lunes, 24 de febrero de 2020

El misterio del acantilado de Kuiper

Si viajamos hasta el límite lejano del sistema solar, hacia las heladas vastedades más allá de Plutón, veremos algo extraño. De pronto, luego de superar el cinturón de Kuiper nos encontraremos con la nada. Una misteriosa nada, absolutamente nada. Eso es lo que sucede en el denominado Acantilado de Kuiper.


El Cosmos no termina de ser una maravillosa caja de Pandora donde a cada instante aparece una sorpresa. Incluso muy cerca de nosotros, en términos cósmicos, existen misterios sin resolver y enigmas que la ciencia no ha logrado descifrar, aunque las especulaciones están siempre a la orden del dia.

A falta de observaciones fidedignas algunos especulan con que podría existir un planeta X aún por descubrir de tamaño y gravedad considerable , digamos que varias veces mayor a Jupiter, planeta que ha sido buscado sin resultado alguno durante un siglo. La fuerza de gravedad de este astro habría limpiado de asteroides toda la zona, bien atrayéndolos hacía sí o empujándolos hacia al espacio exterior o en dirección al interior del Sistema Solar.

En los años 60, un astrónomo llamado Gerard Kuiper se animó a predecir la existencia de un grupo de cuerpos celestes más allá de las órbitas de Neptuno y Plutón. Lo hizo basándose en cálculos muy complejos y acertó treinta años antes de ser visualizados por la astronomía actual., conociéndose esto con el nombre del Cinturón de Kuiper. El primero de estos objetos fue descubierto recién en 1992 por la Universidad de Hawai.

Pero si viajamos más allá de Plutón, podríamos ver algo mucho más extraño aún. De repente y después de cruzar esta zona de cuerpos cuyos tamaños varían desde los 100 a los 1000 kilómetros de diámetro,nos encontramos de pronto con…nada, absolutamente nada más, aún dentro del Sistema kuiper


Los científicos llaman a esto, el Acantilado de Kuiper y nadie tiene idea de porqué existe esta misteriosa zona de ausencias. Una explicación aceptable sería la existencia, aún no demostrada, de la presencia de un nuevo planeta solar que estuviera “limpiando” los alrededores con su fuerza gravitatoria. Incluso debiera ser tan enorme que superaría en tamaño a Júpiter. El problema más grande hasta ahora, es que nadie lo ha descubierto y parece increíble que esto no haya sucedido dado el avance de nuestra ciencia astronómica.

El Acantilado de Kuiper es para la ciencia, un interrogatorio aún sin respuestas. Allí está y la nada misma es su esencia.

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