acusadas testificaron que no tenían poder sobre la Abadía de Metten porque estaba bajo la protección de la cruz.
Cuando se investigó, se hallaron en las paredes del recinto varias cruces pintadas rodeadas por las letras que se encuentran ahora en las medallas. Más adelante se encontró un pergamino con la imagen de San Benito y las palabras completas de las letras.
2. Con la medalla se puede obtener una indulgencia plenaria
La Medalla, como se le conoce ahora, es la del jubileo que se emitió en 1880 por el décimo cuarto centenario del nacimiento del Santo y lanzada exclusivamente por el Superior Abad de Monte Cassino.
Con ella se puede obtener la indulgencia plenaria en la Fiesta de San Benito (11 de julio), siguiendo las condiciones habituales que manda la Iglesia (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice).
3. Cuando San Benito hacía la señal de la cruz obtenía protección divina
Cierta vez quisieron envenenar a San Benito (480-547). El Santo, como era su costumbre, hizo el signo de la cruz sobre el vaso y el objeto se rompió en pedazos.
En otra ocasión un pájaro negro empezó a volar a su alrededor, San Benito hizo la señal de la cruz y tuvo entonces una tentación carnal en la imaginación. Cuando estaba casi vencido, ayudado por la gracia, se quitó las vestiduras y se arrojó a un matorral de espinas y zarzas, lastimando su cuerpo. Después de ello nunca volvió a verse turbado de aquella forma.
4. La medalla tiene gran poder de exorcismo
La Medalla de San Benito es un sacramental reconocido por la Iglesia con un gran poder de exorcismo. Los sacramentales son “signos sagrados con los que, imitando de alguna manera a los sacramentos, se expresan efectos, sobre todo espirituales, obtenidos por la intercesión de la Iglesia".
"Por ellos, los hombres se disponen a recibir el efecto principal de los sacramentos y se santifican las diversas circunstancias de la vida" (Catecismo 1667).
5. La Medalla tiene en el frente la imagen de San Benito con una cruz en la mano derecha y el libro de las Reglas de sus religiosos en la otra mano
A ambos lados del Santo dice: “Crux Sancti Patris Benedicti” (Cruz del Santo Padre Benito). Se puede ver también una copa de la cual sale una víbora y un cuervo. De manera circular aparece la oración: “Eius in óbitu nostro preséntia muniamur” (A la hora de nuestra muerte seamos protegidos por su presencia). En la parte inferior central se lee: “Ex. S. M. Cassino MDCCCLXXX” (Del Santo Monte Cassino 1880).
6. En el reverso está la cruz de San Benito con diversas siglas
C.S.P.B. "Cruz del Santo Padre Benito".
C.S.S.M.L. "La santa Cruz sea mi luz" (crucero vertical de la cruz).
N.D.S.M.D. "que el dragón infernal no sea mi guía" (crucero horizontal).
En círculo, comenzando por arriba hacia la derecha:
PAX "Paz".
V.R.S. "Vade Retro Satanás".
N.S.M.V. "No me aconsejes cosas vanas".
S.M.Q.L. "Es malo lo que me ofreces"
I.V.B. "Traga tú mismo tu veneno".
7. La medalla debe ser bendecida por un sacerdote con una oración especial
Exorcismo de la medalla:
-Nuestra ayuda nos viene del Señor
-Que hizo el cielo y la tierra.
Te ordeno, espíritu del mal, que abandones esta medalla, en el nombre de Dios Padre Omnipotente, que hizo el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos se contiene.
Que desaparezcan y se alejen de esta medalla toda la fuerza del adversario, todo el poder del diablo, todos los ataques e ilusiones de satanás, a fin de que todos los que la usaren gocen de la salud de alma y cuerpo.
En el nombre del Padre Omnipotente y de su Hijo, nuestro Señor, y del Espíritu Santo Paráclito, y por la caridad de Jesucristo, que ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos y al mundo por el fuego.
Bendición
-Señor, escucha mi oración
-Y llegue a tí mi clamor
Oremos:
Dios omnipotente, dador de todos los bienes, te suplicamos humildemente que por la intercesión de nuestro Padre San Benito, infundas tu bendición sobre esta sagrada medalla, a fin de que quien la lleve, dedicándose a las buenas obras, merezca conseguir la salud del alma y del cuerpo, la gracia de la santificación, y todas la indulgencias que se nos otorgan, y que por la ayuda de tu misericordia se esfuerce en evitar la acechanzas y engaños del diablo, y merezca aparecer santo y limpio en tu presencia.
Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor. Amén.
Fuente
viernes, 30 de diciembre de 2016
jueves, 29 de diciembre de 2016
¿Existían telescopios antes de Cristo?
“En mi opinión, la gran pregunta es: ¿cómo demonios pudieron los mayas orientar enormes observatorios como El Caracol y El Templo de Kukulkán para obtener resultados astronómicos tan precisos? y ¿cómo lo hicieron sin la ayuda de telescopios u otros instrumentos de observación? ” - Dr. Michael Guillen, físico, periodista y ex-editor de ciencias de la Cadena ABC
.
Dicen que en el siglo I d. C., el emperador romano Nerón ya empleaba una “piedra preciosa” para observar mejor desde la lejanía el espectáculo sangriento que sus gladiadores le ofrecían sobre la arena del Coliseo.
Con aún mayor certeza y contando con evidencias arqueológicas de alto valor, científicos de la Universidad de Aalen (Alemania) descubrieron que probablemente los antiguos vikingos ya conocieran el arte de la telescopía 500 años antes de que el primer telescopio reconocido por la comunidad científica fuese confeccionado en Europa por el español Juan Roget y popularizado a partir de 1609 por el italiano Galileo Galilei .
El equipo de la Universidad de Aalen descubrió que las lentes vikingas recuperadas en la isla sueca de Gotland en 1990, catalogadas en un principio como artefactos ornamentales o lupas para encender fuego mediante la concentración de rayos solares, podrían considerarse actualmente como la evidencia más sólida sobre la existencia de telescopios modernos, siglos antes de lo establecido en los libros de historia: una brecha temporal especialmente incómoda para el arraigado tradicionalismo científico de la pequeña comunidad auto-declarada escéptica-crítica.
“Al parecer, el diseño elíptico de los lentes fue inventado mucho antes de lo que pensamos ”, comentaba al respecto el Dr. Olaf Schmidt , uno de los miembros del equipo de estudio de Aalen, citado por la agencia BBC News . “Luego, ese conocimiento se perdió ”. Sin ocultar su fascinación por el hallazgo, el Dr. Schmidt admitió en el año 2000 que el pulido de algunas lentes era “ casi perfecto ” y su imagen “ muy buena ”.
Muchos siglos antes que Nerón, y probablemente mucho antes de lo que cualquier astrónomo vikingo pudiera soñar, diversas y antiguas culturas como la griega, la egipcia y la asiria podrían haber confeccionado artefactos capaces de magnificar las estrellas mediante el uso de lentes convexas. Tal sería el caso de los antiguos habitantes de Helwan, una antigua ciudad egipcia en la que, casualmente, luego se fundaría un observatorio astronómico a principios del siglo XX. Según la datación de una lente pulida encontrada en una tumba perteneciente a las primeras dinastías del antiguo Egipto, el pueblo de Helwan ya dominaba con verdadera exquisitez la técnica del pulido de lentes 5.000 años antes de que Galileo Galilei sostuviera un telescopio en sus manos por primera vez.
Otra pieza que pondría en jaque a la historia de la telescopía moderna es la llamada lente de Nimrud , procedente de una antigua población asiria de Oriente Medio. Apta para ser utilizada en un catalejo o telescopio modernos, la lente, hallada en el territorio de lo que hoy es Iraq, cuenta con unos 3.000 años de antigüedad, lo que la convertiría en la segunda más antigua de la historia, después de la de Helwan.
El uso de tal tecnología por parte de los asirios podría evidenciarse en los conocimientos de este antiguo pueblo sobre la bóveda celeste. Los asirios describían al planeta Saturno como un dios rodeado por un anillo de serpientes , haciendo una evidente alusión a los anillos que el mismo Galileo Galilei describiría erróneamente y milenios después como “ dos lóbulos ” al costado de “ un curioso objeto ”.
La antigua cultura griega tampoco se encuentra exenta de sospechas en cuanto al conocimiento de una tecnología a la que hoy se le atribuyen apenas 3 siglos existencia. Con una lente en su mano y un llamativo cuerno (¿telescopio?) a su espalda, una sacerdotisa griega quedó inmortalizada sobre un vasija cerámica en lo que, quizás, fuera un claro resumen del conocimiento que los griegos tenían del uso del telescopio.
Los mayas , fundadores de una cultura tan extraordinaria como enigmática, no solo realizaban multitud de mediciones astronómicas con exactitud escalofriante, sino que prácticamente erigieron los primeros observatorios astronómicos del mundo. El Dr. Michael Guillen , un físico enamorado de esta cultura que habitó Mesoamérica hace más de 3.000 años, decía respecto a su astronomía: “ Solemos hablar de las culturas de la antigüedad como si fueran primitivas, pero los mayas no lo eran en absoluto
Mediante estructuras como El Caracol y el Templo de Kukulkán , los mayas poseían conocimientos como el transito del planeta Venus a lo largo de todo el año y predecían movimientos cósmicos a gran escala, como la gran “alineación estelar” esperada para el año 2012.
Sin embargo, si las piedras halladas en el departamento de Ica, Perú , atestiguan lo correcto, el uso del telescopio podría remontarse mucho más allá de los griegos, vikingos, mayas o asirios ya que, hace unos 30.000 años, en la actual meseta peruana, alguien esculpía en roca uno de los pasajes menos esperados, más conflictivos y más ignorados de la arqueología moderna: un ser humano dotado de calzado, ropa y sombrero que ya estudiaba los astros y las estrellas con un telescopio en sus manos.
Orientación del sol, al amanecer y al atardecer, durante los solsticios, equinoccios y días del paso cenital sobre el Templo de Kukulkán, en Chichén Itzá, México.
¿Es posible que algún ser humano, nativo o moderno, ya entendiera de óptica cuando los neandertales aún caminaban al otro lado del Atlántico en busca de refugio y comida? ¿Por qué no habrían de hallarse más evidencias concretas o testimonios gráficos, si la tecnología de los telescopios era conocida y utilizada muchos milenios antes? ¿Podrían los cristales vikingos y las lentes de Nimrud y Helwan ser meros ornamentos corporales? ¿Podrían ser una mera farsa los dibujos de Ica, en los que se retratan miles de escenas realmente inverosímiles? ¿Era el asombroso conocimiento de los mayas y los asirios simple “charlatanería” de pueblos primitivos?
Suponer la no existencia de tecnología avanzada en un pasado remoto sólo por el hecho de no haber perdurado hasta nuestros tiempos podría ser un grave error por parte del pensamiento escéptico. Es un hecho demostrado que la abrumadora mayoría de artefactos tecnológicos desaparecen en muy pocos años tras la caída de una civilización. Técnicas como el pulido de lentes fácilmente pudieron haber nacido y desaparecido muchas veces en diferentes períodos de la historia.
De cualquier modo, la relación entre los pueblos antiguos y el conocimiento de la tecnología óptica probablemente permanezca como un enigma nunca descifrable para los buscadores de “pruebas concretas”.
El Nordic Optical Telescope (NOT) en el Observatorio del Roque de los Muchachos, situado en La Palma, Islas Canarias.
Fuente
Dicen que en el siglo I d. C., el emperador romano Nerón ya empleaba una “piedra preciosa” para observar mejor desde la lejanía el espectáculo sangriento que sus gladiadores le ofrecían sobre la arena del Coliseo.
Con aún mayor certeza y contando con evidencias arqueológicas de alto valor, científicos de la Universidad de Aalen (Alemania) descubrieron que probablemente los antiguos vikingos ya conocieran el arte de la telescopía 500 años antes de que el primer telescopio reconocido por la comunidad científica fuese confeccionado en Europa por el español Juan Roget y popularizado a partir de 1609 por el italiano Galileo Galilei .
Torre de El Caracol, antiguo centro maya de observación astronómica ubicado en Chichén Itzá, México.
El equipo de la Universidad de Aalen descubrió que las lentes vikingas recuperadas en la isla sueca de Gotland en 1990, catalogadas en un principio como artefactos ornamentales o lupas para encender fuego mediante la concentración de rayos solares, podrían considerarse actualmente como la evidencia más sólida sobre la existencia de telescopios modernos, siglos antes de lo establecido en los libros de historia: una brecha temporal especialmente incómoda para el arraigado tradicionalismo científico de la pequeña comunidad auto-declarada escéptica-crítica.
“Al parecer, el diseño elíptico de los lentes fue inventado mucho antes de lo que pensamos ”, comentaba al respecto el Dr. Olaf Schmidt , uno de los miembros del equipo de estudio de Aalen, citado por la agencia BBC News . “Luego, ese conocimiento se perdió ”. Sin ocultar su fascinación por el hallazgo, el Dr. Schmidt admitió en el año 2000 que el pulido de algunas lentes era “ casi perfecto ” y su imagen “ muy buena ”.
Enigmática “evidencia”
Muchos siglos antes que Nerón, y probablemente mucho antes de lo que cualquier astrónomo vikingo pudiera soñar, diversas y antiguas culturas como la griega, la egipcia y la asiria podrían haber confeccionado artefactos capaces de magnificar las estrellas mediante el uso de lentes convexas. Tal sería el caso de los antiguos habitantes de Helwan, una antigua ciudad egipcia en la que, casualmente, luego se fundaría un observatorio astronómico a principios del siglo XX. Según la datación de una lente pulida encontrada en una tumba perteneciente a las primeras dinastías del antiguo Egipto, el pueblo de Helwan ya dominaba con verdadera exquisitez la técnica del pulido de lentes 5.000 años antes de que Galileo Galilei sostuviera un telescopio en sus manos por primera vez.
Inscripciones astronómicas de la tumba de Ramsés IX, octavo faraón de la XX dinastía egipcia que reinó entre los años 1126 y 1108 a. C.
Otra pieza que pondría en jaque a la historia de la telescopía moderna es la llamada lente de Nimrud , procedente de una antigua población asiria de Oriente Medio. Apta para ser utilizada en un catalejo o telescopio modernos, la lente, hallada en el territorio de lo que hoy es Iraq, cuenta con unos 3.000 años de antigüedad, lo que la convertiría en la segunda más antigua de la historia, después de la de Helwan.
El uso de tal tecnología por parte de los asirios podría evidenciarse en los conocimientos de este antiguo pueblo sobre la bóveda celeste. Los asirios describían al planeta Saturno como un dios rodeado por un anillo de serpientes , haciendo una evidente alusión a los anillos que el mismo Galileo Galilei describiría erróneamente y milenios después como “ dos lóbulos ” al costado de “ un curioso objeto ”.
La antigua cultura griega tampoco se encuentra exenta de sospechas en cuanto al conocimiento de una tecnología a la que hoy se le atribuyen apenas 3 siglos existencia. Con una lente en su mano y un llamativo cuerno (¿telescopio?) a su espalda, una sacerdotisa griega quedó inmortalizada sobre un vasija cerámica en lo que, quizás, fuera un claro resumen del conocimiento que los griegos tenían del uso del telescopio.
El mecanismo de Antikythera , descubierto en el año 1900 durante la recuperación de un buque naufragado en la isla griega de Antikythera, a 60 metros de profundidad, consiste en un sistema complejo de 32 ruedas y placas con inscripciones relativas a los signos del zodiaco, meses, eclipses y juegos pan-Helénicos. El estudio de los fragmentos sugiere que se trataba de una especie de astrolabio utilizado para la navegación marítima.
Los mayas , fundadores de una cultura tan extraordinaria como enigmática, no solo realizaban multitud de mediciones astronómicas con exactitud escalofriante, sino que prácticamente erigieron los primeros observatorios astronómicos del mundo. El Dr. Michael Guillen , un físico enamorado de esta cultura que habitó Mesoamérica hace más de 3.000 años, decía respecto a su astronomía: “ Solemos hablar de las culturas de la antigüedad como si fueran primitivas, pero los mayas no lo eran en absoluto
Mediante estructuras como El Caracol y el Templo de Kukulkán , los mayas poseían conocimientos como el transito del planeta Venus a lo largo de todo el año y predecían movimientos cósmicos a gran escala, como la gran “alineación estelar” esperada para el año 2012.
Sin embargo, si las piedras halladas en el departamento de Ica, Perú , atestiguan lo correcto, el uso del telescopio podría remontarse mucho más allá de los griegos, vikingos, mayas o asirios ya que, hace unos 30.000 años, en la actual meseta peruana, alguien esculpía en roca uno de los pasajes menos esperados, más conflictivos y más ignorados de la arqueología moderna: un ser humano dotado de calzado, ropa y sombrero que ya estudiaba los astros y las estrellas con un telescopio en sus manos.
Orientación del sol, al amanecer y al atardecer, durante los solsticios, equinoccios y días del paso cenital sobre el Templo de Kukulkán, en Chichén Itzá, México.
¿Es posible que algún ser humano, nativo o moderno, ya entendiera de óptica cuando los neandertales aún caminaban al otro lado del Atlántico en busca de refugio y comida? ¿Por qué no habrían de hallarse más evidencias concretas o testimonios gráficos, si la tecnología de los telescopios era conocida y utilizada muchos milenios antes? ¿Podrían los cristales vikingos y las lentes de Nimrud y Helwan ser meros ornamentos corporales? ¿Podrían ser una mera farsa los dibujos de Ica, en los que se retratan miles de escenas realmente inverosímiles? ¿Era el asombroso conocimiento de los mayas y los asirios simple “charlatanería” de pueblos primitivos?
Suponer la no existencia de tecnología avanzada en un pasado remoto sólo por el hecho de no haber perdurado hasta nuestros tiempos podría ser un grave error por parte del pensamiento escéptico. Es un hecho demostrado que la abrumadora mayoría de artefactos tecnológicos desaparecen en muy pocos años tras la caída de una civilización. Técnicas como el pulido de lentes fácilmente pudieron haber nacido y desaparecido muchas veces en diferentes períodos de la historia.
De cualquier modo, la relación entre los pueblos antiguos y el conocimiento de la tecnología óptica probablemente permanezca como un enigma nunca descifrable para los buscadores de “pruebas concretas”.
El Nordic Optical Telescope (NOT) en el Observatorio del Roque de los Muchachos, situado en La Palma, Islas Canarias.
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miércoles, 28 de diciembre de 2016
7 atrocidades que Esparta cometía para lograr guerreros
Los espartanos fueron los guerreros más disciplinados y sanguinarios de su tiempo, principalmente por las barbaridades a las que sometían a sus niños.
7. Niños sacrificados
Cuando un bebé espartano nacía, era llevado a un comité de ancianos. Si el consejo de ancianos determinaba que era débil, enfermo o deforme, el padre lo abandonaba en un hoyo, donde moría de hambre. Se estima que aproximadamente un 50 % de los bebés nacidos en Esparta murieron de esta forma.
6. Niños acuartelados
A los 7 años se consideraba que el niño estaba en edad de iniciar su formación belicosa. Los chicos se despedían de sus padres y quedaban bajo el cuidado de un tutor llamado «guardián», cuya principal función era enseñarlos a desafiarse, a pelear y a desconfiar de los demás. En esta escuela cuartel las reprimendas del maestro eran con látigo.
5. Niños ateridos, hambrientos y ladrones
En la escuela cuartel, los chicos recibían poca ropa y andaban descalzos, para que se acostumbraran a las inclemencias del clima. Eran mantenidos con hambre y se les estimulaba a robar comida. Si eran descubiertos en el robo, los azotaban, pero si se comportaban sigilosamente, recibían una promoción.
4. Niños batallando por un queso
Un festival espartano consistía en poner a los chicos muertos de hambre a pelear por alcanzar trozos de queso que eran colocados sobre el altar de la diosa Artemisa. Era un espectáculo para el disfrute de los adultos, que hacían cola para presenciarlo. El que tomaba más queso era honrado con el título de «Bomonike»
3. Niños embrutecidos
Los chicos eran sometidos a interrogatorios, en los que debían contestar preguntas, como quién era el guerrero más feroz de su comunidad. Las respuestas debían ser satisfactorias y rápidas. Los alumnos dubitativos o con respuestas poco convincentes eran severamente castigados. Los instructores considerados poco estrictos también llevaban lo suyo.
2. Niños torturados
Los espartanos tenían el festival anual llamado «Diamastigosis» en el que los niños encabezaban un desfile en el que iban recibiendo latigazos hasta desfallecer, mientras que la multitud los animaba a permanecer de pie. Los chicos se ofrecían como voluntarios para competir por el honor de representar a su comunidad y optar a la distinción del más resistente.
1. Niños asesinos
La formación guerrera infantil de los espartanos incluía que los chicos observaran desde pequeños el asesinato brutal de esclavos para que se fueran preparando a la sangre de las batallas. Pero mirar no era suficiente. Luego, los niños eran enviados con una daga y unas pequeñas raciones de comida a esconderse en los caminos con la misión de emboscar y asesinar por lo menos a un esclavo ilota.
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7. Niños sacrificados
Cuando un bebé espartano nacía, era llevado a un comité de ancianos. Si el consejo de ancianos determinaba que era débil, enfermo o deforme, el padre lo abandonaba en un hoyo, donde moría de hambre. Se estima que aproximadamente un 50 % de los bebés nacidos en Esparta murieron de esta forma.
A los 7 años se consideraba que el niño estaba en edad de iniciar su formación belicosa. Los chicos se despedían de sus padres y quedaban bajo el cuidado de un tutor llamado «guardián», cuya principal función era enseñarlos a desafiarse, a pelear y a desconfiar de los demás. En esta escuela cuartel las reprimendas del maestro eran con látigo.
5. Niños ateridos, hambrientos y ladrones
En la escuela cuartel, los chicos recibían poca ropa y andaban descalzos, para que se acostumbraran a las inclemencias del clima. Eran mantenidos con hambre y se les estimulaba a robar comida. Si eran descubiertos en el robo, los azotaban, pero si se comportaban sigilosamente, recibían una promoción.
4. Niños batallando por un queso
Un festival espartano consistía en poner a los chicos muertos de hambre a pelear por alcanzar trozos de queso que eran colocados sobre el altar de la diosa Artemisa. Era un espectáculo para el disfrute de los adultos, que hacían cola para presenciarlo. El que tomaba más queso era honrado con el título de «Bomonike»
3. Niños embrutecidos
Los chicos eran sometidos a interrogatorios, en los que debían contestar preguntas, como quién era el guerrero más feroz de su comunidad. Las respuestas debían ser satisfactorias y rápidas. Los alumnos dubitativos o con respuestas poco convincentes eran severamente castigados. Los instructores considerados poco estrictos también llevaban lo suyo.
Los espartanos tenían el festival anual llamado «Diamastigosis» en el que los niños encabezaban un desfile en el que iban recibiendo latigazos hasta desfallecer, mientras que la multitud los animaba a permanecer de pie. Los chicos se ofrecían como voluntarios para competir por el honor de representar a su comunidad y optar a la distinción del más resistente.
La formación guerrera infantil de los espartanos incluía que los chicos observaran desde pequeños el asesinato brutal de esclavos para que se fueran preparando a la sangre de las batallas. Pero mirar no era suficiente. Luego, los niños eran enviados con una daga y unas pequeñas raciones de comida a esconderse en los caminos con la misión de emboscar y asesinar por lo menos a un esclavo ilota.
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martes, 27 de diciembre de 2016
Kiyotaki el tunel mas poseido de Japon
Las películas de terror japonesas son, sin temor a equivocarme, las más aterradoras. Y gran parte de su éxito se debe a que las leyendas urbanas que surgen en Japón producen escalofríos en la espalda y terminan por robarles las noches de sueño a las personas más susceptibles.
Son historias que provocan que los amantes de lo extraño pongamos especial atención cuando son contadas. Esta leyenda trata sobre un túnel embrujado, el cual se encuentra el Kyoto. Fue construido en 1927, y según cuenta la leyenda está embrujado por las almas en pena de muchos de los obreros que fueron explotados mientras construían este túnel, y por esto, fallecieron dentro del mismo.
El número 4 es considerado un número maldito en muchas cultural en el oriente, y es curioso, ya que el túnel mide 444 metros de largo.
Se dice que en la noche, al pasar dentro del túnel, se pueden ver las almas de los obreros, los cuales se montan en los autos, asustando a los conductores, y causando accidentes mortales la mayor parte del tiempo.
También se dice que a estos fantasmas se les puede ver por los retrovisores o cualquier espejo que se encuentre en el carro, pero cuidado, ya que esto es una maldición. Si miras al fantasma a los directamente a los ojos por medio de algún espejo, se cree que sufrirás una muerte infernal.
Fuente
Son historias que provocan que los amantes de lo extraño pongamos especial atención cuando son contadas. Esta leyenda trata sobre un túnel embrujado, el cual se encuentra el Kyoto. Fue construido en 1927, y según cuenta la leyenda está embrujado por las almas en pena de muchos de los obreros que fueron explotados mientras construían este túnel, y por esto, fallecieron dentro del mismo.
También se dice que a estos fantasmas se les puede ver por los retrovisores o cualquier espejo que se encuentre en el carro, pero cuidado, ya que esto es una maldición. Si miras al fantasma a los directamente a los ojos por medio de algún espejo, se cree que sufrirás una muerte infernal.
Fuente
lunes, 26 de diciembre de 2016
Resuelven el misterio del dedo del Yeti del templo de Pangboche
Una investigación de la BBC reveló el misterio de un misterioso dedo que se creía pertenecía a la leyenda del Himalaya, el Yeti.
Los restos momificados, originarios de Nepal, estuvieron en un sótano de un museo londinense desde la década de los años cincuenta. Una muestra de ADN ha demostrado que el dedo no pertenece a la legendaria figura, sino que es en realidad un hueso humano.
El dedo, de nueve centímetros de largo y dos de grosor, es peludo y conserva una uña larga y afilada.
El extraño objeto, y su leyenda, surgieron en 2008 cuando en las bóvedas del Colegio Real de Cirujanos del Museo de Londres apareció un caja con piezas relacionadas con el estudio de animales de los que no se ha demostrado su existencia.
La caja pertenecía al investigador inglés William Osman Hill y, entre otros objetos, contenía modelos de yeso de una huella, pelo, excrementos y un dedo largo y curvado registrado como el dedo de un yeti.
Pero ¿podría realmente este dedo haber pertenecido a un yeti? El secreto de los Lamas
De acuerdo con las notas de la caja el dedo era originario de Pangboche, un templo remoto de Nepal. El profesor Hill describía que había encontrado el dedo a través de un explorador, Peter Byrne.
Byrne, quien ahora tiene 85 años y vive en Estados Unidos, habló recientemente con la BBC en Londres.
El explorador Peter Byrne con un monje del monasterio Pangboche donde obtuvo el dedo del yeti.
El explorador confirmó que trajo la pieza a Londres y relató que su historia comenzó en 1958 cuando formaba parte de una expedición enviada al Himalayas para encontrar evidencias de la existencia del "abominable hombre de las nieves", más conocido como yeti. "Un día acampamos en el templo de Pangboche que estaba custodiado por monjes.
Me puse a hablar con uno de ellos y me reveló que en el interior se guardaba una mano de un yeti desde hacía años", detalló Byrne.
La mano, según le describieron, parecía una mano humana gigante cubierta de una costra de de piel negra y quebradiza.
"Estaba muy grasosa por las velas y las lámparas de aceite en el templo. De ahí que los dedos se curvara y el pelo se rizara", agregó el explorador. Intercambio de dedos
De regreso en Londres Byrne le contó la historia al profesor Hill quien le pidió que consiguiera la mano a cualquier precio.
"Ya le había pedido la mano a los lamas pero me dijeron que no, que traería mala suerte, el desastre del templo", comentó Byrne a la BBC.
El profesor Hill le propuso que regresara para conseguir por lo menos un dedo. El plan consistía en reemplazar el dedo del yeti con un dedo humano. Hill, señala Byrne, le enseñó una mano vieja y seca que guardaba en una bolsa.
Al regresar al templo Byrne dejó una cantidad de dinero a cambio del dedo y, dejaron el dedo humano para que nadie sospechara su ausencia. Viaje estilo Hollywood Para sacar el dedo de Nepal el patrocinador de la expedición, el estadounidense Tom Slick, le pidió ayuda al actor James Stewart y su esposa Gloria que se encontraban en la India en ese momento.
"Se reunieron en el Grand Hotel de Calcuta. Gloria estaba preocupada sobre las consecuencias que podría tener que los descubriesen con el dedo y optó por guardarlo en su maleta envuelto en su ropa interior", describe Byrne.
La pareja llegó a Londres pero no el dedo del yeti. Días más tarde un funcionario de aduanas les regresó la maleta.
Finalmente el dedo fue entregado al profesor Hill, después de lo cual Byrne perdió contacto con él. Mano robada El dedo del yeti es ahora todo lo que queda de mano original del supuesto yeti, ya que fue robada del monasterio de Pangboche en los años noventa.
Mike Allsop, montañista y piloto de Nueva Zelanda, han lanzado recientemente una campaña para recuperar la mano. "A los monjes les gustaría recuperar el dedo pero no quieren problemas. Espearmos que el Colegio Real de Cirujanos del Museo de Londres entienda su reclamo", le comentó Allsop a la BBC. De momento el explorador les ha regalado a los monjes una réplica de la mano de un yeti.
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Los restos momificados, originarios de Nepal, estuvieron en un sótano de un museo londinense desde la década de los años cincuenta. Una muestra de ADN ha demostrado que el dedo no pertenece a la legendaria figura, sino que es en realidad un hueso humano.
El dedo, de nueve centímetros de largo y dos de grosor, es peludo y conserva una uña larga y afilada.
El extraño objeto, y su leyenda, surgieron en 2008 cuando en las bóvedas del Colegio Real de Cirujanos del Museo de Londres apareció un caja con piezas relacionadas con el estudio de animales de los que no se ha demostrado su existencia.
La caja pertenecía al investigador inglés William Osman Hill y, entre otros objetos, contenía modelos de yeso de una huella, pelo, excrementos y un dedo largo y curvado registrado como el dedo de un yeti.
Pero ¿podría realmente este dedo haber pertenecido a un yeti? El secreto de los Lamas
De acuerdo con las notas de la caja el dedo era originario de Pangboche, un templo remoto de Nepal. El profesor Hill describía que había encontrado el dedo a través de un explorador, Peter Byrne.
Byrne, quien ahora tiene 85 años y vive en Estados Unidos, habló recientemente con la BBC en Londres.
El explorador Peter Byrne con un monje del monasterio Pangboche donde obtuvo el dedo del yeti.
El explorador confirmó que trajo la pieza a Londres y relató que su historia comenzó en 1958 cuando formaba parte de una expedición enviada al Himalayas para encontrar evidencias de la existencia del "abominable hombre de las nieves", más conocido como yeti. "Un día acampamos en el templo de Pangboche que estaba custodiado por monjes.
Me puse a hablar con uno de ellos y me reveló que en el interior se guardaba una mano de un yeti desde hacía años", detalló Byrne.
La mano, según le describieron, parecía una mano humana gigante cubierta de una costra de de piel negra y quebradiza.
"Estaba muy grasosa por las velas y las lámparas de aceite en el templo. De ahí que los dedos se curvara y el pelo se rizara", agregó el explorador. Intercambio de dedos
De regreso en Londres Byrne le contó la historia al profesor Hill quien le pidió que consiguiera la mano a cualquier precio.
"Ya le había pedido la mano a los lamas pero me dijeron que no, que traería mala suerte, el desastre del templo", comentó Byrne a la BBC.
El profesor Hill le propuso que regresara para conseguir por lo menos un dedo. El plan consistía en reemplazar el dedo del yeti con un dedo humano. Hill, señala Byrne, le enseñó una mano vieja y seca que guardaba en una bolsa.
Al regresar al templo Byrne dejó una cantidad de dinero a cambio del dedo y, dejaron el dedo humano para que nadie sospechara su ausencia. Viaje estilo Hollywood Para sacar el dedo de Nepal el patrocinador de la expedición, el estadounidense Tom Slick, le pidió ayuda al actor James Stewart y su esposa Gloria que se encontraban en la India en ese momento.
James Stewart
"Se reunieron en el Grand Hotel de Calcuta. Gloria estaba preocupada sobre las consecuencias que podría tener que los descubriesen con el dedo y optó por guardarlo en su maleta envuelto en su ropa interior", describe Byrne.
La pareja llegó a Londres pero no el dedo del yeti. Días más tarde un funcionario de aduanas les regresó la maleta.
Finalmente el dedo fue entregado al profesor Hill, después de lo cual Byrne perdió contacto con él. Mano robada El dedo del yeti es ahora todo lo que queda de mano original del supuesto yeti, ya que fue robada del monasterio de Pangboche en los años noventa.
Mike Allsop, montañista y piloto de Nueva Zelanda, han lanzado recientemente una campaña para recuperar la mano. "A los monjes les gustaría recuperar el dedo pero no quieren problemas. Espearmos que el Colegio Real de Cirujanos del Museo de Londres entienda su reclamo", le comentó Allsop a la BBC. De momento el explorador les ha regalado a los monjes una réplica de la mano de un yeti.
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domingo, 25 de diciembre de 2016
Lenguajes antiguos de los que no se sabe su origen
Las lenguas pueden proporcionarnos un gran conocimiento sobre la cultura, el modo de vida, la evolución e incluso sus patrones migratorios.
Nos han dado una profunda visión de las mentes de la gente antigua, y nos han permitido formar parte de la historia antigua. Sin embargo, algunos descubrimientos nos han dado exactamente lo contrario, y nos han presentado la verdad desconcertante de que nuestro pasado podría estar envuelto en un misterio que nunca se podría resolver.
Picene del Norte era una lengua hablada por el pueblo de Picentes que vivía en Italia del noreste durante el primer milenio. La lengua de Picene del sur ha sido bien-estudiada, y los eruditos la han identificado como un lenguaje itálico distinto de la familia de lengua Oscan-Umbrrian. Este lenguaje difiere mucho de Picene del Sur, y los lingüistas han sido incapaces de clasificarlo con precisión.
Las inscripciones de Picene del norte fueron encontradas en una estela cerca de una pequeña ciudad en Italia llamada Novilara. El lenguaje estaba escrito en un tipo de escritura similar al alfabeto etrusco, pero conservó varias letras griegas para ciertas consonantes. Las características gramaticales de la lengua han sorprendido a los estudiosos, y no se pueden sacar conclusiones colectivas de sus hallazgos.
El euskera es hablado por el pueblo vasco del norte de España y partes del suroeste de Francia. Aunque los estudiosos han tratado de vincular el euskera con otros idiomas, los estudios han concluido que no tiene ninguna relación conocida con ninguna otra lengua en el mundo.
El vasco es el único idioma pre-romano conocido que ha sobrevivido, mientras que otras lenguas ibéricas se han extinguido. Numerosos intentos han sido realizados para mostrar una relación entre lenguas vascas, ibéricas y afroasiáticas, pero ninguno ha sido ampliamente aceptado. El euskera tiene la posición única de ser una lengua viva, dándonos una ventana a la comprensión de la diversidad lingüística de la gente antigua que vivía en la península ibérica.
La isla japonesa del norte de Hokkaido es el hogar de un grupo de pueblos indígenas llamado Ainu, que se dice que es uno de los primeros habitantes humanos de las islas japonesas. El pueblo Ainu es un grupo étnico cultural y lingüísticamente diferente del pueblo japonés, y se dice que son descendientes de los cazadores Jomon-ji que emigraron a la isla alrededor del año 14.500 AC.
Es un idioma que está en peligro, se dice que solo hablan Ainu un puñado de personas. Aunque el lenguaje no tiene forma escrita, tradicionalmente se ha escrito usando caracteres japoneses Kana. Esto ha hecho que su conservación sea extremadamente difícil dentro de la cultura de Ainu.
Hurrian es una antigua lengua extinta hablada en el área que fue una vez el Imperio Hitita. Los eruditos creen que los oradores de Hurrian vinieron originalmente de las áreas montañosas de Armenia, y habían emigrado a las partes de Mesopotamia y de Anatolia durante el segundo milenio. Hurrian fue una vez la lengua del reino de Mitanni antes de la conquista asiria.
A pesar de no estar clasificado ni relacionado con ninguna otra lengua, los autores Arnaud Fournet y Allan R Bombard publicaron un libro que describe algunas características distintas de las lenguas indoeuropeas en Hurrian.
El idioma Raetic se hablaba en la región de los Alpes orientales de la moderna Italia del Norte y Austria Occidental. Un grupo de pueblos alpinos indígenas alrededor del año 500 AC eran los que hablaban este idioma.
Hay varias teorías con respecto a los orígenes de Raetic. Una de ellas sugiere que el Raetic, junto con Etruscan y Lemnian, son parte de la familia de lengua Tyrrhenian. Otra teoría sugiere que el lenguaje es una rama independiente de las lenguas indoeuropeas. El Raetic también podría ser sólo un lenguaje aislado con influencias etruscas, y es posible que nunca conozcamos los verdaderos orígenes de la lengua.
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1.- Picene del Norte
Picene del Norte era una lengua hablada por el pueblo de Picentes que vivía en Italia del noreste durante el primer milenio. La lengua de Picene del sur ha sido bien-estudiada, y los eruditos la han identificado como un lenguaje itálico distinto de la familia de lengua Oscan-Umbrrian. Este lenguaje difiere mucho de Picene del Sur, y los lingüistas han sido incapaces de clasificarlo con precisión.
Las inscripciones de Picene del norte fueron encontradas en una estela cerca de una pequeña ciudad en Italia llamada Novilara. El lenguaje estaba escrito en un tipo de escritura similar al alfabeto etrusco, pero conservó varias letras griegas para ciertas consonantes. Las características gramaticales de la lengua han sorprendido a los estudiosos, y no se pueden sacar conclusiones colectivas de sus hallazgos.
2.- Euskera
El euskera es hablado por el pueblo vasco del norte de España y partes del suroeste de Francia. Aunque los estudiosos han tratado de vincular el euskera con otros idiomas, los estudios han concluido que no tiene ninguna relación conocida con ninguna otra lengua en el mundo.
El vasco es el único idioma pre-romano conocido que ha sobrevivido, mientras que otras lenguas ibéricas se han extinguido. Numerosos intentos han sido realizados para mostrar una relación entre lenguas vascas, ibéricas y afroasiáticas, pero ninguno ha sido ampliamente aceptado. El euskera tiene la posición única de ser una lengua viva, dándonos una ventana a la comprensión de la diversidad lingüística de la gente antigua que vivía en la península ibérica.
3.- Ainu
La isla japonesa del norte de Hokkaido es el hogar de un grupo de pueblos indígenas llamado Ainu, que se dice que es uno de los primeros habitantes humanos de las islas japonesas. El pueblo Ainu es un grupo étnico cultural y lingüísticamente diferente del pueblo japonés, y se dice que son descendientes de los cazadores Jomon-ji que emigraron a la isla alrededor del año 14.500 AC.
Es un idioma que está en peligro, se dice que solo hablan Ainu un puñado de personas. Aunque el lenguaje no tiene forma escrita, tradicionalmente se ha escrito usando caracteres japoneses Kana. Esto ha hecho que su conservación sea extremadamente difícil dentro de la cultura de Ainu.
4.- Hurrian
Hurrian es una antigua lengua extinta hablada en el área que fue una vez el Imperio Hitita. Los eruditos creen que los oradores de Hurrian vinieron originalmente de las áreas montañosas de Armenia, y habían emigrado a las partes de Mesopotamia y de Anatolia durante el segundo milenio. Hurrian fue una vez la lengua del reino de Mitanni antes de la conquista asiria.
A pesar de no estar clasificado ni relacionado con ninguna otra lengua, los autores Arnaud Fournet y Allan R Bombard publicaron un libro que describe algunas características distintas de las lenguas indoeuropeas en Hurrian.
5.- Raetic
El idioma Raetic se hablaba en la región de los Alpes orientales de la moderna Italia del Norte y Austria Occidental. Un grupo de pueblos alpinos indígenas alrededor del año 500 AC eran los que hablaban este idioma.
Hay varias teorías con respecto a los orígenes de Raetic. Una de ellas sugiere que el Raetic, junto con Etruscan y Lemnian, son parte de la familia de lengua Tyrrhenian. Otra teoría sugiere que el lenguaje es una rama independiente de las lenguas indoeuropeas. El Raetic también podría ser sólo un lenguaje aislado con influencias etruscas, y es posible que nunca conozcamos los verdaderos orígenes de la lengua.
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